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La industria cinematográfica egipcia apuesta por el futuro – Adel Adeeb

Junio de 2008

Por Bhamati Viswanathan

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Adel Adeeb tras la cámara.
(Fotos: Good News Group)

A continuación ofrecemos un resumen de la semblanza del cineasta egipcio Adel Adeeb que ha trazado Bhamati Viswanathan para el Creative and Innovative Economy Center (CIEC)de la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington.  En este perfil se destaca la agudeza empresarial de Adel Adeeb, que ha sabido explotar nuevas vías de financiación para sus proyectos creativos. La Srta. Viswanathan redacta actualmente su tesis doctoral en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania.

La industria cinematográfica egipcia se distingue por ser un sector consolidado y de gran éxito, aunque también incierto y sujeto a rápidos cambios.  Existe una tradición de grandes producciones cinematográficas que un público habituado aguarda con impaciencia, por lo que el cine egipcio cuenta con una de las mayores tasas de asistencia de todo el mundo árabe. Sin embargo, la industria afronta una serie de desafíos constantes.

La financiación es una preocupación primordial para los cineastas egipcios, ya que todos ellos se ven obligados a recabar el dinero que necesitan para sus producciones. Cada vez resulta más difícil obtener financiación suficiente para cubrir el caché de los actores del sólido star system egipcio y el aumento imparable de los costos técnicos y laborales.  Aunque el abanico de fuentes de ingresos se ha ampliado con la diversificación de los canales de distribución (estreno en salas de exhibición, derechos de televisión y, a largo plazo, derechos conexos, como los derivados de la publicación en DVD y DHD, etc.), el volumen de ingresos generado no ha crecido sino lentamente, y sólo se logra aprovechar plenamente todas las fuentes cuando la película obtiene un éxito rotundo.

Al ser grandes los costos iniciales e inciertos los ingresos futuros, los cineastas egipcios han tenido que recurrir a un pequeño e inveterado círculo de productores adinerados, que tienen acceso a diversas fuentes de financiación y gozan de una posición estable en la industria cinematográfica.  El carácter del sector está profundamente marcado por un reducido grupo de grandes empresarios, muchos de los cuales ejercen a un tiempo las funciones de creador, productor, distribuidor, promotor, arrendador de salas de exhibición y gestor de derechos secundarios.

La visión del creador

Adel Adeeb es uno esos grandes empresarios.  Miembro de una de las más destacadas dinastías del sector cinematográfico, aprendió desde su infancia a desempeñar ese papel polifacético.  Es el fundador del Good News Group, un floreciente y prestigioso grupo de medios de comunicación impresos, audiovisuales, y de Internet, con sede en El Cairo.  Es, sin embargo, la rama de producción cinematográfica del grupo la que ha alcanzado una especial notoriedad al generar películas atractivas que han obtenido una gran aceptación entre el público y la crítica.

Tres de las últimas películas de Adeeb han sido grandes éxitos de taquilla.  El edificio Yacobián, basada en la novela superventas del novelista egipcio Alaa el-Aswany, fue la primera película egipcia nominada al Oscar y obtuvo apoyo internacional antes de su estreno.  La película recrea con esmero diversos modos de vida egipcios y aborda con franqueza muchos problemas de actualidad.  Morgan Ahmed Morgan es una saga familiar que combina hábilmente lo dramático con lo cómico.  Por su parte, The Baby Doll Night es una historia provocativa narrada de un modo que nunca antes se había intentado en Egipto.

Las tres películas rebasaban con mucho el ámbito temático habitual en las películas de éxito —sentimentalismo, dramatismo atemperado, o comicidad fácil—, y, además de ser originales, han logrado calar profundamente en el público egipcio y árabe en general.

La agudeza del empresario

La creatividad de Adeeb está acompañada de una penetrante visión empresarial.  Su estrategia financiera abarca cuatro grandes vías:

  • financiación interna mediante fuentes de ingresos propias;
  • financiación externa mediante coproducción o inversión exterior;
  • acuerdos de licencia de televisión y nuevos medios;
  • generación de nuevas fuentes de ingresos mediante la distribución internacional de contenidos.

Estas estrategias son propias de los cineastas de todo el mundo.  Sin embargo, es la enérgica exploración de canales nuevos y no explotados hasta ahora dentro de esas vías clásicas de financiación lo que distingue el espíritu particularmente emprendedor de Adeeb.

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The Baby Doll Night se proyectó en el Festival de Cannes de 2008.

