Los Premios Mundiales de la OMPI inspiran a los participantes a apostar por la innovación para lograr cambios positivos en el mundo gracias a la propiedad intelectual. Como símbolo de su logro, cada una de las ganadoras recibe un trofeo especialmente diseñado, en honor a su creatividad, dedicación y arduo trabajo.

El arte del cristal

El trofeo en sí mismo, un magnífico disco de cristal, es una representación tangible de la excelencia. Cada uno de ellos está meticulosamente fabricado a mano en la isla veneciana de Murano por hábiles artesanos con más de 40 años de experiencia, a partir de un concepto creado por el propio equipo de diseño de la OMPI.

El proceso de creación del trofeo comienza recogiendo del horno el vidrio fundido maleable. El disco está formado por capas de seis láminas de ese vidrio en tonos azules, naranjas y amarillos, unidas gracias a un delicado equilibrio de calor y pericia.

La transformación de la mezcla fundida en disco sólido plantea un desafío importante y pone a prueba la maestría del vidriero. Debido a su grosor, el vidrio podría quebrarse cuando se enfría, por lo que el trofeo se lleva gradualmente a una temperatura controlada, lo que permite que el vidrio se solidifique hasta su forma final.

La forma y el color como símbolo de la innovación

Los óvalos translúcidos superpuestos del trofeo representan la superación de los límites, el efecto del pensamiento creativo en los procesos de trabajo y la apertura de miras necesaria para comprender, innovar y perseverar.

Los colores reflejan la pasión, el impulso y la determinación. La forma ligeramente irregular del trofeo evoca la disrupción y el cambio, mientras que el recorte ovalado marca el espacio necesario para la continua autosuperación.

En su conjunto, las formas crean un efecto ondulante que refleja el impacto de la ganadora tanto en su sector como en el mundo.