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Historias sobre el terreno: tres empresarias indígenas y su resiliencia durante la pandemia de COVID-19

15 de octubre de 2020

Con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales de las Naciones Unidas, destacamos la labor de tres participantes en el programa de formación y mentoría para empresarias de pueblos indígenas de la División de Conocimientos Tradicionales de la OMPI.

(Foto: courtesy of Elena Variksoo)

Transmisión y protección de las prácticas de conservación de la papa en el Perú

Aurea Eulalia Mendoza Capcha es una agricultora de papas peruana, de 34 años, de la comunidad rural de La Quinua, que no debe confundirse con el nombre del grano, que se pronuncia igual, puntualiza. Aurea forma parte de una familia dedicada a la agricultura y ha cultivado papas en el campo desde que era una niña, siguiendo los pasos, literalmente, de sus padres y abuelos, que han transmitido la cultura de la conservación de la papa durante generaciones. Su hija Kamy, de dos años de edad, ya acompaña a su madre al campo y ve la importancia de las papas para su familia y su comunidad, dice Aurea.

¿Cómo es un día típico en la piel de Aurea? Cuando no cosecha las papas, se levanta temprano, prepara la comida del día para llevársela al campo y a las 8 de la mañana ya está ocupada con las tareas agrícolas y sus animales. Trabaja allí todo el día, con sus padres, hermanos, sobrinos y su hija, y come lo que ha preparado por la mañana. Parten alrededor de las 4 de la tarde, cenan y se retiran a descansar.

Cuando se le pregunta qué hace que esas papas sean especiales y únicas, Aurea dice: “Todo el mundo en nuestra comunidad come papas. Es el alimento más importante. Gracias a la papa sobrevivimos.” De hecho, el mundo entero come papas: son nutritivas y medicinales, añade. Más allá de las ventajas físicas, la papa tiene un importante valor cultural en la comunidad, vinculado a los conocimientos, métodos e instrumentos tradicionales de conservación de las variedades exclusivas de la región y del país. Aurea es consciente de ello, y ahora su hija puede experimentar los mismos conocimientos y prácticas transmitidos durante generaciones.

Además de ser madre y agricultora, Aurea ha sido miembro activo, desde su creación hace seis años, de la Asociación de Guardianes de la Papa Nativa del Centro del Perú (AGUAPAN), en la que ocupa el cargo de vicepresidenta.

(Foto: courtesy of Aurea Eulalia Mendoza Capcha)

Gracias a la papa sobrevivimos

Aurea Eulalia Mendoza Capcha

Este grupo tiene por objeto dar mayor relieve a las variedades de papa nativa y promover la agrobiodiversidad y los conocimientos tradicionales conexos. Durante las reuniones, intercambian semillas y conocimientos sobre técnicas de cultivo. La asociación tiene previsto duplicar su tamaño hasta alcanzar los 100 miembros, con 10 representantes de cinco otras regiones.

Como una de las 24 participantes actuales en el programa de formación y mentoría de la OMPI para empresarias de pueblos indígenas, Aurea está recibiendo asesoramiento personalizado sobre cuestiones relacionadas con la PI para su proyecto “Promover la agrobiodiversidad en las tierras altas de los Andes Centrales del Perú”. El proyecto tiene por objeto crear una marca colectiva para distinguir y comercializar las papas nativas producidas por los miembros de la asociación de pequeños agricultores AGUAPAN. Aurea agradece el apoyo que recibe de su mentor de la OMPI, un compatriota peruano que comprende el contexto de su trabajo y con quien puede hablar libre y abiertamente en su lengua materna.

La pandemia de COVID-19 ha retrasado ligeramente las actividades de AGUAPAN. La asociación está gestionando el registro de su marca colectiva para diferenciar su producto de las papas producidas por otras asociaciones. Debido a la pandemia, no han podido reunirse y les ha llevado más tiempo elaborar las normas de uso de la marca. La Oficina nacional de propiedad intelectual ha estado cerrada durante un tiempo, lo que ha planteado dificultades para completar y entregar los documentos necesarios para el registro de la marca. Afortunadamente, para Aurea y su familia, que cultivan papas principalmente para su propio consumo, la pandemia no ha interferido en su vida cotidiana, más allá de un menor acceso al mercado.

Al preguntarle sobre el futuro de su hija, Aurea se imagina a Kamy continuando con la tradición de conservación de la papa y, al mismo tiempo, estudiando y formándose, tal vez en el ámbito de la agricultura.

Manoplas, leche y museos: tradiciones del pueblo seto de la Federación de Rusia

Elena Variksoo, de 27 años, forma parte de los 200 a 300 integrantes del pueblo seto en la Federación de Rusia. Vive en un jútor, una localidad rural cuyos vecinos más cercanos están a varios kilómetros de distancia. Puede detectar su presencia por el humo que emana de sus casas.

En un día típico, Elena se levanta a las 5 de la mañana para ordeñar las vacas, preparar la leche para venderla, dar de comer a todos los animales –vacas, pollos, cerdos, cabras y otros animales de granja– y luego ir a trabajar. Enseña historia en una escuela durante cuatro horas al día. Al mediodía, ordeña las vacas de nuevo y prepara la comida para la familia, charla con los vecinos y hace un poco de costura. Al atardecer, alrededor de las 6, vuelve a ocuparse de las vacas y a cocinar el queso o a preparar la leche antes de finalizar su jornada, hacia las 9.

Su familia siempre ha mantenido una granja, y también tienen un huerto. Normalmente su madre vende productos lácteos, carne y verduras en el mercado local, si bien en la actualidad no puede hacerlo debido a la pandemia de COVID-19 y a que tiene más de 60 años.

(Photo: courtesy of Elena Variksoo)

Soy una persona de campo

Elena Variksoo

Las nuevas circunstancias requieren nuevas soluciones. Durante la pandemia, Elena se ha adaptado y ha recurrido a las redes sociales para vender sus productos. Comenzó a estudiar la manera de promocionarse en las redes sociales y tiene previsto crear su propio blog para dar a conocer la vida en la granja. “Quiero que la gente conozca nuestro modo de vivir en tiempo real”, dice.

Además de los productos alimenticios, Elena también crea productos artesanales basados en la cultura tradicional del pueblo seto. Todos los productos se fabrican utilizando únicamente materiales o ingredientes originales que proceden directamente de la comunidad seto del distrito de Pechorsky. El proyecto Setomaa, en el que trabaja actualmente, forma parte del programa de formación y mentoría de la OMPI para empresarias de pueblos indígenas.

Al preguntarle si alguna vez ha topado con cuestiones de propiedad intelectual (PI), Elena relata lo sucedido cuando trabajaba en un museo local con artesanos que se ocupaban de los patrones tradicionales. Fabricaban unas manoplas que se vendían muy bien.

(Foto: courtesy of Elena Variksoo)

“Un día vi que empezaron a aparecer copias malas de nuestras manoplas. La combinación de colores y los patrones no eran correctos”, cuenta. “En ese momento, ni siquiera imaginábamos que fuera posible proteger algunos elementos de nuestra cultura nacional tradicional.” La combinación de colores define la visión del mundo del pueblo seto. Si se cambia el color o incluso un pequeño elemento del patrón de la manopla, el significado cambia completamente, explica Elena.

Afortunadamente, por entonces las autoridades regionales comenzaron a prestar atención a la cultura nacional. A medida que se vendieron más manoplas y empezaron a aparecer más copias, se lanzó un programa regional de apoyo a la cultura seto. “Se prestó atención a la popularización de la cultura nativa”, dice Elena.

“[Las autoridades] fueron muy activas a la hora de grabar vídeos e historias para la televisión y la radio sobre la cultura seto, y la gente empezó a entender qué son las manoplas seto, dónde se pueden encontrar las auténticas y cuáles son las falsas. Entonces las manoplas falsas desaparecieron de las vitrinas.”

Elena vivió en primera persona las ventajas prácticas de tomar medidas para proteger los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales, lo que puede tener repercusiones positivas. Tiene previsto solicitar el registro de una marca, y actualmente está a la espera de la decisión de su comunidad para solicitarla en su nombre o en el de la comunidad.

