Buscar en el pasado el cultivo del futuro para África

La cosechadora de fonio en Senegal

Los cereales llevan cultivándose miles de años y constituyen una de las principales fuentes de proteína y energía para el ser humano en todos los rincones del mundo (International Research Journal of Biological Sciences (IRJBS), 2013). Seguramente, usted habrá oído hablar del maíz, uno de los cereales más conocidos, cuya producción supera los 46 millones de toneladas anuales. Sin embargo, en África Occidental el fonio lleva cultivándose durante mucho más tiempo que el maíz, en sus variedades blanca (digerati exilis) y negra (digerati ibura), y cosechándose desde hace varios milenios (African Journal of Biotechnology, 2013). Seguramente, usted habrá oído hablar del maíz, uno de los cereales más conocidos, cuya producción supera los 46 millones de toneladas anuales. Sin embargo, en África Occidental el fonio lleva cultivándose durante mucho más tiempo que el maíz, en sus variedades blanca (digerati exilis) y negra (digerati ibura), y cosechándose desde hace varios milenios (Universidad de Wageningen, 2012).

El fonio, uno de los cultivos más rústicos del mundo, crece en las sabanas del Senegal (Foto: Flickr/jbdodane)

A pesar de su naturaleza prolífica, sus beneficios para la salud y su tradición milenaria, este cereal se ha convertido de hecho en un cultivo marginal. Una de las causas principales de este declive es que el tratamiento de las semillas es considerablemente caro y lento (Universidad de Londres, 2005). El hecho de que su transformación requiera descascarar unos granos extremadamente pequeños y frágiles, de que su cosecha constituya un laborioso proceso y de que en África Occidental se haya optado por cultivar cereales no tradicionales ha relegado el fonio a un segundo plano (Universidad de Wageningen, 2012).

En la década de 1990, cuando África Occidental se vio obligada a afrontar los retos nutricionales que afectaban a sus poblaciones, Sanoussi Diakité, ingeniero y profesor de la República del Senegal (el Senegal), consideró que había llegado el momento de recuperar un cultivo perdido cuya producción a gran escala proporcionaría una fuente de alimentación completa para millones de personas (Rolex Awards, 2013). Aprovechando su experiencia como ingeniero, el Sr. Diakité inventó una máquina para descascarar el fonio que agilizaba y simplificaba su procesamiento. Con la ayuda de organizaciones como el Banco Mundial y el Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el Desarrollo (CIRAD) de Francia, este inventor ha podido compartir su creación con las personas que más lo necesitan (CIRAD, 2009).

Productos con origen geográfico determinado

Gracias en parte a su adaptabilidad ecológica, el fonio sobrevive en una zona caracterizada por unas condiciones climáticas y geográficas únicas que dificultan el cultivo de otros muchos cereales (Universidad de Wageningen, 2012). El fonio se da en una amplia franja de zonas semiáridas y subtropicales del África subsahariana, es una especie autóctona en países como el Senegal, Guinea o Malí, y al Este puede encontrarse tan lejos como en Nigeria (CIRAD, 2009). El fonio se da en una amplia franja de zonas semiáridas y subtropicales del África subsahariana, es una especie autóctona en países como el Senegal, Guinea o Malí, y al Este puede encontrarse tan lejos como en Nigeria (Universidad de Wageningen, 2012).

La rusticidad y adaptabilidad del fonio, que es capaz de sobrevivir sin problemas a la sequía, lo han convertido en una de las especies vegetales más variadas y de cultivo más generalizado del África Occidental (IRJBS, 2013) y en una fuente adecuada de alimentación para los países de la región (National Geographic, 2014). Su rápido crecimiento y su gran aporte de nutrientes explican que muchos agricultores cultiven fonio mientras esperan a que maduren otros cultivos o cuando la sequía limita su capacidad de producción (Worldwatch Institute, 2010). El Senegal se encuentra en la intersección de varias zonas climáticas, y el sur del país se halla entre los 3 y 12 grados de latitud norte (UNDP), El Senegal se encuentra en la intersección de varias zonas climáticas, y el sur del país se halla entre los 3 y 12 grados de latitud norte.

