¿Se ha parado a pensar qué tienen en común un avión de combate, un auto de Fórmula 1 (F1) y un automóvil de pasajeros? Es muy probable que lo que les una sea el Dr. Arthur Bishop (1917-2006). A finales de la década de 1950, el Sr. Bishop adaptó la tecnología desarrollada inicialmente en los sistemas de dirección asistida que se utilizaban en los aviones de la II Guerra Mundial para aplicarla a los automóviles. A fin de llevar sus innovaciones al mercado, fundó la empresa AE Bishop Holdings Pty, Limited en 1957, que pasó a denominarse Bishop Technology Group Limited en 1999 y en 2011 se convirtió en filial de la empresa alemana GMH Stahlverarbeitung GmbH (GMHS) con el nombre de Bishop Steering Technology Pty Ltd (Bishop).
Desde sus humildes inicios en los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) y su traslado posterior a Sídney (Australia), Bishop ha sido una empresa de ingeniería pionera a nivel mundial que desarrolla sistemas y cremalleras de dirección y otras piezas conexas para la industria del automóvil. Su tecnología está incorporada en los autos de F1, las carreras de Indycar (la categoría de mayor nivel para los monoplazas en los EE.UU.) y en muchos de los automóviles deportivos más famosos del mundo. La tecnología de dirección asistida de Bishop, respaldada por una sólida cartera de propiedad intelectual (P.I.) y más de medio siglo de innovación, permite a los automóviles responder rápidamente a los cambios que se producen en la carga al desplazarse por diversas superficies, facilitando la conducción y haciendo que sea una experiencia más segura y agradable.
Al comienzo de la II Guerra Mundial, el Sr. Bishop se ocupó de rediseñar las partes del tren de aterrizaje de los aviones para la empresa Bristol Aeroplane y su trabajo dio lugar a dos innovaciones. En primer lugar, un mecanismo de amortiguación para las ruedas traseras de los aviones de combate que eliminaba la vibración y hacía los aterrizajes más suaves y cómodos. A partir de esa iniciativa exitosa, el Sr. Bishop inventó posteriormente un sistema de control de dirección de la rueda delantera de radio variable. Al finalizar la guerra, el empresario patentó su invención, la cedió en licencia a importantes empresas aeronáuticas de los EE.UU. y el Reino Unido e invirtió las regalías en investigación y desarrollo (I+D) a fin de aplicar la invención a los automóviles.
Confiando en la viabilidad de su innovación, el Sr. Bishop se dirigió a importantes fabricantes de automóviles de los EE.UU. y de Europa, e incluso estableció un laboratorio de I+D en Detroit (Michigan), el centro de la industria automovilística de los EE.UU. A pesar de esos esfuerzos, el inventor no tuvo éxito y regresó a Australia para seguir perfeccionando su invención. La labor adicional de I+D dio frutos, después que algunos fabricantes nacionales e internacionales comenzaran a utilizar la innovación del Sr. Bishop, el sistema de dirección asistida de piñón y cremallera de radio variable, en varios vehículos destinados al mercado australiano.
Pronto llegó el éxito internacional, y a medida que crecía la pyme del Sr. Bishop, este último veló por que la pequeña empresa prosiguiera su tradición de innovación basada en la I+D, lo que le permitió transformarla en una empresa líder del sector. A fin de mantener su ventaja competitiva, Bishop ha seguido efectuando inversiones estratégicas en sus activos físicos, intelectuales y humanos para garantizar el desarrollo de nuevas tecnologías.
En 1997, la tecnología de Bishop recibió un notable impulso gracias a la beca START de I+D que le concedió el gobierno federal australiano. La beca está concebida para estimular el crecimiento de las pymes. Bishop invirtió el montante de la beca en material para las actividades de I+D de la empresa y en la contratación de nuevo personal especializado, entre otros, abogados de patentes.
