La utilización de conocimientos tradicionales para revitalizar el cuerpo y la comunidad

Antecedentes


Los Ghats occidentales, donde habita la tribu kani
(fotografía: Alosh Bennett)

En los bosques tropicales que cubren las montañas de Agasthyamalai de los Ghats occidentales, una cadena montañosa del estado de Kerala (India), habita la tribu indígena kani, pueblo tradicionalmente nómada formado por unas 25.000 personas. En diciembre de 1987, el Dr. Palpu Pushpangadan, entonces director del Jawaharlal Nehru Tropical Botanical Garden and Research Institute (JNTBGRI) de Kerala, estaba al frente de un equipo del All India Coordinated Research Project on Ethnobiology (AICRPE), en el marco de una expedición etnobotánica en los Ghats occidentales.

Como sabía que los kani conocían la zona mejor que nadie, el Dr. Pushpangadan contrató a algunos de ellos como guías. Durante la travesía por el terreno accidentado, el equipo se sorprendió de que, tras varias horas, los guías kani no se sintieran cansados, mientras que ellos estaban constantemente fatigados. Intrigados por este hecho, observaron a sus guías y descubrieron que no dejaban de mascar los frutos negros de unas plantas. Al verles tan cansados, los guías kani ofrecieron dichos frutos al equipo del AICRPE. Tras ingerirlos, el equipo se sintió de inmediato pleno de energía y vitalidad.

Los kani usan tradicionalmente muchas de las plantas salvajes de la región para mantener su salud y los curanderos de la tribu, conocidos con el nombre de plathi, son los poseedores exclusivos de los conocimientos tradicionales medicinales de la tribu. Según las costumbres tribales kani, solo los plathi tienen derecho a transferir y divulgar esos conocimientos tradicionales medicinales. Por ello, los guías kani se resistían a dar a conocer al equipo del AICRPE el origen del fruto revitalizador. Con todo, ante la fuerte insistencia del equipo, los kani llevaron al equipo hasta una planta conocida localmente con el nombre de arogyapacha (de nombre científico Trichopus zeylanicus subsp. travancoricus).

Invención

Tras haber experimentado de primera mano los beneficios medicinales de la arogyapacha, el Dr. Pushpangadan concluyó que el efecto de las bayas de la planta era excepcional y que, si eran inocuas, tenían un potencial de ventas significativo. Con su equipo de científicos, llevaron la planta al laboratorio del JNTBGRI y comenzaron a analizarlo en numerosos ensayos químicos y farmacológicos. Tras ocho años de investigación, descubrieron que la planta (en particular, su fruto y sus hojas) no solo tenía propiedades antiestrés e inmunoestimulantes, sino que además aumentaba la capacidad de resistencia, aliviaba la fatiga, ayudaba a controlar los tumores y activaba las defensas naturales del cuerpo y el sistema inmunitario celular.

Tras siete años, los investigadores del JNTBGRI aislaron doce compuestos químicos activos de la planta que producían los efectos que habían experimentado. Los kani empleaban tradicionalmente la arogyapacha ingiriendo su fruto. En el JNTBGRI, descubrieron que la forma más eficiente de obtener los doce compuestos era machacando las hojas de la planta. A continuación, el equipo del JNTBGRI combinó esos elementos con otras tres plantas y produjo una fórmula a base de hierbas científicamente verificada y regularizada lista para su reproducción. El JNTBGRI llamó a esta fórmula “Jeevani”, que significa “fuente de vida”. El producto se vende en gránulos que se ingieren desleídos en agua caliente o leche.


Planta arogyapacha a partir de la cual se
obtuvo el medicamento Jeevani,
posteriormente patentado por el instituto
de investigación indio JNTBGRI
(fotografía: Publicación de la OMPI Nº 769E)

Investigación y desarrollo

Ya con la fórmula regularizada, el JNTBGRI continuó su programa de investigación y desarrollo sobre el Jeevani, en particular con ensayos clínicos consistentes en la administración por vía oral del producto a 100 personas, algunas de ellas sanas y otras enfermas. La investigación se centró en determinar la capacidad de los sujetos para hacer frente a condiciones adversas (como un aumento en la carga de trabajo), la calidad del trabajo ejecutado en estado de estrés, el rendimiento deportivo, cualquier mejora en la atención mental y el rendimiento general en el trabajo.

Los resultados de los ensayos clínicos fueron muy positivos y permitieron constatar que el Jeevani producía efectos beneficiosos en un buen número de circunstancias. La investigación del JNTBGRI demostró científicamente los considerables beneficios medicinales de la planta arogyapacha y que su utilización, sola o con otros ingredientes, puede resultar más eficaz y segura que el gingseng.