Adel Adeeb goza de la importante ventaja de poseer una empresa diversificada y estable que aporta fondos propios.  El Good News Group engloba varios de los principales periódicos y revistas en lengua árabe, un destacado portal de Internet en ese mismo idioma y empresas asociadas dedicadas a tareas de distribución.  La posesión de canales de distribución propios garantiza la preeminencia de los productos del grupo en el mercado:  las numerosas cadenas de salas de exhibición del grupo controlan las pantallas de las principales ciudades, con lo que se asegura que las películas del grupo se exhiban en los mejores horarios.  Al controlar los estudios de rodaje, las instalaciones de producción y los puntos de distribución, el Good News Group tiene el peso suficiente para permitir que Adeeb asuma los riesgos ligados a la producción de películas innovadoras.

No obstante, el incremento imparable del costo de la producción cinematográfica está forzando a Adeeb a buscar financiación externa.  Si El edificio Yacobián costó aproximadamente 3,9 millones de dólares, el costo de la producción de Morgan Ahmed Morgan ascendió a 4,9 millones, y el de The Baby Doll Night alcanzó la cifra astronómica (para Egipto) de 6,3 millones de dólares.  Adeeb podía financiar con fondos propios las películas de un costo inferior a 4 millones de dólares, pero hace tiempo que se superó esa cota.  No obstante, el éxito alcanzado le permite atraer a inversores extranjeros que se proponen entrar en el sector.  Las tácticas que ha adoptado en relación con los patrocinadores extranjeros son relativamente novedosas para los cineastas egipcios.  Ha obtenido la calificación crediticia de triple A concedida por el banco HSBC, y se propone lanzar una oferta pública inicial de acciones del Good News Group en el mercado de valores de los Emiratos Árabes Unidos, algo que jamás ha hecho una productora cinematográfica egipcia.

Su segunda táctica consiste en proponer coproducciones, tanto de películas egipcias como extranjeras, a los productores extranjeros.  Por el momento, la coproducción está aún en sus primeros pasos y todavía no se ha obtenido la aquiescencia de los asociados del Golfo para iniciar ese tipo de actividades.

El Good News Group obtiene pingües ingresos de sus redes de salas de exhibición de películas.  Con el fin de complementar ese tipo de ingresos, Adeeb está tratando de adquirir una cuota significativa en el mercado de derechos televisivos.  Actualmente, la televisión es un canal esencial para la distribución de las películas egipcias, tanto dentro el país como en el extranjero.  Adeeb se propone aprovechar esa circunstancia vendiendo derechos de televisión a los grandes organismos de radiodifusión televisiva de Egipto y el Golfo.  Adeeb ha observado que las emisoras de televisión tienen un apetito insaciable de largometrajes.  Dado que la industria cinematográfica egipcia produce aproximadamente 60 películas al año, cualquier gran cadena de televisión podría comprar y emitir todas las películas del mercado en un solo año.

La asignación de los derechos de P.I.

Uno de los desafíos que afronta actualmente Adeeb es el de asignar los derechos de propiedad intelectual (P.I.) sobre su cada vez más nutrido catálogo de películas. Aunque en sus anteriores obras Adeeb ha tratado de conservar todos los derechos de P.I., las emisoras de televisión, en particular, se han lanzado a la adquisición de los derechos sobre las películas después de su estreno.  Gracias a los abundantes recursos económicos de que disponen, los grandes organismos de radiodifusión televisiva han logrado hacerse con un número cada vez mayor de títulos cinematográficos egipcios.  Es probable que estas empresas ofrezcan a Adeeb la adquisición global de todos los derechos de P.I., ya sea para la difusión de las películas en Egipto, el Golfo, o el resto del mundo.

La venta de los derechos de P.I. no tiene por qué suponer un problema si está adecuadamente remunerada.  No obstante, al vender esos derechos Adeeb podría renunciar a la futura explotación de las obras por canales que todavía no se han desarrollado completamente, como la difusión por teléfono móvil o Internet.  Además, si los ingresos percibidos por Adeeb están supeditados a los que obtenga el adquirente de los derechos, Adeeb corre el riesgo de que éste último no explote todos los canales de distribución con la misma intensidad con que él mismo trataría de hacerlo para obtener ingresos.

El que paga, manda

Adeeb se dispone a emprender nuevos y ambiciosos proyectos creativos. Sin embargo, tras haber abierto la puerta a las alianzas con asociados externos, es probable que resulte menoscabada la completa autonomía de que gozaba cuando la iniciativa estaba financiada sólo por el Good News Group.  Los inversores quizá exijan mayor transparencia financiera.  Es posible que también reclamen tener voz y voto en lo que respecta a la inversión de los fondos, la asunción de riesgos, la proporción entre distribución en salas de exhibición y derechos de televisión, etc.  Como cualquier otro empresario, Adeeb habrá de determinar en qué medida está dispuesto a permitir que agentes externos decidan el camino que debe seguir.

