Transformar campos de minas en patios de recreo

  • Nombre: Yamanashi Hitachi Construction Machinery Co., Ltd.
  • País / Territorio: Japón
  • Derecho(s) de PI: Patentes
  • Fecha de publicación: 4 de abril de 2011
  • Última actualización: 16 de septiembre de 2015

Antecedentes


El Sr. Amemiya, un ingeniero e inventor de equipos de desminado, comparte
su experiencia en el ámbito de la P.I.

Las Naciones Unidas creen que hay más de 110 millones de minas activas enterradas en 70 países e idéntico número de minas almacenadas en todo el mundo a la espera de ser colocadas, y más de 20.000 personas mueren o quedan mutiladas a causa de estallidos de minas en un solo año, o lo que es lo mismo, una persona cada 20 minutos. Muchos expertos creen que se tardaría más de 1.100 años en eliminar las minas de todo el mundo, siempre y cuando no se coloquen más. El Sr. Kiyoshi Amemiya, presidente de Yamanashi Hitachi Construction Machinery Co., Ltd. (Yamanashi Hitachi), es un ingeniero que ha dedicado su vida a erradicar las minas terrestres con sus invenciones.

A los 23 años, el Sr. Amemiya aprovechó su experiencia previa en una empresa de maquinaria de construcción de Tokio para fundar una fábrica de mantenimiento para maquinaria de construcción en la ciudad de Yamanashi (aproximadamente 100 kilómetros al oeste de Tokio) en 1970. Diez años más tarde, su fábrica se convirtió en distribuidor y fábrica autorizada de Hitachi Construction Machinery Co., Ltd. (Hitachi). En 1990, pasó a ser un concesionario de Hitachi y, posteriormente, adoptó el nombre Yamanashi Hitachi.

En 1994, el Sr. Amemiya visitó Camboya con objeto de promocionar los equipos de la empresa para la reconstrucción del país tras la larga guerra civil; sin embargo, advirtió que aún no era el momento adecuado para hacer negocios. En vez de eso, el Sr. Amemiya conoció a muchas víctimas de minas terrestres, entre ellos, niños y ancianas sin pies o sin manos. Una mujer mutilada se le acercó y le dijo "Usted es japonés. Haga algo. Por favor, ayúdenos". Esas palabras le conmovieron y, por eso, se decidió a desarrollar una tecnología que combatiera las minas terrestres y devolviera la seguridad a la tierra para que los niños pudiesen jugar sin temor.

Investigación y desarrollo


Se ha presentado una solicitud de patente con arreglo al PCT para el método y aparato de detonación de minas terrestres con cuchillas giratorias (fotografía: OMPI/Sola).

Tras su visita a Camboya, el inventor formó un equipo del proyecto compuesto por seis personas, contando con él, para desarrollar una máquina de desminado. Para no obstaculizar la principal actividad comercial de la empresa, el equipo desempeñaba la labor de investigación y desarrollo (I+D) fuera del horario normal de oficina. Cuando comenzó la investigación, el Sr. Amemiya ya tenía en mente construir una máquina basada en una excavadora hidráulica, pero se encontró varios desafíos técnicos, entre ellos, que fuera resistente a la onda expansiva y a una temperatura de 1.000 grados Celsius. Desde 1995 hasta 1998, visitó Camboya más de 20 veces para escuchar las preocupaciones de las personas e identificar las necesidades sobre el terreno. Las peticiones de las comunidades locales le condujeron a la invención y el desarrollo de una máquina que tuviera dos propósitos: el desminado y el cultivo de la tierra.

En 1998, el Sr. Amemiya y su equipo finalizaron el primer prototipo de desminado, un vehículo pesado equipado con acero duro, cristal blindado y cuchillas giratorias, capaz de excavar el terreno y detonar las minas terrestres presentes, mientras que, simultáneamente, cultivaba la tierra. La invención del Sr. Amemiya terminó con el método de desminado convencional: detectar una mina terrestre con un detector de metales y desenterrarla del suelo manualmente para, a continuación, colocar un artefacto explosivo sobre ella y detonarla en el lugar en el que se encuentre. Las pruebas iniciales en materia de eficacia de la resistencia a la onda expansiva, funcionalidad y seguridad de la máquina se realizaron en Camboya con buenos resultados. No obstante, a pesar de su intención humanitaria, el Sr. Amemiya se enfrentó a retos en lo que concernía al suministro de sus equipos de desminado en el extranjero. Dada la naturaleza de la invención, se alegó que sus exportaciones entraban en conflicto con los principios nacionales del Japón de prohibir la exportación de “armas”.


