De la idea a la industria: dar más protagonismo a la siguiente generación
Por Roxanne Peters, especialista en educación en materia de PI, Creative and Cultural Industries, University of the Arts London (Reino Unido)
La pandemia de COVID-19 ha tenido un efecto inconmensurable en la economía mundial, en el tejido de nuestra sociedad y en la percepción de lo que somos. Estamos más conectados que nunca y en proceso de adaptarnos a una transformación digital que se acelera, para crear, comunicar y consumir. La pandemia nos ha dado también la oportunidad de reflexionar sobre cómo pensar de forma más inteligente, hacer las cosas mejor y ser más conscientes de las decisiones que tomamos para nuestro futuro y para un mayor beneficio social y medioambiental.
El economista urbano Richard Florida señala que:
“[...] la "clase creativa", que incluye a diseñadores, artistas y trabajadores intelectuales altamente cualificados, actúa como motor de innovación y desarrollo urbano, organizando centros y redes creativas para desarrollar económica, social y culturalmente sus ciudades y regiones de origen .”
En el sector creativo y cultural, la pandemia ha puesto de manifiesto "la naturaleza precaria del trabajo de los artistas" y su vulnerabilidad "a las perturbaciones económicas causadas por la crisis".
Para los que ya tienen empleo o están empezando con su negocio, es un momento crítico para identificar formas de protegerse, sobrevivir y, para algunos, comenzar de cero. Pero, ¿qué pasa con la siguiente generación de creadores de cambio, innovadores y líderes de opinión? ¿Cómo pueden prepararse para las situaciones reales que quieren abordar y qué responsabilidad tienen los educadores a la hora de ayudar a darles más protagonismo?
Enfrentarse al futuro de la práctica creativa
En un momento crucial de su desarrollo profesional, la generación más reciente de creativos ha tenido que adaptarse a nuevas formas de relacionarse con sus profesores, a pasar menos tiempo haciendo prácticas en el estudio y a tener menos oportunidades para crear conexiones a través de conversaciones orgánicas. Sin embargo, estas limitaciones que padecen también han fomentado formas innovadoras de cultivar prácticas cocreativas y nuevos comienzos, lo cual es alentador.
Los creativos trabajan de forma cada vez más interdisciplinar e internacional; la capacidad de crear comunidades y aprender unos de otros está más a su alcance que nunca. El pensamiento y la acción colectiva están modelando el futuro. La colaboración es intrínseca a la producción cultural. Lo "digital", en este contexto, es una herramienta para comunicar, una plataforma de promoción o la solución a un problema.
Dentro de esta dinámica de trabajo global, la propiedad intelectual (PI) es un activo vital para la innovación, el crecimiento económico y un futuro sostenible. Como si fuera un socio comercial invisible, engrasa las ruedas del comercio y fomenta el intercambio creativo y cultural. También tiene el potencial de desempeñar un papel importante en las iniciativas con conciencia social y centradas en las personas.
La PI afecta simultáneamente al diseño, la innovación y la tecnología. La creciente importancia de la PI intangible, como por ejemplo los conocimientos tácitos o las consideraciones éticas y económicas que suscita la protección de las expresiones culturales tradicionales en diferentes partes del mundo, ha fomentado que las empresas presten mayor atención a la PI. Esto, unido a la fuerza que tienen las redes de pequeñas empresas, apunta a que nunca ha habido un momento más propicio para integrar la PI en la educación empresarial creativa.
A medida que la economía mundial se recupera y los futuros empresarios se preparan para ejercer profesionalmente, es esencial que tengan conciencia de que la PI está intrínsecamente ligada a sus ideales.
Impulsar un cambio positivo a través de la educación en materia de PI
Hasta la fecha, la educación en materia de PI se ha reservado en gran medida a la enseñanza de futuros abogados. Solo con el reciente crecimiento de la economía creativa y el reconocimiento del valor que aporta se ha contemplado la posibilidad de integrar la educación en materia de PI en cursos interdisciplinarios sobre negocios, innovación y empresa. Cabe destacar los esfuerzos realizados en el Japón para integrar la educación en materia de PI en cursos no jurídicos. Este país introdujo en 2002 una legislación que exige que "universidades e instituciones similares promuevan la educación y el aprendizaje en materia de propiedad intelectual". Y en Australia, varias universidades ofrecen una asignatura de "Cuestiones de Propiedad Intelectual".
La University of Arts, London (UAL) es la primera del Reino Unido en cuanto al graduados que fundan empresas. Es líder en educación empresarial creativa y anima a sus estudiantes internacionales a reconocer el valor de su creatividad en la práctica. Ofrece apoyo financiero y empresarial a los programas de aceleración e incubación y promueve la colaboración con socios líderes de cada sector.