Posteriormente, la empresa creo unas instalaciones de I+D de 2600 m2 dotadas de todo tipo de maquinaria avanzada, que ofrecía unos equipos de nivel mundial. Las instalaciones están equipadas, por ejemplo, de una amplia gama de centros de control numérico por computadora que se encargan de las tareas de mecanizado. Estos centros están administrados por un equipo de ingenieros especializados y altamente cualificados, gracias a lo cual Bishop es un centro de excelencia en investigación de precisión, desarrollo de componentes precisos y diseño de software.
Bishop se ha basado en una política de inversiones anuales en I+D de millones de dólares australianos, que ha sido posible gracias a la sólida cartera de P.I. de la empresa. Esta inversión se emplea en el diseño de componentes originales, en investigaciones y en pruebas de prototipos destinados a validar su viabilidad comercial. Este enfoque ha garantizado la puesta a punto de productos de rendimiento superior a un costo de producción mínimo. Por ejemplo, cincuenta años después de la creación de su primer sistema de dirección de piñón y cremallera, Bishop puso a punto una variante especial del sistema, denominada ActivRak, que ofrece todas las ventajas de la invención original así como una respuesta más rápida al movimiento de dirección, lo que ofrece ventajas importantes en la dinámica del vehículo.
En una entrevista realizada en 1982, al hablar de la P.I. el Sr. Bishop dijo: “El sistema de patentes desempeña una función esencial para el innovador.” Esta opinión ha sido fundamental en los éxitos obtenidos por Bishop durante toda su historia. Al principio, el empresario descubrió la importancia que tenía no solamente el desarrollo de un nuevo producto, sino también el proceso de fabricación y los equipos consiguientes. En cada etapa del proceso de I+D, el Sr. Bishop y su equipo presentaron solicitudes de patente para proteger sus ideas. Al poner a punto y patentar esas innovaciones complementarias, Bishop ha logrado aprovechar al máximo la concesión de licencias, las empresas conjuntas y las alianzas. Los ingresos obtenidos de ellas se vuelven a invertir en I+D para desarrollar nuevas tecnologías e innovaciones.
Una de las primeras patentes otorgadas al Sr. Bishop fue la de la tecnología de dirección asistida de piñón y cremallera de radio variable que perfeccionó en 1958. Desde entonces, Bishop ha presentado más de 500 solicitudes de patente, de las cuales se han registrado más de 100. El sistema de dirección de piñón y cremallera de la empresa, una de sus invenciones más exitosas, es objeto de una solicitud PCT (Tratado de Cooperación en Materia de Patentes). La válvula de dirección asistida ATS de Bishop y el VARIATRONIC de Bishop, un mecanismo de dirección asistida sensible a la velocidad, son otros ejemplos de los registros de patentes y del éxito innovador de la pyme. Bishop ha utilizado de manera prodigiosa el Sistema del PCT para presentar solicitudes internacionales de patente y obtener la protección por patente de más de sesenta tecnologías y procedimientos en muchos mercados internacionales.
Además de las patentes, la empresa cuenta con un largo historial de protección estricta de sus innovaciones en calidad de secretos comerciales, divulgándolos únicamente cuando se considera que están listos para ser objeto de una solicitud de patente. La divulgación plena en el documento de patente se considera importante para hacer valer los derechos de patente de la pyme, especialmente a nivel internacional.
Al principio, Bishop se basó en una estrategia sencilla para llevar sus invenciones al mercado: crear nueva P.I. y cederla en licencia a las partes interesadas. Esta estrategia convenía a la pyme, pues en lugar de emplear recursos y tiempo en la fabricación física de los productos, la empresa, que era relativamente pequeña, podía centrarse en la creación y el desarrollo de una serie continuada de innovaciones que compitieran a nivel internacional. Esta estrategia resultó fructífera, puesto que una vez que Bishop cerró el trato con su primer licenciatario, un importante fabricante de automóviles del Japón, logró atraer a otros muchos licenciatarios de todo el mundo.