El aparato de detonación de minas terrestres con manguales detona minas terrestres antitanque por medio de un tambor grande equipado con una serie de cadenas que golpean el suelo mientras cultiva la tierra con un roturador situado en la parte trasera del vehículo (fotografía: OMPI/Sola).

Tras una negociación de dos años con el Gobierno del Japón, en 2000, el Sr. Amemiya obtuvo permiso para proporcionar, como parte del programa de asistencia humanitaria del Japón, dos máquinas de desminado para el Centro de desminado de Camboya (CMAC por sus siglas en inglés) y una para los asesores técnicos afganos, que es una de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan bajo los auspicios del Programa de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas en el Afganistán. El año siguiente, se suministraron 20 máquinas de desminado al Gobierno de Viet Nam.

Tras recabar cierta experiencia sobre el terreno, se determinó que el equipo de desminado con cuchillas giratorias era eficaz para detonar minas terrestres antipersonal, pero era vulnerable a las minas terrestres antitanque. El Sr. Amemiya prosiguió la investigación y, en 2003, desarrolló una máquina de desminado con manguales que empleaba un tambor grande equipado con una serie de cadenas que golpean el suelo. Se llevaron a cabo exhaustivas pruebas con resultados satisfactorios tanto en el Afganistán como en Camboya. Las invenciones del Sr. Amemiya están hechas a la medida a fin de eliminar de forma eficaz las minas terrestres colocadas en accidentes geográficos muy diferentes, desde ríos y zonas embarradas, hasta desiertos, montañas y zonas con arbustos.

En el momento de la entrega, el Sr. Amemiya y los técnicos de Yamanashi Hitachi se desplazan hasta el país que corresponda para proporcionar formación al personal local acerca del uso y el mantenimiento del equipo, con miras a que puedan realizar las labores de automantenimiento sobre el terreno. Entre 2000 y 2011, Yamanashi Hitachi proporcionó 70 máquinas de desminado a siete países: el Afganistán, Angola, Camboya, Colombia, Nicaragua, Tailandia y Viet Nam.


Un tambor equipado con cuchillas giratorias permite excavar la tierra y detonar las minas terrestres antipersonal sobre el terreno (Nº de solicitud: 2003-33773, Biblioteca Digital de Propiedad Industrial).

Patentes

El Sr. Amemiya protege sus invenciones con patentes y, actualmente, posee 15 patentes en el Japón. Su primera solicitud de patente se presentó en 1997 en la Oficina Japonesa de Patentes (JPO por sus siglas en inglés) para un dispositivo de exploración y aparato de detonación de minas terrestres con cuchillas giratorias. En 1998, se presentó una segunda solicitud en la JPO para un método de desactivación de minas terrestres y aparato de detonación de minas terrestres con cuchillas giratorias. Para estas tecnologías y métodos, también se presentó una solicitud internacional en el sistema del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), y accedió a la fase nacional o regional en el Canadá, los Estados Unidos de América y los Estados miembros de la Oficina Europea de Patentes (OEP).

En 1999, se presentó una solicitud en la JPO para un aparato de detonación de minas terrestres y cultivo de tierra agrícola. En 2002, se presentaron dos solicitudes en la JPO para un aparato de detonación de minas terrestres y recolección de arbustos, y un aparato de detonación de minas terrestres con cuchillas giratorias. En 2003, se presentaron cuatro solicitudes nacionales para dos máquinas de detonación de minas terrestres con cuchillas giratorias, un sistema y método de control para aparato de detonación de minas terrestres, y un aparato de detonación de minas terrestres con manguales. En 2004, se presentaron otras dos solicitudes nacionales para una máquina de detonación de minas terrestres con cuchillas giratorias y manguales, y una máquina de detonación de minas terrestres con manguales. En 2006, se presentaron cuatro solicitudes en la JPO para aparatos de detonación de minas terrestres con manguales.

