En general, para proteger una marca es necesario registrarla, para lo cual se presenta una solicitud ante la oficina nacional o regional de propiedad intelectual (PI). En algunos países también es posible obtener derechos sobre una marca mediante el uso.
Para poder ser protegido como una marca, un signo debe ser distintivo: es decir, que permita distinguir los bienes o servicios de una empresa de los que ofrecen sus competidores.
Los costos derivados de la protección de una marca varían considerablemente de un país a otro y pueden abarcar:
La oficina de PI nacional o regional correspondiente le facilitará más detalles sobre la estructura de tasas. Consulte nuestra lista de oficinas nacionales y regionales de PI.
La solicitud de registro de marca debe ser presentada (pagándose la tasa correspondiente) en una oficina de marcas nacional o regional. Una vez presentada, la oficina examinará la solicitud.
La secuencia de trámites que siguen las oficinas de marcas varía de un país a otro, pero, en términos generales, sigue un modelo similar.
Las marcas son derechos territoriales, lo que implica que su protección se limita a los países o las regiones en los que están registradas.
Solicite el registro en la oficina de marcas de cada país donde desee obtener protección por medio de la presentación de una solicitud en el idioma que se exija y del pago de las tasas correspondientes.
El país puede exigir que utilice los servicios de un agente de marcas domiciliado en su territorio.
Algunos países no cuentan con un sistema nacional y, en su lugar, se sirven de un sistema regional.
Si desea protección en países que formen parte de un sistema regional de marcas, podrá solicitar un registro que surta efecto en el territorio de todos los Estados miembros mediante la presentación de una solicitud en la oficina regional competente.
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