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Bombshell: La historia de Hedy Lamarr. Entrevista a Alexandra Dean

Abril de 2018

Por Catherine Jewell, División de Comunicaciones de la OMPI

La periodista, directora y productora ganadora de un premio Emmy, Alexandra Dean, habla sobre su nuevo y cautivante documental Bombshell: The Hedy Lamarr Story – el maravilloso relato de una estrella de Hollywood, cuyo talento natural para las invenciones contribuyó a configurar la tecnología de las comunicaciones que utilizamos en la actualidad.

Hedy Lamarr, icono de la gran pantalla, fue también una inventora en serie autodidacta a la que le gustaba trabajar con las tecnologías existentes y corregir los errores de diseño que encontrara. (Fotografías: Cortesía de Reframed Pictures).

¿Cómo surgió Bombshell?

Mi colega Katherine Drew me prestó el libro Hedy´s Folly, de Richard Rhodes, y me pareció que sería un excelente punto de partida para un documental de investigación.  En mi experiencia como periodista he constatado que nuestra cultura tiene un gran problema para financiar a inventores que no se parecen a Thomas Edison.  Conozco a muchas mujeres jóvenes con ideas brillantes que desean hacer cosas grandiosas, pero no consiguen financiación.  Es por ello que quise cambiar el énfasis de la historia para centrarla en las cuestiones de género e investigar quién inventa nuestro mundo, cómo lo hacen y por qué.  Tuvimos mucha suerte de que la Sloan Foundation apoyara nuestra visión desde el comienzo y nos otorgara la financiación que hizo posible realizar la película.

¿Por qué decidió contar la historia de Hedy Lamarr? ¿Quién fue Hedy?

Todos los aspectos de la vida de Hedy Lamarr me resultaron interesantes. Hedy Lamarr fue una actriz austríaco-estadounidense y una de las estrellas de cine más emblemáticas de su época. Ella es la razón por la que Blancanieves tiene cabello oscuro y quien dio a Gatúbela (que es como se conoce a Catwoman en América Latina) la imagen que tiene. Cambió la imagen de Hollywood, mientras que, por las noches, durante la Segunda Guerra Mundial se dedicó a hacer algo mucho más importante: inventó un sistema de comunicaciones de salto de frecuencia para los Aliados, que sentó las bases de la tecnología del GPS, Bluetooth y Wi-Fi que utilizamos hoy en día.

Cuéntenos más sobre sus invenciones.

Hedy conoció a George Antheil en una fiesta durante la guerra, en un momento en que Hedy realizaba a menudo invenciones junto con el director de cine Howard Hughes, quien estaba intentando diseñar aviones más rápidos. George Antheil era un músico brillante con una mente creativa y, al igual que Hedy, había finalizado sus estudios secundarios a los 15 años.

Bombshell: La historia de Hedy Lamarr cuenta la notable historia de
una estrella de Hollywood cuyo talento natural por la invención
contribuyó a configurar la tecnología de las comunicaciones de hoy
en día (Fotografías: Cortesía de Reframed Pictures).

Hedy y George idearon tres invenciones diferentes. Una de ellas fue un sistema seguro de comunicación secreta de orientación por radio, que utilizaba la tecnología de salto de frecuencia, desarrollado para ayudar a las fuerzas navales de los Aliados a perseguir U boots en el Atlántico Norte. Hedy estaba desesperada por desarrollar su invención para que su madre pudiera viajar de Londres a los Estados Unidos de América con total seguridad.

¿Por qué tardó tanto en reconocerse su talento fuera de cámara?

Hedy nunca obtuvo ganancias por sus invenciones. Es difícil conocer el motivo, pero en parte se debió a que inventar se le daba de una forma completamente natural e inevitable. Sus invenciones provenían de sus mejores características, de su afán por dar algo sin esperar una ganancia económica. Sin embargo, en sus últimos años de vida, lamentó que el mundo nunca hubiera reconocido o valorado plenamente sus logros. En ese entonces prácticamente no salía y atravesaba dificultades económicas. Pero Hedy era muy ingeniosa. Cuando, tras creer erróneamente que Hedy había fallecido, la empresa gráfica Corel utilizó la imagen de Hedy en sus productos sin su autorización, Hedy los demandó por 3 millones de dólares y ganó el juicio. Poco después de eso, solicitó al Museo Smithsonian que estimara el valor de la patente original concedida para su invención de salto de frecuencia. Lamentablemente, murió sin saber que su valor estimado era de 6 millones de dólares. Lo que me fascina de todo esto es que su mente valía el doble que su rostro.

¿Qué sucedió con su invención?

Cuando Hedy patentó su tecnología, entregó la patente a la armada de los Estados Unidos de América, pero lamentablemente no la tomaron en serio. Dijeron que la invención era demasiado aparatosa y que no era una tecnología militar útil. Lo que realmente quisieron decir fue que les resultaba improbable que una actriz y artista musical hubiera inventado una tecnología que les pudiera servir. De hecho, era una tecnología de vanguardia y hay quienes afirman que podría haber acortado la Guerra un año o más, y tenía el tamaño de la esfera de un reloj.