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Adel Adeeb nos habla de la P.I.

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El edificio Yacobián fue la primera película egipcia nominada al Oscar.

 

Dos semanas después de la proyección de su película The Baby Doll Night en el Festival de Cannes, la Revista de la OMPI mantuvo una breve entrevista con Adel Adeeb para hablar sobre el valor de la propiedad intelectual en la industria cinematográfica.

En qué medida necesitó conocer los derechos de P.I. para formar el Good News Group?

Tener un conocimiento irreprochable de la P.I. es fundamental al iniciar un negocio, en particular si se trata de una productora cinematográfica.  La piratería y otros tipos de infracciones de los derechos pueden perjudicar gravemente la reputación de una película y los ingresos derivados de ella, así como el prestigio de la productora.  Por ejemplo, hace unas semanas, después del estreno de El edificio Yacobián, aparecieron muchos enlaces hacia sitios Web que afirmaban tener la película.  Gracias a nuestro departamento de T.I., que está muy atento a esta cuestión, se cerraron todos esos sitios.  También hubo otro incidente con los vendedores callejeros de las zonas más populosas de El Cairo, como Ramsis e Isaaf, que vendían copias piratas de la película en DVD.  Se denunció a esos vendedores ante las autoridades y se puso fin a ese tipo de venta.  Pero no hay ningún modo de conseguir una "protección" completa contra ese tipo de robo, porque la tecnología evoluciona a tal velocidad que no se puede controlar todo.  Hacemos todo lo que podemos.

Cuáles son los tipos de derechos de P.I. que más ingresos le permiten obtener de sus películas?

Los derechos videográficos.  Una película se estrena en los cines y seis meses después sale en vídeo, DVD, etc.

Esta podría ser una gran fuente de ingresos, pero la piratería de Internet es un formidable obstáculo que puede reducir los ingresos a la mitad.  Mientras que en el extranjero el mercado de DVD puede reportar más ingresos que la exhibición en salas, en Egipto ese mercado es prácticamente inexistente.  El costo de un DVD es demasiado alto para un público que puede descargar la película gratuitamente por Internet.   Muy pocos pagarían más de 100 libras egipcias (aproximadamente 20 dólares estadounidenses) cuando pueden obtener una película casi perfecta descargándola de Internet.

El proceso normal consistiría en que, seis meses después de la publicación en DVD, la película se emitiera por televisión, lo cual también constituye una gran fuente de ingresos, pero la piratería por Internet también retrasa ese proceso, lo que hace que disminuyan los ingresos.  Por eso, cuando se comienza a la producir la película, los derechos de televisión se venden junto con todos los demás, a fin de poder garantizar un mínimo de ingresos antes incluso de que la película llegue a las salas de exhibición.

Cómo ve la evolución de la industria cinematográfica árabe?  ¿Hay espacio para nuevos participantes?

Creo que la evolución es muy positiva.  Hay una nueva generación de cineastas jóvenes que está obteniendo el reconocimiento que merecen, tanto en sus países como en el extranjero.  En mi opinión, aunque sufre los problemas habituales (películas vulgares y de mala calidad), el mercado del cine está mejorando poco a poco.  La calidad de la producción de las películas está aumentando de modo lento pero constante y, lo que es más importante, el contenido es cada vez más interesante y está más vinculado al mundo real de ayer y de hoy.  El Good News Group está muy interesado en descubrir y apoyar a nuevos talentos que aporten un gusto nuevo y un estilo diferente a este mercado.  Un ejemplo claro es el joven Marwan Hamed, el director de El edificio Yacobián.  Otro es Rami Abdel Jabbar, que dirigirá un largometraje titulado House of Flesh (Biet Min Lahm).

Qué consejo daría a un joven que se proponga ser cineasta en Egipto?

Que sea profesional y que comprenda que ahí fuera hay un mundo que arde en deseos de conocer el nuestro, y que nuestras películas deben reflejar lo bueno y lo malo.  Asimismo, que se esfuerce por conseguir guiones y actores de la mejor calidad.

Por Sylvie Castonguay, Redacción de la Revista de la OMPI, División de Comunicaciones y Sensibilización del Público
Agradicimientos: Nour El Tony, Head, Sales and Marketing, Good News Group.

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