El reducido equipo que enseña PI en la UAL ayuda a estudiantes y graduados a ganar confianza en sí mismos y que a tomen decisiones fundamentadas cuando están creando y colaborando con otros. En lugar de impartir una enseñanza donde priman los conocimientos, su peculiar enfoque de apoyo y orientación considera más importante centrarse en lo que motiva a los creativos y les ayuda a resolver problemas. Reconoce el potencial de la PI en dos áreas clave.
En primer lugar, la PI desempeña un papel activo dentro de un aprendizaje muy práctico en el que los creativos aprenden haciendo y donde se fomenta su pensamiento crítico para que pasen de idear a innovar y tengan impacto en el mercado mundial. En segundo lugar, forma parte integral del desarrollo de una estrategia empresarial y de la identificación y protección de los valores y forma de ser de una persona, sus responsabilidades y su reputación.
Este enfoque se materializa en una herramienta electrónica para aprender sobre PI, diseñada con los creativos de la UAL para la siguiente generación. Aúna las voces y experiencias de quienes se encuentran en las primeras fases de desarrollo de su carrera profesional con un espacio para la autorreflexión, para comprender el papel activo que la PI desempeña en la definición de cómo viviremos en el futuro y para identificar fuentes de ingresos y prácticas sostenibles.
Reimaginar y rediseñar la moda
Para cada tipo de innovación y de producción creativa existe un tipo de derecho que lo protege, como los derechos de autor (obras creativas), los derechos de marca (imagen y reputación), los derechos sobre los diseños industriales (forma) y las patentes (invenciones). Para los creativos es importante que los derechos de autor protejan la expresión de una idea -no la idea en sí-, como el material gráfico o el diseño de un sitio web. Por lo tanto, a la hora de decidir qué tipo de normativa de PI utilizar, es importante que los creativos consideren qué quieren proteger, por qué y cómo.
Muchas de las ideas creativas que tienen los estudiantes van más allá de los modelos de negocio tradicionales en los que prima el beneficio económico. Pueden abarcar el emprendimiento social, con iniciativas que tratan de resolver problemas sociales o culturales y el emprendimiento ecológico, que puede tener un impacto positivo en el entorno natural mediante el uso de procesos sostenibles .
Quizá donde la llamada a la acción al sector creativo sea más visible es en la redefinición del futuro de la moda. La diseñadora de prendas masculinas Bethany Williams, filántropa y defensora del cambio climático y la sostenibilidad, reconoce que la moda "abarca todos los sectores, desde la agricultura hasta la comunicación, por lo que tiene un enorme impacto global, ya que produce 80.000 millones de prendas nuevas al año y emplea a una de cada seis personas del planeta".
Por otro lado, en un momento en que se estima que los beneficios de la industria de la moda se redujeron un 93% en 2020, las empresas se están replanteando sus modelos de negocio, racionalizando sus operaciones y realineando su posicionamiento, como respuesta al comportamiento de los consumidores.
La enseñanza de la moda ofrece un espacio para que la siguiente generación esté al tanto de la tecnología y las innovaciones empresariales, y utilice su intuición e imaginación para llevar al sector hacia prácticas más sostenibles, transparentes e inclusivas.
Desde el punto de vista de la PI, las consideraciones para quienes se inician en el negocio de la moda pueden incluir desde la comprensión de cómo se aplica la legislación de derechos de autor en materia de comunicación de la moda y aumento de la visibilidad de marca hasta el reconocimiento de la PI intangible presente en ideas, metodologías y servicios. En la fase de generación de ideas, a menudo se trata de tener claro a quién pertenece qué cuando se trabaja con tecnólogos, científicos y otros expertos del sector para ayudar a materializar una idea y, en última instancia, convertirla en un negocio escalable.
Los siguientes estudios de caso proporcionan una idea de algunos de los elementos relacionados con la PI que los estudiantes y graduados deben tener en cuenta cuando pasan del aprendizaje al sector empresarial y llevan una idea al mercado.
Ashwini Deshpande (@aforashwini) es una diseñadora y tecnóloga que en 2021 se graduó en el London College of Fashion. En su opinión, "la tecnología es el futuro de todo sector y debe marcar la diferencia con la creación de una industria circular". Fundó Art-Z software en el marco de una colaboración con Microsoft. Utiliza la inteligencia artificial para reducir el desperdicio de tejido en la fase de corte de los patrones, con el objetivo de acabar eliminando dicho desperdicio por completo. Como estudiante internacional y emprendedora, Ashwini explica que cuando quiso convertir su idea en un negocio, recibió orientación sobre la protección de su PI. A medida que su idea se iba materializando, Ashwini sufrió la presión de tener que decidir cuánto revelar a aquellos con cuyo apoyo quería contar, sin por ello menoscabar su capacidad de seguir controlando su trabajo. "Se trataba de firmar acuerdos de no divulgación, pero también de ser diplomática, ya que puede ser difícil obligar a cumplir un acuerdo de esa índole, especialmente a grandes empresas. La PI resultó ser algo muy confuso de manejar. Me alegro de haber tenido el apoyo de mentores y asesores jurídicos".