Hedy obtuvo cierto reconocimiento y fue premiada en la década de 1990, en el momento en que la telefonía móvil comenzó a tener éxito. También recibió un premio de Milstar, el sistema encargado del funcionamiento de los satélites de comunicaciones militares que proporcionan comunicaciones seguras a las Fuerzas Armadas y al Presidente de los Estados Unidos de América. Ese fue un gran logro para ella.

¿Cuál fue su legado?

Es sorprendente que hoy en día casi todo el mundo está conectado a través de un sistema de comunicaciones que de algún modo está relacionado con la invención de Hedy Lamarr. Todos interactuamos todos los días a través de un aparato creado por esa mente brillante.

Encontramos pruebas de que la patente de Hedy y George fue cedida a contratistas militares en la década de 1950 y que la tecnología fue utilizada en drones y sonoboyas militares. Nos consta que fue utilizada en satélites Milstar y a partir de allí migró a los sistemas de GPS, Bluetooth y WiFi que utilizamos en la actualidad.

Al desarrollar la tecnología de espectro ensanchado, que hizo que fuera prácticamente imposible interceptar mensajes, Hedy Lamarr y George Antheil se basaron en el funcionamiento de la pianola. Utiliza 88 frecuencias diferentes, que corresponden al número de teclas de un pianoforte. (Fotografías: Cortesía de Reframed Pictures).

Sin embargo, la importancia de la historia de Hedy trasciende su invención. Fue una mujer de un gran talento natural: belleza, inteligencia (evidentemente) y valor, lo tenía todo. Sin embargo, no logró verdadero reconocimiento o respeto por sus logros en sus últimos años de vida. ¿Qué significa para los demás? ¿Solo se permite que las mujeres sean poderosas e interesantes cuando son jóvenes y hermosas? Realmente me atormenta la idea. ¿Por qué no permitimos que las mujeres envejezcan sin perder su poder?

¿Qué lección se puede extraer de la historia de Hedy?

Terminé la película con una escena de Hedy leyendo un poema a sus hijos en sus teléfonos. En el poema dice que aunque la vida sea difícil y el mundo no reconozca tus logros, debes intentarlo. Lo importante es que hayas intentado hacer del mundo un lugar mejor. Eso es lo que recordarás. Los aplausos no importan, importan los hechos.

Nunca pensé que la película tendría tanto éxito, pero la historia de Hedy realmente tuvo una fuerte sintonía con los movimientos #MeToo y #TIME’SUP y evoca la necesidad urgente de que haya más mujeres en la ciencia y la tecnología.

¿Qué retos enfrentó al realizar la película?

Hedy Lamarr (centro izquierda) y George Antheil (centro derecha).
(Fotografías: Cortesía de Reframed Pictures ).

Encontrar la voz de Hedy fue el mayor reto. Comencé por leer el libro que ella había escrito llamado “Éxtasis y yo”. Pensé que era una autobiografía, pero pronto me enteré de que Hedy estaba tan indignada por el modo en que el escritor la presentaba en el libro, que lo demandó por 21 millones de dólares.

De modo que necesitaba otra fuente más fiable y tuve la gran suerte de encontrar las grabaciones de una entrevista que Fleming Meeks le había realizado a Hedy para la revista Forbes en 1990. Fue entonces que decidimos repensar el proyecto y permitir que Hedy contara su propia historia. Las grabaciones fueron realmente un regalo del cielo.

¿Por qué los inventores le resultan tan interesantes?

Me fascina el momento “eureka” de la invención y el hecho de que es diferente en cada inventor, pero realmente me molesta que solamente permitamos que un segmento de la población cree nuestro mundo. Debemos confiar en todas nuestras mentes más brillantes para crear un mundo capaz de enfrentarse al futuro. ¿Qué futuro nos espera si no podemos contar con un grupo de personas de todos los géneros para diseñarlo?

¿Por qué las mujeres inventoras no han sido reconocidas durante tanto tiempo?

Por alguna razón, muchas mujeres poderosas no han sido reconocidas. Recién estamos comenzando a darnos cuenta de cuán patriarcal es nuestra sociedad y los modos sutiles en que las mujeres o las personas de diversa procedencia son ignoradas o reconocidas parcialmente. Es posible que seamos nosotras mismas las que nos ponemos límites. Todas las mujeres del mundo deben recibir apoyo mientras adquieren más confianza en su capacidad de crear e innovar.

Me crie en una época en que estaba en la cresta de una ola que había sido creada por un maravilloso grupo de pioneras que me antecedieron. Yo formé parte de la primera clase de la Universidad de Harvard que tenía equilibrio de género. No lo sabíamos en el momento, pero mis compañeros y yo tuvimos un privilegio y una responsabilidad increíbles.

Notas sobre el sistema de comunicación por salto de frecuencia
desarrollado por Hedy Lamarr y George Antheil, que, según algunos,
podría haber acortado notablemente la Segunda Guerra Mundial.
(Fotografías:  Cortesía de Reframed Pictures).

Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Ni siquiera hemos comenzado a abordar los retos que enfrentan las mujeres con la maternidad o cuando envejecen, de modo que necesitamos nuevas revoluciones.

¿Es decir que no se ha avanzado lo suficiente?

Las personas creen que todo está mejorando, pero estamos retrocediendo. El número de mujeres que se dedican a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática está disminuyendo a nivel mundial.

La mayoría de nosotros no hemos pensado lo suficiente acerca del mundo que estamos inventando ahora mismo. Las tecnologías que estamos inventando en la actualidad son bastante benignas, pero en el futuro la tecnología podría regir nuestras vidas. Y, cuando eso suceda, ¿qué tipo de tecnología queremos tener? ¿Queremos que sea como nosotros? ¿Debería ser divertida, amable y empática? Si es así, debemos elegir al tipo de personas que puedan construir esa tecnología y diseñar el mundo en el que queremos vivir. Con demasiada frecuencia dejamos que un tipo de persona se encargue de todas nuestras invenciones y eso es extremadamente peligroso. Debemos alentar a todas las personas a diseñar el mundo en el que queremos vivir en el futur

¿Qué cambios desearía que se produjeran?

La invención debe ser más democrática. Cuando realicé la serie de televisión Innovators, quedó en evidencia que quienes inventan lo hacen para obtener dinero, generalmente de un empresario del estilo de los de Silicon Valley. No es de extrañar que esos empresarios apoyen a personas que les recuerdan a sí mismos cuando eran jóvenes. Pero eso significa que no se tiene en cuenta al resto de las personas que tienen ideas igualmente brillantes. Eso no es democrático, es meritocrático.

Hedy Kiesler, conocida como Hedy Lamarr, fue una inventora con un talento natural. A principios de la década de 1940, junto al compositor modernista George Antheil, desarrolló un sistema de guía de torpedos por medio de salto de frecuencia para las fuerzas aliadas. Cedió la patente a la armada de los Estados Unidos de América y, a pesar de que no la utilizaron, posteriormente esa tecnología sirvió de base para la tecnología de espectro ensanchado que está presente en muchos aparatos electrónicos que utilizamos todos los días. (Fotografías: Cortesía de Reframed Pictures).

¿Qué lecciones sobre la propiedad intelectual podemos extraer de la historia de Hedy Lamarr?

Su historia nos enseña lo importante que es conceder a alguien la titularidad de la propiedad intelectual (PI) para que pueda obtener una ganancia económica a partir de su invención, y lo importante que es reconocer sus logros. Incluso en la actualidad, muchos inventores no se benefician de su PI porque su gran genialidad no radica en la PI sino en otros aspectos. Si no comenzamos a cuidar realmente a nuestros inventores y asegurarnos de que se proteja su PI, cada vez menos gente se sentirá atraída hacia el campo de la invención. Es por ello que debemos repensar este modelo.

Usted fundó su propia empresa de producción, ¿qué la motivó a crearla?

Sentí la necesidad de romper con el modelo y fue la decisión más liberadora que he tomado. Nuestro objetivo en Reframed Pictures es replantear la conversación en torno a diversos temas y explorarlos desde una mirada diferente.

¿Qué papel desempeña la PI en su labor?

La PI es central para nuestra empresa. Sin ella, no podríamos crecer. Necesitábamos ser los titulares de los derechos sobre Bombshell; eso es algo bastante inusual para una documentalista independiente. Pero si el documental realmente le habla a la gente durante mucho tiempo, ¿por qué quienes lo hacen no pueden beneficiarse de ese éxito?

Fue extremadamente difícil obtener todos los derechos sobre Bombshell. Tan solo las películas de Hedy se llevaron la tercera parte de nuestro presupuesto y también tuvimos que conseguir los derechos sobre todos los fragmentos de película que el público ni siquiera advierte. Pero el proceso me pareció muy interesante. Me ayudó a entender mejor lo que realmente estábamos incluyendo en la película y, por supuesto, es una parte importante de la tarea del cinematógrafo.

¿Cuáles son sus planes para el futuro?

Estoy realizando una serie con PBS llamada Beautiful Minds sobre mujeres inventoras que realmente están cambiando el mundo, pero no han recibido el reconocimiento que merecen. También estoy realizando un documental acerca de Niki de Saint Phalle, una artista maravillosa que, al igual que Hedy, fue una adelantada de su época y pasó desapercibida. Además, estoy haciendo una serie de ficción sobre la Ley Seca en Napa.

¿Qué mensaje daría a las mujeres jóvenes que aspiran a crear?

Espero que las mujeres jóvenes que miren la película presten atención al mensaje de Hedy: si quieres lograr algo, hazlo. Sigue tu pasión. No solo por ti, sino para el beneficio de la sociedad, porque serás parte de ese nuevo grupo diverso de personas que configurará el mundo en que vivimos.

El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.