El aumento de las sequías y las dificultades para cultivar maíz ha hecho que muchas comunidades rurales del Senegal apuesten por el fonio para sobrevivir (Foto: Wikipedia Commons/USAID)

Conocimientos tradicionales

En toda África Occidental y el Senegal, la siembra, cosecha, transformación y cocina del fonio cuentan con una larga tradición; las técnicas empleadas para procesar adecuadamente su grano pequeño, ligero y frágil se han transmitido durante miles de años de padres a hijos y de unas comunidades a otras (IRJBS, 2013). En toda África Occidental y el Senegal, la siembra, cosecha, transformación y cocina del fonio cuentan con una larga tradición; las técnicas empleadas para procesar adecuadamente su grano pequeño, ligero y frágil se han transmitido durante miles de años de padres a hijos y de unas comunidades a otras (Worldwatch Institute, 2010). Los agricultores que cultivan fonio han perfeccionado sus conocimientos durante miles de años para aprovechar toda la planta, empleando por ejemplo el tamo y la paja como alimento para el ganado, mezclando la paja con arcilla para construir muros y llegando incluso a utilizarla para elaborar una variedad de cerveza tradicional.

Dicho esto, y a pesar de los avances tecnológicos registrados en la industria agroalimentaria, el fonio sigue cultivándose y transformándose principalmente a mano. Los agricultores han aprendido a identificar los suelos y condiciones más indicados para su cultivo – suelos ligeros y arenosos combinados con una temperatura media de entre 25º y 30º centígrados y una precipitación anual de 1.000 milímetros – y utilizan una azada para depositar las semillas en los surcos superficiales que excavan en la tierra (CIRAD, 2009).

Una vez que el fonio está listo para la cosecha, se mezcla con arena, se muele, se desgrana (se separa el grano de la planta) empleando un mortero (una herramienta pesada de punta redonda) y finalmente se drena el agua (Innov8tiv Magazine, 2014). Aunque estos conocimientos tradicionales han permitido cultivar y transformar el fonio durante miles de años, el proceso resulta tan trabajoso que el cultivo se ha ido abandonando, y la que en tiempos llegó a considerarse “semilla universal” en la mitología maliense hoy apenas se consume, especialmente en las zonas urbanas (National Geographic, 2014).

Investigación y desarrollo

El Sr. Diakité se propuso resolver este problema. En vista de que uno de los muchos efectos perjudiciales del cambio climático en el Senegal era el aumento de las temperaturas (UNDP), y de que la producción total de grano sano en el país se encontraba entre las más bajas de África Occidental (aproximadamente 1.500 toneladas anuales en una superficie de 3.000 hectáreas, según el according to CIRAD, 2009), este empresario vio en el fonio una solución para alimentar a un mayor número de personas y un medio para mejorar el rendimiento de los cultivos y paliar los efectos del cambio climático.

Durante tres años, al tiempo que impartía clases en el Instituto de Ingeniería de Dakar (Senegal), el Sr. Diakité (en la foto) dedicaba sus noches a diseñar el primer prototipo de su cosechadora de fonio (Foto: ©Rolex Awards)

Al Sr. Diakité se le ocurrió la idea a principios de la década de 1990, cuando trabajaba de profesor de enseñanza media, y decidió llevar a la práctica su formación en ingeniería mecánica. Originario de la región meridional del Sahel, donde el fonio se cultiva desde hace más de 500 años, el Sr. Diakité recordaba la época en que lo preparaba siendo niño, y lo lento y extenuante que resultaba el proceso (Rolex Awards, 2002). En su tiempo libre, y con la ayuda de sus alumnos, el inventor se dedicó a diseñar el prototipo de una máquina que con el tiempo se convertiría en la máquina descascarilladora de fonio. En 1993 la máquina estaba lista (Innov8tiv Magazine, 2014).

