9 de agosto de 2023
En una pequeña comunidad llamada Amazanga, situada en la provincia de Pastaza, Ecuador, vive Wakangay Santi, una joven indígena de diecinueve años de edad. Ella es parte de una familia con una historia arraigada a la protección de la Madre Tierra y a los saberes colectivos transmitidos de generación en generación. Wakangay Santi y Verónica Guatatuca representan a su comunidad y forman parte del Programa de la OMPI de formación, mentoría y establecimiento de contactos en materia de propiedad intelectual para emprendedoras de Pueblos Indígenas y comunidades locales de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú 2022-2023 (WEP Andino).
Wakangay pertenece a una comunidad que fue fundada por su abuelo hace veintisiete años. Pese a los desafíos que enfrentaron, su comunidad se ha mantenido firme y unida, forjando un espíritu de resiliencia colectiva, el cual les ha permitido superar obstáculos y mantener viva su identidad cultural.
Wakangay creció bajo el amor y el apoyo de una madre soltera, quien, junto a otras mujeres de la comunidad, se dedicó al turismo y la artesanía. Lo que comenzó como un emprendimiento turístico se transformó con el tiempo en un grupo de artesanas que crean piezas hermosas y significativas. Estas mujeres encontraron en el arte un refugio para expresar sus emociones, compartir historias y apoyarse mutuamente en momentos difíciles.
Las mujeres decidieron formar un grupo de artesanas, en el cual expresaban lo que sentían, contaban historias, y reían mientras elaboraban las artesanías. A veces, cuando alguien se sentía triste, lo hablaba, se lo contaba a todas y así juntas podían ayudarse.
Wakangay Santi
Recientemente graduada del colegio, Wakangay sueña con seguir estudiando. Aunque aún no ha tenido la oportunidad de ingresar a la universidad, le gustaría dedicarse a la carrera de Relaciones Internacionales o Idiomas. Sin embargo, debido a ciertas circunstancias, está considerando estudiar Comunicación en su provincia. Su perseverancia y su espíritu luchador la impulsan a buscar soluciones para seguir creciendo y aprendiendo.
Wakangay es una líder nata y ha decidido tomar la iniciativa de revivir el emprendimiento comunitario en Amazanga, el cual tuvo que iniciar desde cero debido a los efectos de la pandemia. Verónica y Wakangay han logrado reunir a más mujeres y jóvenes interesadas en mantener viva la tradición artesanal. Wakangay comparte que, al sentarse junto a sus tías y abuelas, Verónica y ella pudieron aprender las técnicas para la elaboración de bisutería con diseños característicos de su comunidad. Actualmente, junto a otras mujeres de Amazanga, crean hermosos collares, pulseras, aretes y accesorios para el cabello, elaborados a mano con materiales como cuentas, semillas, y plumas; llenos de colores vivos y significado que reflejan su amor por la tierra y su cultura.
Además del arte, Wakangay ha participado activamente en iniciativas comunitarias y colectivos de jóvenes indígenas a nivel local y nacional. Estos espacios han sido enriquecedores para su caminar, ya que le han permitido intercambiar experiencias con jóvenes de diferentes regiones con quienes comparte el deseo de crear e impulsar iniciativas que beneficien a sus comunidades y que fortalezcan las raíces de las nuevas generaciones.
Durante su participación en el WEP Andino, Wakangay tuvo la oportunidad de rodearse de otras mujeres indígenas provenientes de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. En ese encuentro, las participantes compartieron sus desafíos y experiencias, lo que les permitió aprender unas de otras y fortalecer sus lazos de solidaridad.
Pude sentir la calidez con todas las mujeres (del Programa), aunque no las había conocido de antes. Sabía que teníamos algo en común, como nuestras historias, lo que nos permitió que estuviéramos ahí. Yo era la más pequeña del grupo, pero sentía que la diferencia de edad no importaba sino como juntas aprendimos a relacionarnos, a conectar historias y a conectar experiencias. Para mí fue una experiencia que yo nunca antes había tenido.
Wakangay Santi
El Programa no solo brindó a Wakangay y a Verónica conocimientos prácticos en propiedad intelectual, sino que también les permitió crear una propuesta de modelo de negocio y una estrategia de propiedad intelectual para su emprendimiento comunitario. Ellas también adquirieron herramientas para presentar su emprendimiento comunitario de manera sencilla y efectiva a través de los medios digitales y la narrativa.
Gracias al Programa, Wakangay y Verónica también han contado con la orientación de una mentora con amplia experiencia en propiedad intelectual y emprendimientos, elemento que ha sido clave para el desarrollo de su emprendimiento comunitario. Con esta guía, ellas están trabajando en establecer una marca colectiva y posicionar sus productos en el mercado, manteniendo siempre presente el amor y el significado detrás de cada pieza que crean.
El sueño de Wakangay es seguir creciendo y ver cómo más mujeres y jóvenes se involucran en su emprendimiento comunitario, manteniendo viva la tradición artesanal y preservando la sabiduría de sus ancestros. Ella es un ejemplo de resiliencia y liderazgo, demostrando que a través del amor por lo que hace y la conexión con sus raíces ella ha podido encontrar formas de aportar y beneficiar a su comunidad. Su dedicación y perseverancia son un llamado a mantener viva la identidad cultural y seguir luchando por un mundo más justo y equitativo.