Al seguir usando esta estrategia a lo largo de gran parte de su historia, Bishop explotó estratégicamente a sus licenciatarios, aprovechando plenamente las alianzas empresariales y adaptando los contratos a las necesidades del entorno empresarial prevalente. Al comienzo, Bishop concertó acuerdos exclusivos de licencia con varias empresas, una estrategia que generaba elevados ingresos por regalías. Sin embargo, a medida que las innovaciones de Bishop pasaban a ser aceptadas en el sector y estaban más disponibles en el mercado, la empresa renegoció las licencias para que no fueran exclusivas, lo que le permitió ampliar enormemente la base de usuarios de su tecnología. Por ejemplo, el contrato de licencia concertado en 2004 entre Bishop y Chongqing Changfeng Machinery Company Limited (Changfeng), uno de los principales proveedores de engranajes de dirección de la República Popular de China (China), permitió a la empresa producir válvulas de dirección hidráulica muy avanzadas para el mercado chino e internacional.
A medida que crecía la empresa, Bishop tomó la decisión de efectuar un cambio en su modelo operativo. La pyme deseaba participar más en la industrialización y comercialización de su P.I., en lugar de limitarse a cederla en licencia a otras empresas. Con tal fin, en 1997 Bishop firmó un acuerdo de empresa conjunta con la división de dirección asistida de Mercedez‑Benz, una gran empresa de automoción radicada en Alemania, a fin de comercializar la tecnología de dirección asistida de Bishop.
El acuerdo suscrito con Mercedez-Benz dio paso a la introducción de la invención ActivRak, creada por la pyme en 2008. En 2000, Daimlyer Chrysler AG se hizo con el 30% de la participación accionarial en Bishop, lo que facilitó en último término la puesta en marcha de ActivRak. Estas iniciativas superaron las expectativas de la empresa, y como consecuencia Bishop siguió adoptando una nueva estrategia que combinaba las licencias y las iniciativas más directas de comercialización, entre las que figuraba la suscripción de acuerdos de empresa conjunta con fines estratégicos. Este método ha permitido a la pyme capturar un mayor valor a partir de su P.I., llegar a más mercados y comprender más cabalmente todos los elementos del proceso de la innovación, desde los primeros prototipos hasta el producto final.
Debido a esa estrategia y a un espíritu de creatividad e innovación, Bishop ha podido comercializar su tecnología en una serie de aplicaciones de vehículos de motor en todo el mundo, desde los coches de carreras de F1 hasta los automóviles corrientes. Entre las principales iniciativas de comercialización de la pyme figuran el desarrollo, la concesión de licencias y la fabricación de sistemas de dirección, cremalleras y piezas. Además, Bishop pone a punto prototipos, equipos de producción y servicios de apoyo para componentes y ensambles de dirección especializados.
En 2014 Bishop contaba con más de 50 años de experiencia en el desarrollo, protección y comercialización de P.I., y la empresa se ha valido de ello para diversificar los productos y servicios que ofrece. Por ejemplo, la pyme presta asistencia a sus clientes a la hora de fomentar su propia P.I. y aprovechar al máximo la posición del cliente y la estrategia empresarial. Esta diversificación ha hecho de Bishop un proveedor de innovación, productos y servicios de dirección en el sector de la tecnología automotriz. Desde el desarrollo y concepción de la idea hasta la comercialización y la protección de la P.I., el amplio grado de experiencia, actividades de I+D y gama de expertos internos de Bishop (como los ingenieros y los abogados de patentes) han garantizado el éxito de los productos y servicios de la empresa.
Un factor esencial en la estrategia empresarial de Bishop a lo largo de su historia ha sido el uso estratégico de las alianzas. Un tipo importante de alianza han sido los acuerdos de empresa conjunta, mediante los que la pyme ha podido desarrollar nuevos activos de P.I. a la vez que velaba por mantener la viabilidad comercial. Además, los acuerdos de empresa conjunta han permitido a la empresa acceder a la fabricación (al aprovechar los recursos de sus asociados) y a nuevos mercados.