Invención

Al desarrollar su prototipo, el Sr. Diakité descubrió que el uso de placas giratorias de plástico flexible sobre las semillas de fonio permitía separar la cáscara sin aplastar su interior, más blando y susceptible de dañarse fácilmente. Por lo general, es necesario invertir unas cuantas horas de duro trabajo manual para descascarillar tan sólo dos kilos de fonio y que el cereal pueda cocinarse, y hasta tres días para procesar una cantidad del mismo que sea utilizable por parte de las familias y las comunidades (Rolex Awards, 2013).

El inventor fue perfeccionando su máquina a base de pruebas de campo hasta lograr procesar cinco kilos de fonio en apenas ocho minutos (Innov8tiv Magazine, 2014), separando más del 99% de la cáscara (Rolex Awards, 2002). Esto permite agilizar el procesamiento del fonio y que los agricultores puedan plantarlo en mayores cantidades, lo que a su vez estimula la expansión de este cultivo tradicional. Además, a diferencia de la técnica tradicional de descascarillado, que requiere el empleo de hasta 15 litros de agua, la nueva máquina apenas consume este recurso.

Después de recibir en 1996 el Premio Rolex a la Iniciativa en el ámbito de la tecnología aplicada, el Sr. Diakité, para explicar cómo convenció a sus estudiantes de la importancia de las invenciones, saying “A veces uno piensa que la actividad inventiva está muy alejada de la realidad cotidiana. Pero ellos pueden hablar conmigo y comprobar que soy de carne y hueso, y saben que si yo he podido hacerlo, ellos también pueden.”

La máquina, en su versión definitiva, es una alternativa a la técnica tradicional pero laboriosa que se emplea para separar la arena de las semillas de fonio (Foto: ©Rolex Awards)

Patente

Consciente de la importancia de comercializar su invención (no sólo en el Senegal, sino también en otros países africanos), el Sr. Diakité aprovechó las ventajas que le ofrecía el sistema de P.I. Uno de sus objetivos era ampliar el cultivo y el uso del fonio. El segundo objetivo era ampliar su uso más allá de las fronteras de su país de origen mediante la venta de su invención a precios razonables, lo que a su vez le permitiría fabricar más máquinas (Rolex Awards, 2013). Con este propósito, en 1994 el empresario presentó una solicitud de patente para su invención (con el número 9944) ante la Organización Africana de la Propiedad Intelectual (OAPI).

Con este propósito, en 1994 el empresario presentó una solicitud de patente para su invención (con el número 9944) ante la Organización Africana de la Propiedad Intelectual (OAPI). (Saudi Armco World, 1997). Esto se tradujo en una mayor visibilidad de la máquina en todo el mundo, y en 1996 el Sr. Diakité fue galardonado con el Premio Rolex a la Iniciativa, dotado con 50.000 dólares de los EE.UU. que le permitieron perfeccionar y aumentar la producción de su máquina descascarilladora de fonio.

Comercialización

Con un precio que oscila entre los 1.200 y los 2.000 euros (dependiendo de si se trata de la versión eléctrica o diésel), las máquinas descascarilladoras de fonio no son particularmente rentables, sobre todo para los hogares rurales. No obstante, los gobiernos locales y nacionales, las organizaciones no gubernamentales y los organismos internacionales (como el Banco Mundial), conscientes de las ventajas que estas máquinas pueden reportar, decidieron adquirirlas para ponerlas a disposición de un sinfín de comunidades. En el año 2010, este empresario había fabricado y vendido más de 100 máquinas, y en 2013 el Banco Mundial patrocinó un programa que ha facilitado la difusión de cientos de ellas en todo el Senegal (Thomson Reuters Foundation, 2013). Este tipo de programas han servido de ayuda a los agricultores senegaleses y de otros países de África Occidental, ya que el fonio es una de las pocas especies que pueden cultivarse con éxito en climas extremadamente cálidos y secos (African Journal of Biotechnology, 2103).