Para Ashwini, tener la PI en mente desde el principio del desarrollo de su producto le ha ayudado a integrarla como parte fundamental de su estrategia empresarial. A medida que su programa informático se desarrolle, pensará detenidamente en cómo cumplir su ambición de lanzarlo internacionalmente, de modo que se convierta en una solución universal para reducir el desperdicio de tela.
Para el diseñador brasileño afincado en Londres y propietario de una marca, Joao Maraschin (@joaomaraschin), su trabajo es "una llamada a la acción comunitaria que se basa en los principios de conexión verdadera y respeto al trabajo que realizan artesanos marginados de todo el mundo, mediante la exploración del concepto de sostenibilidad social y medioambiental a través del diseño centrado en el ser humano y la preservación de técnicas artesanales como el ganchillo y el bordado, además del trabajo con nuevos descubrimientos en materias primas."
"Me encuentro con muchos artesanos que ven cómo se pierden sus habilidades por falta de demanda; esto hace que las generaciones más jóvenes tengan ilusión por mantenerlas vivas. También he visto cómo los artesanos de más edad pierden su lugar en la industria y cómo la gente madura se queda fuera del sistema en muchos sentidos", señala.
Los ideales de João se plasman en proteger su marca para ayudar a desarrollarla y refleja la interacción entre la PI y un compromiso ético saludable. Graduado por el London College of Fashion, se ha tomado el tiempo necesario para reflexionar sobre la mejor forma de transmitir su compromiso con una forma de trabajar transparente e inclusiva. En sus perfiles de Internet presenta su declaración de impacto positivo, un homenaje a los creativos que están en primera línea y se movilizan para abordar la desigualdad y la sostenibilidad cultural.
Incorporar la PI a una estrategia empresarial es vital, pero es importante que la PI sea un elemento facilitador y no comprometa las ambiciones empresariales. Dado que la colaboración se encuentra en el centro de la práctica creativa, es esencial que la PI se considere dentro de este marco de referencia. Ellen Rock, una diseñadora de moda y textiles afincada en Londres que se vale de sus llamativos estampados para colaborar con comunidades de todo el mundo en la fabricación de productos y la ejecución de proyectos dirigidos por artesanos, describe la colaboración como "la creencia fundamental en que el resultado final es más fuerte si se combinan energías. Permite que una idea llegue más lejos que un esfuerzo individual y fomenta la transferencia de conocimientos y los objetivos compartidos", afirma. Ellen (@ellenrockstudio) ha navegado por las complejidades de la PI gestionando su marca y registrando sus diseños en una plataforma internacional y percibe la PI como "parte integral de la progresión y el desarrollo de la marca; establece tu derecho como líder del diseño e integra una visión futurista con una base de negocio. Actúa como un respaldo y un símbolo de confianza cuando trabajas para clientes", señala.
La pasión y el compromiso de João y Ellen por dar la debida importancia a la preservación cultural y la sostenibilidad a través de la práctica empresarial está en el núcleo de la educación sobre PI. Para quienes colaboran con comunidades locales e indígenas empeñadas en preservar y honrar técnicas y conocimientos artesanales tradicionales, la cuestión presenta una dimensión moral y ética. Si bien estas comunidades "tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales tradicionales ", este concepto se sustenta en complejas incertidumbres técnicas y jurídicas, principalmente en lo que respecta a cómo se definen las expresiones culturales tradicionales, para qué fines deben protegerse y a beneficio de quién.
… la propiedad intelectual es un activo vital para la innovación, el crecimiento económico y un futuro sostenible. Como si fuera un socio comercial invisible, engrasa las ruedas del comercio y fomenta el intercambio creativo y cultural.
La PI puede considerarse una forma de protección y una manera de preservar valor para dichas comunidades. Sin embargo, muchas prácticas comunitarias se transmiten de una generación a otra; no pertenecen al individuo, sino que forman parte de creencias y tradiciones compartidas. Dado que tradicionalmente se considera que la PI protege y recompensa la producción creativa de un individuo, en este ámbito se queda corta.
A medida que la economía mundial se recupera y los futuros empresarios se preparan para ejercer profesionalmente, es esencial que tengan conciencia de lo intrínsecamente ligada que está la PI a su visión. La educación en materia de PI no consiste en tener todas las respuestas. Se trata de animar a la siguiente generación a liderar desde primera línea, a reconocer el valor de su capacidad creativa y a utilizar su pensamiento crítico y sus perspectivas para tomar decisiones que no siempre serán éxitos financieros, aunque sí tendrán un impacto positivo a largo plazo.
Como admite João, "en general, considero mi impacto social y medioambiental como una forma primordial de medir el éxito del negocio y le doy prioridad incluso cuando puede ser un freno para la rentabilidad. Creo que el futuro de la moda pasa por el respeto, al planeta y a las personas, y la sostenibilidad es absolutamente innegociable."
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.