Financiación

El desminado es una actividad prolija y cara. Se dice que la fabricación de una mina terrestre tan solo cuesta 3 dólares EE.UU., pero su remoción puede llegar a costar 1.000 dólares EE.UU. Durante el período de 1995 a 2007, el déficit total del negocio de equipos de desminado de Yamanashi Hitachi alcanzó los 750 millones de yenes japoneses (aproximadamente 8,8 millones de dólares EE.UU.), el cual tuvo que compensarse con el superávit de la principal actividad comercial de la empresa: la reparación, el mantenimiento y la venta de maquinaria de construcción.

Cuando Yamanashi Hitachi se convirtió en filial de Hitachi, las operaciones de la empresa se reforzaron y sus oportunidades empresariales se ampliaron por medio de la red mundial de Hitachi. Hitachi también respaldó las operaciones y los equipos de desminado del Sr. Amemiya como una de las actividades fundamentales del grupo en materia de responsabilidad social de la empresa. Las actividades de I+D de las máquinas de desminado también recibieron el apoyo financiero de la Organización para el Desarrollo de Nuevas Energías y Tecnología Industrial (NEDO por sus siglas en inglés), el organismo público de gestión del Japón que fomenta la I+D. Finalmente, a petición de los países beneficiados, la asistencia oficial para el desarrollo del Japón se emplea para solicitar la producción de máquinas de desminado a Yamanashi Hitachi.


En la fase final, tras el paso de la máquina de desminado, se examina el terreno mediante un detector de minas terrestres o con la ayuda de un perro (Nº de solicitud: 2006-84636, Biblioteca Digital de Propiedad Industrial).

Resultados empresariales

El momento crucial del negocio de equipos de desminado fue cuando el Sr. Amemiya pudo entregar la primera máquina a Camboya como parte del programa de asistencia humanitaria del Japón en 2000, transcurridos seis años de su primera visita al país, y poco después de que entrara en vigor la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción (el Tratado sobre la prohibición de las minas), en 1999. El Sr. Amemiya también ha aparecido en diversos programas de televisión, periódicos y revistas desde mediados de la década de 2000. Ha recibido varios galardones, entre ellos, el premio Monozukuri concedido por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (METI por sus siglas en inglés) del Japón; el Premio de Filantropía del Japón; el galardón DEVNET; una medalla del Primer Ministro de Camboya; y un mensaje de agradecimiento del Vicepresidente de Colombia.

En Camboya, gracias al equipo de desminado del Sr. Amemiya, se estima que se han eliminado más de 400.000 minas terrestres, y que más de 220 kilómetros cuadrados de tierra se han transformado en zonas seguras, como patios de recreo, campos de arroz y campos de girasoles. En Nicaragua, se cultivaron campos de naranjos después de utilizar las máquinas, y se calcula que en ellos se producen 600.000 cajas de naranjas al año, lo que genera 1,5 millones de dólares EE.UU. en exportaciones. Se prevé que se planten palmeras y cafetos en regiones montañosas de Colombia, donde se entregaron dos máquinas de desminado en 2010 a petición del Gobierno de Colombia.

Toda una vida dedicada a la misión humanitaria

El éxito de los equipos de desminado radica en el firme deseo del Sr. Amemiya de brindar un entorno más seguro a la gente que vive cerca de campos de minas, y en su enfoque exhaustivo de I+D para atender las necesidades locales. Gracias al respaldo de una actividad comercial principal, la empresa desarrolló innovadoras tecnologías que aumentaron drásticamente la velocidad y la seguridad de aquellos que eliminan minas terrestres, así como la calidad de los medios de vida de los residentes en las regiones afectadas. La protección de las invenciones por medio de patentes facilitó el establecimiento de la reputación y credibilidad del fundador como pionero en el desarrollo de equipos de desminado, lo cual le brindó un abanico de oportunidades más amplio para llevar a cabo su misión humanitaria.