Este tipo de programas han servido de ayuda a los agricultores senegaleses y de otros países de África Occidental, ya que el fonio es una de las pocas especies que pueden cultivarse con éxito en climas extremadamente cálidos y secos

Seguridad alimentaria

Uno de los motivos que llevaron a los agricultores a reducir el cultivo de fonio en el Senegal y otros países fue el hecho de que el fonio, a diferencia de otros cultivos que no requieren tanto esfuerzo (como el maíz) exige invertir muchas horas de arduo trabajo para obtener un rendimiento mínimo (Universidad de Londres, 2005). Universidad de Londres (Innov8tiv Magazine, 2014). Un cultivo accesible como el fonio permitiría disponer de un alimento básico asequible y de fácil acceso que podría contribuir a garantizar la seguridad alimentaria y a luchar contra el hambre (The Tech Awards). Un cultivo accesible como el fonio permitiría disponer de un alimento básico asequible y de fácil acceso que podría contribuir a garantizar la seguridad alimentaria y a luchar contra el hambre (Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea, 2013), Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea (IRJBS, 2013), esta máquina podría proporcionar a muchas personas de la región una dieta más rica en nutrientes (Worldwatch Institute, 2012).

Resultados en el comercio y la industria

En los últimos años el cultivo del fonio ha caído en desuso, a pesar de que es el de mayor antigüedad de África, y de que es capaz de resistir las condiciones más hostiles. En un contexto de intensificación del cambio climático y de preocupación persistente por la seguridad alimentaria, la máquina diseñada por el Sr. Diakité ha obligado a mucha gente a replantearse la utilidad del fonio. Habida cuenta del gran mercado potencial que representa África Occidental, en 2014 los gobiernos de países como Benin, Malí y Guinea, donde cada año se procesa manualmente la mitad de la cosecha mundial de fonio, se interesaron por esta invención (Rolex Awards, 2010).

Asimismo, este empresario ha sido galardonado con varios premios, entre ellos el Premio Rolex (dotado con 50.000 dólares de los EE.UU.), que le permitió dar a conocer su invención e impulsar su comercialización. El Sr. Diakité recibió además en 1997 el primer premio Grand Prix du Salon Africain de l’invention en Dakar (Senegal), y en 2008 fue galardonado con el premio Tech Awards en la categoría de salud (Tech Awards, 2014). En 2013, el Sr. Diakité ganó el premio a la innovación social Innovation Prize for Africa, con una dotación económica de 25.000 dólares de los EE.UU. (Africa Nouvelles, 2014). Como explicó el propio inventor con ocasión de la entrega de los Premios Rolex, su principal objetivo es promover el cultivo del fonio, una iniciativa que va camino de convertirse en un éxito a largo plazo.

El fonio es un alimento nutritivo, y el aumento de la producción, facilitado por la máquina cosechadora de fonio, podría contribuir a combatir el hambre (Foto: ©Rolex Awards/Fatoumata Diabaté)

Grano a grano

La máquina descascarilladora de fonio ha cambiado la percepción popular de este rústico cultivo que en tiempos fue el más importante de África y que en época reciente ha caído en desuso. Se han revitalizado muchas zonas del Senegal y otros países, tanto en términos económicos como de seguridad alimentaria, y la aceptación y producción de fonio han crecido de un modo constante. Nostálgico del cultivo nutritivo a la vez que laborioso de su juventud, el Sr. Diakité ha volcado este sentimiento, grano a grano, en una invención que ha beneficiado a las comunidades dentro y fuera de su país.


Last update:

5 de diciembre de 2014


Country/Territory:
Senegal

Company name:
Fonio Harvesting Machine

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