La vinculación universidad-empresa: el caso UNAM-IB Tech

Antecedentes

El agua salubre no sólo es indispensable para la vida sino que también es un factor importante para el desarrollo económico: las investigaciones indican que los beneficios económicos por cada dólar EE.UU. invertido en la mejora de la distribución del agua y su saneamiento varían entre 3 y 34 dólares EE.UU. Para aprovechar estos beneficios económicos, evitar los efectos negativos en la salud pública y preservar el equilibrio ecológico de la flora y la fauna es necesario tratar las aguas residuales domésticas, industriales o agrícolas antes de que sean reutilizadas o vertidas en el medio ambiente.

Las aguas residuales pueden ser depuradas mediante un tratamiento fisicoquímico y/o biológico. El tratamiento biológico aerobio/anaerobio se basa en la utilización de microorganismos que consumen los contaminantes orgánicos. Generalmente, se considera que el tratamiento anaerobio es mejor que el aerobio porque produce menos lodo, genera biogás como subproducto y no necesita una producción de oxígeno que consume mucha energía. Sin embargo, los procedimientos anaerobios producen un agua tratada de menor calidad en comparación con los sistemas aerobios, por lo que una combinación de ambos métodos suele ser la mejor solución.

Durante las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la capacidad de tratamiento del agua de México no siguió el ritmo de su rápido crecimiento demográfico y económico. Sin embargo, hacia finales de los años ochenta, impulsado por una mayor conciencia de la importancia del agua salubre y por las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México reforzó su legislación ambiental, lo que dio como resultado un aumento de la demanda de plantas de tratamiento de aguas residuales.

En 1986, para responder a la falta de experiencia de las plantas de tratamiento de aguas residuales mexicanas en materia de procesos de tratamiento anaerobios que son más eficaces, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), organismo público francés de investigación que trabaja para el desarrollo de los países del sur, conformaron un equipo de investigación. Un año después, el Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de México (UNAM) se sumó al equipo aportando su experiencia en el ámbito de la cooperación entre el sector público y el privado.

Patentes y marcas


La marca y el logotipo IB Tech® están protegidos por marcas mexicanas registradas con los números 717688 y 758273

La colaboración entre las tres instituciones dio lugar a la obtención de dos patentes relativas a un reactor para el tratamiento anaerobio o anóxico de las aguas residuales con flujo ascendente y al proceso de producción de lodo para reactores anaerobios de lecho de lodo con flujo ascendente, (upflow anaerobic sludge blanket (UASB) reactors). Las solicitudes de patente fueron preparadas y presentadas con la ayuda del Centro de Innovación Tecnológica (CIT) de la UNAM.

“Desde el punto de vista comercial” explica el Ingeniero Adalberto Noyola, investigador de la UNAM y empresario, “el hecho de haber protegido la tecnología nos sitúa en una posición más ventajosa para negociar la transferencia de tecnología de la UNAM a favor de empresas privadas y nos proporciona un buen argumento para convencer a posibles clientes de utilizar la tecnología”. La patente, añade Noyola, “da una clara imagen de seriedad”.

Con el fin de dar mayor relevancia a las tecnologías patentadas, se registraron varias marcas: BIODAAR® en 1991, BIOIMA® y BIODAN® (ambas en 1992) y BIOSOLAR® (en 1993).

Licencias y alianzas


El Dr. Adalberto Noyola trabaja como investigador a tiempo completo en el Instituto de Ingeniería de la UNAM y es el presidente de la empresa IBTech (Fotografía: Adalberto Noyola)

El Instituto de Ingeniería de la UNAM y el CIT concedieron licencias sobre sus tecnologías a nueve empresas mexicanas. Se concedieron licencias no exclusivas por un período de 10 años. Además de estas tecnologías patentadas, las licencias incluyeron programas informáticos, manuales de ingeniería, una marca y asistencia técnica para la ejecución de los proyectos iniciales.

En 1994, una primera evaluación de la transferencia de tecnología reveló que las licencias no permitían realizar una promoción activa y adecuada de las tecnologías. Por lo tanto, se decidió optar por un nuevo enfoque de comercialización: la creación de una empresa derivada llamada Integración Biotecnológica S.A. de C.V. (IB Tech®), dirigida por un grupo de académicos y empresarios mexicanos. Durante su fase inicial, IB Tech cuyo nombre está protegido por el registro de una marca en México, operó dentro del Sistema Incubador de Empresas de Base Científica y Tecnológica (SIECyT) de la UNAM.

Cuando IB Tech firmó su primer contrato para la ejecución de un proyecto importante, se retiró del sistema incubador y comenzó a operar fuera del campus universitario. IB Tech se especializa en las tecnologías para el tratamiento de aguas residuales que provienen principalmente de fuentes industriales. La empresa se ocupa de cada una de las etapas necesarias en los proyectos llave en mano de plantas de tratamiento de aguas residuales para municipalidades e industrias, desde la identificación de las aguas residuales por tratar hasta la puesta en marcha de la planta de tratamiento. Sigue colaborando estrechamente con el Instituto de Ingeniería de la UNAM mediante la contratación de personal universitario y la aplicación de las tecnologías creadas por el Instituto.

Resultados empresariales

A pesar de encontrarse en un contexto difícil, caracterizado por normas medioambientales cambiantes y una ardua competencia de las empresas extranjeras, IB Tech ha logrado consolidar su presencia como empresa de ingeniería y de gestión de proyectos no sólo en México, sino también en otros países de América Latina en los que se utilizan sus tecnologías; particularmente en la Argentina, Chile, Honduras, Nicaragua y Colombia.

Actualmente, IB Tech cuenta con equipo de una docena de especialistas con diplomas en ingeniería medioambiental, civil y química. Entre sus clientes se encuentran el “Grupo Bimbo”, la más grande empresa de productos alimentarios de México y la empresa de panificación más importante del mundo, FEMSA–Coca Cola, Compañía Cervecerías Unidas, la cervecería más importante de Chile, así como numerosos estados y municipalidades de México.

De la universidad a la industria: el éxito de la comercialización de las tecnologías

Este ejemplo de transferencia de tecnología de una universidad a empresas como IB Tech puede considerarse exitoso porque la tecnología fue comercializada y utilizada en distintos países. Una serie de factores contribuyeron a lograr este resultado exitoso: haberse centrado en la investigación, haber utilizado los derechos de propiedad intelectual (P.I.) de manera inteligente, haber administrado la empresa con la asistencia del CIT y del SIECyT, un entorno empresarial favorable y, por último, aunque no menos importante, el espíritu emprendedor de IB Tech.


Last update:

3 de marzo de 2010


Country/Territory:
México

Company name:
Integración Biotecnológica S.A. de C.V.

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