¿En cuanto a los planes de futuro? Elena sueña con abrir una cafetería seto. “La cocina del pueblo seto es sencilla, saludable, deliciosa y rica, hecha con productos locales”, afirma. Los planes para el negocio de la cafetería se han visto interrumpidos por la pandemia, pero espera alcanzar esa meta en un futuro próximo.

Perseverancia durante la pandemia en Palawan (Filipinas): la resiliencia del pueblo tagbanua

Loreta Alsa proviene del pueblo tagbanua de Palawan (Filipinas). Es guarda forestal por formación y ha recibido numerosos premios en agrosilvicultura, medio ambiente y liderazgo empresarial; también participa en el Programa de Intercambio de Productos Forestales no Madereros, que colabora con más de 100 organizaciones comunitarias y de la sociedad civil para orientar a las comunidades asiáticas que dependen de los bosques hacia la gestión sostenible de los paisajes y ecosistemas forestales. Como representante de los grupos indígenas, Loreta les ayuda a obtener su certificado de dominio ancestral elaborando y aplicando un plan de desarrollo comunitario y de conservación dentro de su dominio ancestral.

Como parte del programa de formación y mentoría de la OMPI para empresarias de pueblos indígenas, Loreta trabaja en un proyecto que tiene por objeto aplicar los conocimientos, habilidades y técnicas indígenas a las prácticas tradicionales de recolección de miel en el contexto de una empresa forestal comunitaria. Su objetivo es crear una marca que ayude a comercializar la miel recolectada mediante diferentes prácticas indígenas. La miel será etiquetada con arreglo a las abejas de las que proceda.

Además de disponer de una marca para distinguir los productos en el mercado, Loreta espera que este proyecto permita proteger los conocimientos, las habilidades y las prácticas del pueblo tagbanua contra la explotación y la degradación.

Como en muchas otras partes del mundo, el pueblo tagbanua se ha visto afectado por la pandemia de COVID-19.

(Foto: courtesy of Loreta Alsa)

Sin cosecha no hay dinero

Loreta Alsa

En su caso, el confinamiento comenzó a mediados de marzo. “Los indígenas tienen sus granjas, pero no pueden llevar [sus productos] a la ciudad porque no se les permite viajar para venderlos”, cuenta Loreta, y añade: “Además de los otros cultivos, la recolección de miel silvestre es una fuente adicional de ingresos, pero las altas temperaturas afectan al néctar de la flor.” Básicamente esto significa, en sus propias palabras, “sin cosecha no hay dinero”.

Muchas personas de la comunidad esperan que los funcionarios de la aldea les entreguen artículos de socorro (por ejemplo, 10 kilos de arroz, latas y fideos) para su consumo diario, pero la entrega puede llevar incluso varios meses. Loreta también menciona que el aprovisionamiento no es suficiente debido a las limitaciones y restricciones impuestas a cada familia.

(Foto: Jjimmy boy A.Tito)

El pueblo indígena tagbanua está tomando la iniciativa con sus propias manos, literalmente. Están plantando arroz y diferentes variedades de cultivos para disponer de una fuente adicional de alimentos para sus familias, así como para mantener el banco de semillas de las diferentes variedades de arroz de las tierras altas y otros cultivos destinados a la alimentación.

También reservan diferentes variedades de arroz de las tierras altas y otras semillas de hortalizas para la próxima temporada.

En medio de lo que podría haberse convertido en una crisis alimentaria y económica en su comunidad, el pueblo tagbanua vive una vida relativamente ininterrumpida, dice Loreta, y continúa con sus actividades cotidianas, a pesar de las restricciones en los viajes a la ciudad para vender sus productos. Es gracias a los conocimientos, habilidades y prácticas tradicionales en lo que respecta a la cosecha del arroz, la miel y los cultivos, así como a su perseverancia y espíritu de superación, que el pueblo tagbanua prospera incluso en medio de la pandemia mundial.

Conocimientos tradicionales

Para obtener más información sobre la labor de la OMPI en el ámbito de los conocimientos tradicionales, las expresiones culturales tradicionales y la capacidad empresarial de los pueblos indígenas, visite el sitio web de la OMPI sobre conocimientos tradicionales. Si desea recibir información actualizada, suscríbase al boletín electrónico sobre conocimientos tradicionales de la OMPI.