El JNTBGRI ha tenido en cuenta el éxito del Jeevani en otros proyectos de I+D, con la convicción de que el proyecto es un modelo para hacer llegar los beneficios de las plantas medicinales tradicionales al mercado mundial. “Nuestro propósito es velar por que estas valiosas plantas sigan disponibles y que la ciencia pueda continuar estudiando sus usos medicinales” explica el Dr. Rajasekharan, director de la división de etnomedicina del JNTBGRI. “Estamos totalmente entregados a esta labor. Esperamos llevar a cabo otros proyectos como el del Jeevani, y poder elaborar otros medicamentos. Hay muchas plantas valiosas que pueden ayudar a personas que sufren problemas de salud comunes”.

Patentes

El Dr. Pushpangadan y su equipo de investigadores eran conscientes de que si no protegían la propiedad intelectual (P.I.), el Jeevani no generaría muchos ingresos. El Dr. Pushpangadan, interesado asimismo como estaba en ayudar a los kani mediante un acuerdo de distribución de beneficios, sabía que si no protegían la P.I., los kani tampoco obtendrían beneficios económicos. Así, la protección de la P.I. era indispensable.

Por tanto, una vez terminada con éxito la labor de I+D y perfeccionado el Jeevani, en cooperación con el Council of Scientific and Industrial Research (CSIR), una organización india puntera en I+D, en 1994 el JNTBGRI decidió presentar una solicitud de patente en la Oficina de la Dirección General de Patentes, Diseños y Marcas de la India (IP India) para el proceso de fabricación de un medicamento para deportistas, a base de hierbas, con los compuestos aislados a partir de la arogyapacha. En 2007, el Dr. Pushpangadan fue nombrado director general del Amity Institute for Herbal & Biotech Products Development (AIHBPD) de la Universidad de Amity en Uttar Pradesh. Tras la primera solicitud de patente, el Dr. Pushpangadan y la Universidad de Amity presentaron en 2008 una nueva solicitud de patente en IP India para el Jeevani, patente que fue concedida en 2010.


El Jeevani es un producto de la empresa india Arya Vaidya Pharmacy (fotografía: Publicación de la OMPI Nº 769E)

Licencias

Puesto que el JNTBGRI es un instituto de investigación, no tiene capacidad para comercializar los productos resultantes de la invención del Jeevani. Por ello, autorizó la concesión de licencias para la tecnología de fabricación del Jeevani a las partes interesadas. El JNTBGRI creó una comisión para determinar cuál era la organización idónea para obtener la licencia. La comisión eligió a Arya Vaidya Pharmacy Ltd. (AVP) de Coimbatore —una de las mayores farmacéuticas de productos naturales de la India— como fabricante principal y en 1995 AVP firmó un acuerdo de licencia de 7 años de vigencia con el JNTBGRI por el que pagó una tasa de 50.000 dólares EE.UU.

Según las condiciones del acuerdo, el JNTBGRI recibiría regalías del 2% sobre la totalidad de las ventas de los productos Jeevani. El acuerdo de licencia con AVP consistía principalmente en crear un mercado para los productos Jeevani, tras lo cual el JNTBGRI conservaría el derecho de conceder una licencia para su proceso de fabricación a otras empresas si así lo deseaba. El acuerdo de licencia entre el JNTBGRI y AVP fue un éxito y, por ello, se ha ido renovando regularmente.

Comercialización

La primera comercialización del Jeevani estuvo en manos de AVP. El proceso de comercialización presenta una particularidad: el territorio donde habitan los kani es propiedad del Departamento de Bosques del Gobierno indio. Puesto que el Departamento de Bosques se encarga de la sostenibilidad de los bosques y los recursos naturales de la región, se necesita una autorización para cultivar la tierra. Así, la elaboración del Jeevani a gran escala tuvo que hacer frente a problemas considerables pues el Departamento de Bosques, preocupado por la sostenibilidad, prohibió inicialmente la venta de todo producto fabricado a partir de la planta arogyapacha.

Con el ánimo de solucionar este problema, el JNTBGRI señaló que bastaba con las hojas de la planta para producir el Jeevani y que se podían recoger anualmente varias cosechas de hojas de esta planta perenne sin que ello conllevara su destrucción. En octubre de 1997, se formuló una propuesta al Departamento de Bosques y al Programa integrado de desarrollo de las tribus (ITDP), una iniciativa del Departamento para el Bienestar de las Tribus del Gobierno de Kerala, según la cual el JNTBGRI pagaría con dinero a los kani las semillas necesarias para el cultivo de la planta y posteriormente compraría las hojas cosechadas. Esto no era solo una solución sostenible, además, la venta de las hojas supondría una fuente estable de ingresos adicionales para los kani.

Para facilitar este acuerdo, entre 1994 y 1996, se implementó un programa piloto para el cultivo de la arogyapacha con la ayuda del ITDP. Cincuenta familias recibieron cada una unos 40 dólares EE.UU. para cultivar la planta. El JNTBGRI tenía que comprar mensualmente cinco toneladas de hojas y suministrarlas a AVP para la producción del Jeevani. Este sistema resultó ser un éxito rotundo, gracias al cual muchos kani consiguieron un trabajo seguro y recibieron formación sobre el cultivo y la cosecha de la planta, que les proporcionó ingresos estables y nuevos conocimientos útiles para el cultivo sostenible de otros recursos naturales de la región. A raíz de ese éxito, los kani siguen suministrando hojas de arogyapacha a AVP a través de programas similares.

Conocimientos tradicionales


Los curanderos tribales de los kani, conocidos con el nombre de plathi, son los poseedores exclusivos de los conocimientos tradicionales medicinales de la tribu (fotografía: Publicación de la OMPI Nº 769E)

Los conocimientos tradicionales en medicina natural de la tribu kani, que habita los bosques de la región de los Ghats occidentales, se plasman en múltiples usos. La sabiduría popular que esta comunidad posee sobre las numerosas plantas salvajes de la región le ha ayudado a sobrevivir durante generaciones. El profundo conocimiento de la planta arogyapacha y sus efectos revitalizadores ha ayudado a los kani a desplazarse por un terreno hosco en busca de comida, cobijo y otros recursos, y ha desempeñado una función capital en su supervivencia. Teniendo en cuenta que si no hubiese sido por los kani, el JNTBGRI no hubiera conocido nunca la planta arogyapacha, sus conocimientos tradicionales no pueden ignorarse.

Pese a que las patentes no vinculan específicamente el Jeevani con la tribu kani, el Dr. Pushpangadan y su equipo nunca subestimaron el papel que los conocimientos tradicionales de los kani habían desempeñado en su descubrimiento de los efectos vigorizantes de la arogyapacha. Conocían la importancia de los plathis en la cultura kani y su rol en la transmisión de los conocimientos y la medicina tradicionales entre generaciones, y no tenían intención alguna de aprovecharse de ellos. De hecho, ocurrió exactamente lo contrario, porque el doctor, su equipo y el JNTBGRI en pleno quisieron compartir los beneficios procedentes de la comercialización del Jeevani. A este fin, el JNTBGRI decidió concluir un acuerdo de distribución de beneficios con la tribu kani.

En noviembre de 1997, con la ayuda del JNTBGRI, se constituyó un patronato formado por nueve miembros de la tribu kani, que se denominó Kerala Kani Samudaya Kshema Trust, y se nombraron presidente y vicepresidente a los dos kani que habían divulgado el conocimiento tradicional al JNTBGRI. La decisión de constituir este patronato fue adoptada en una reunión local con las tribus kani. Los objetivos del patronato son promover actividades para el bienestar y el desarrollo de los kani de Kerala, preparar un registro de la biodiversidad para catalogar los conocimientos tradicionales de los kani y fomentar el uso sostenible de los recursos biológicos y su conservación. Aunque en algunas regiones algunos kani se oponen al patronato, el objetivo es incluir como miembros a todos los adultos kani para que cada uno de ellos pueda beneficiarse en el mismo grado.

El patronato celebró su primera reunión en marzo de 1999 y poco después los kani recibieron un primer pago de unos 12.500 dólares EE.UU. en virtud del acuerdo de distribución de beneficios. Los fondos del patronato están destinados a diversos proyectos, como la instalación de una cabina telefónica (la primera a la que los kani habrán tenido acceso) y la creación de un sistema de seguros con cobertura para las mujeres embarazadas y las muertes por accidente.


Los kani, una comunidad de tradición nómada, son ahora esencialmente sedentarios y viven en condiciones de extrema pobreza (fotografía: Publicación de la OMPI Nº 769E)

El acuerdo de distribución de beneficios entre el JNTBGRI y los kani ha sido presentado como modelo para otros acuerdos similares en el mundo. En 2002, el JNTBGRI fue galardonado con el Premio Ecuador de las Naciones Unidas por fomentar la celebración del acuerdo. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Mundial del Comercio han considerado también que el acuerdo de distribución de beneficios es un modelo mundial para el reconocimiento de los conocimientos tradicionales y la P.I. de los pueblos indígenas según las directrices del Convenio sobre la Diversidad Biológica, de las Naciones Unidas. Como afirma el Dr. Pushpangadan, “sabíamos que estábamos haciendo lo correcto”.

En 2006, el acuerdo pasó a una nueva fase cuando el JNTBGRI invitó a la tribu kani a constituir una Comisión de gestión empresarial. La Comisión decidió fijar unas condiciones mínimas para el acuerdo de distribución de beneficios, entre ellas, el aumento de los pagos derivados de las licencias y las regalías. Ese avance y el éxito general del acuerdo de distribución de beneficios demuestran que instituciones cooperativas sencillas y estables pueden inspirar la confianza de los poseedores de conocimientos indígenas, facilitar un comportamiento equitativo en materia económica y asentar la confianza entre sus miembros. Asimismo, demuestra que si los agentes de las organizaciones oficiales como el JNTBGRI se comportan de forma desinteresada, pueden ayudar a instaurar una atmósfera en la que no se busque el beneficio propio y se vele por que todos los interesados puedan beneficiarse de la propiedad intelectual desarrollada a partir de conocimientos tradicionales.

Infracción y observancia de la P.I.

Aunque los efectos potentes e inocuos del Jeevani eran objeto de interés mundial, debido a los elevados costes de las patentes, el JNTBGRI no había conseguido aún la protección de la P.I. para el Jeevani fuera de la India en 2010. Esto ha supuesto una serie de dificultades para el JNTBGRI que posiblemente impidan la expansión internacional de AVP. En 1999, Nutrisciences Innovations LLC (Nutrisciences), una empresa de medicamentos a base de plantas con sede principal en Nueva York, solicitó el registro del nombre Jeevani como marca en la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos. Durante un tiempo, vendió su producto en los Estados Unidos sin que el JNTBGRI tuviera conocimiento de ello. Cuando el JNTBGRI averiguó lo que ocurría, estalló una disputa que tuvo un eco considerable en los medios de comunicación. Aunque el caso nunca se resolvió oficialmente, Nutrisciences abandonó su solicitud de marca en 2001.

Algo similar sucedió cuando Great Earth Inc. (Great Earth), otra empresa con sede principal en Nueva York dedicada a los suplementos nutricionales y las vitaminas, registró la marca Jeevani en los Estados Unidos en el año 2000. Great Earth comercializó una bebida energética denominada “Jeevani Jolt 1000” compuesta por los mismos ingredientes que los del Jeevani original, sin que llegara a saberse exactamente cómo Great Earth consiguió la arogyapacha. Técnicamente, este producto no infringía ningún derecho de propiedad intelectual porque el JNTBGRI no había solicitado nunca el registro de la marca Jeevani en la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos. Debido a la popularidad del producto de Great Earth, el Jeevani pasó a ser muy conocido en América del Norte y, desde entonces, muchas empresas han comercializado productos con el nombre de Jeevani o aduciendo que están hechos de Jeevani. Puesto que estas empresas no están adquiriendo la arogyapacha de AVP sino de otros proveedores, los kani no se están beneficiando de sus conocimientos tradicionales. Aunque el JNTBGRI hubiese querido retomar la cuestión con la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos, en 2010 los costes de reclamación de una marca en los Estados Unidos eran demasiado elevados, lo que redujo su posibilidad de acción.


El Kerala Kani Samudaya Trust puede favorecer a los miembros de la tribu kani (fotografía: Publicación de la OMPI Nº 769E)

Resultados empresariales

Pese a la falta de protección de la P.I. en los grandes mercados, como los Estados Unidos, el Jeevani ha resultado ser un gran éxito para el JNTBGRI, AVP y los kani. El Jeevani es conocido ahora como el “gingseng de la India” y ha sido uno de los productos más vendidos de AVP. Por ello, el JNTBGRI ha renovado regularmente la licencia de AVP para comercializar el Jeevani. Y lo que quizás es más importante, ha tenido una importante repercusión económica en la vida de los kani, quienes ya han recibido retribuciones monetarias en beneficio de su comunidad; además, el éxito del acuerdo de distribución de beneficios ha permitido a la Comisión de gestión empresarial proponer que la tasa de la licencia se duplique a 52.000 dólares EE.UU. y que el pago de regalías se duplique también, del 2% al 4%, lo que redundará en ganancias económicas adicionales para los kani.

Utilizar la propiedad industrial y la distribución de los beneficios en pos del desarrollo

El reconocimiento de los derechos de los poseedores de conocimientos tradicionales puede tener una significativa repercusión en el desarrollo de la economía y de la sociedad. La protección de la P.I. es uno de los medios principales para conseguir dicho reconocimiento. Antes de ser concedidas, las patentes relativas a la arogyapacha ya habían producido grandes beneficios económicos, la mitad de los cuales se compartieron con los kani. Como demuestra este caso, el uso eficaz de la P.I., junto con acuerdos de distribución de beneficios, puede contribuir en gran medida a promover el progreso de los poseedores de conocimientos tradicionales y de sus comunidades.


Last update:

31 de agosto de 2010


Country/Territory:
India

Company name:
Tropical Botanical Garden and Research Institute (TBGRI)

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