Pocos años después de la alianza con Mercedes-Benz, que dio buenos resultados, la empresa anunció que suscribiría al menos otros tres acuerdos de empresa conjunta en los años siguientes por un valor de más de 100 millones de dólares australianos. Esas inversiones permitieron a Bishop acelerar la puesta en marcha de proyectos existentes a la vez que emprendía nuevos proyectos, aumentando su capacidad para crear nuevas tecnologías mientras seguía funcionando como proveedor independiente en el mercado mundial.
Bishop también se asoció con los fabricantes de programas informáticos de Adams, el software de dinámica de sistemas multicuerpo más utilizado en el mundo que simula situaciones de física real y ayuda a los ingenieros en el estudio de la dinámica de las partes móviles para el diseño y el análisis de los sistemas mecánicos. La alianza dio lugar a una nueva serie de herramientas informáticas que se han utilizado de manera general en la industria de la automoción para la puesta a punto de nuevos vehículos empleando la realidad virtual.
Quizá la alianza más importante suscrita por la pyme haya sido la adquisición de Bishop por parte de GMHS en 2011. GMHS es una filial de la empresa siderúrgica Georgsmarienhütte Holding GmbH (el Grupo GMH), y un destacado fabricante mundial de material especializado para cremalleras de dirección. Al sumarse al Grupo GMH, Bishop colabora estrechamente con GHMS y sus empresas y asociados conexos, lo que le ofrece importantes activos en la concepción y el desarrollo de nuevas innovaciones de sistemas de dirección. Actualmente, Bishop funciona en calidad de filial y sigue manteniendo el nombre y el espíritu de la empresa, y ha podido aumentar sus capacidades técnicas y de fabricación gracias a la adquisición.
La tecnología de vanguardia, las importantes inversiones en I+D, la rigurosa actividad de patentamiento y gestión de la P.I., las alianzas prudentes y las iniciativas estratégicas de comercialización de Bishop han dado lugar al impresionante éxito comercial de la empresa. En 2000, la empresa logró unos ingresos anuales superiores a los 44 millones de dólares australianos, un 27% más en relación con el año anterior.
La empresa y sus asociados generan otros ingresos gracias a la gestión eficaz de la P.I. de la pyme, que comprende más de 100 patentes otorgadas en todo el mundo que producen anualmente millones de dólares australianos en regalías. Por ejemplo, la licencia suscrita con Changfeng valía más de 5 millones de dólares australianos y permitió a Bishop introducirse en nuevos mercados de rápido crecimiento. Entre los licenciatarios figuran algunas de las empresas de automoción y aeronáutica más grandes de todo el mundo, como Ford Motor Company, Mercedes-Benz y TRW Australia.
El mantenimiento de una fuente de ingresos diversificados ha hecho posible que la empresa desarrolle nuevas innovaciones, llegue a nuevos mercados y atraiga en último término a un asociado importante (GMHS) que contribuye a velar por el buen hacer de la empresa. En 2014, más del 23% de todos los vehículos fabricados mundialmente cada año contenían piezas construidas con arreglo a la tecnología de Bishop, y la empresa está presente en importantes mercados de la automoción de Europa, Norteamérica, Asia y Oceanía.
Además de los buenos resultados financieros, los logros de Bishop han sido reconocidos a nivel internacional en numerosas ocasiones. En 2008, la empresa obtuvo el premio BorgWarner Louis Schwitzer por su innovación ActivRak, aplicada a los automóviles de carreras de IndyCar. El año siguiente, la pyme recibió el premio a la excelencia en ingeniería de la división de Sídney de la organización Engineers Australia.
Al inspirarse en el sistema de dirección de los antiguos aviones de combate y adaptarlo a los nuevos usos de los automóviles deportivos y de pasajeros, Arthur Bishop cambió el rumbo de la historia del automóvil para adentrarse en un sendero de creación propia. Camino del éxito, Bishop ha viajado de la mano de las patentes, el personal experto, las alianzas estratégicas, los activos de P.I. y la adquisición por parte de una destacada empresa mundial, lo que se ha traducido en nuevas oportunidades para un futuro de innovación constante.
Este estudio de caso se basa en información tomada de: