Controlar las heladas para salvar las cosechas: la historia de Florencio Lazo Barra

Antecedentes

Florencio Lazo Barra estudió arquitectura, pero a raíz de la muerte de su padre tomó las riendas de la granja de producción de leche que ostentaba su familia en Chile. En 1970, cuando se comenzaron a promocionar las exportaciones agrícolas y forestales de Chile, el Sr. Lazo decidió convertir la granja en una huerta en la que cultivar frutas para su venta en el mercado internacional.

In 1991, la VI Región de Chile, la región central de O’Higgins, sufrió una fuerte helada de la que no se salvaron los árboles frutales del Sr. Lazo, que perdió el 100% de la producción de uvas de mesa y el 80% de las ciruelas. Por otra parte, la helada le causó además grandes gastos de combustible, al intentar en vano proteger su huerta con quemadores de petróleo. Ese mismo año decidió crear un método para controlar las heladas que resultara a la vez más eficaz y más económico que los que existían hasta entonces. “Me juré a mí mismo que nunca más se me helaría la cosecha”, recuerda.


Vista lateral de una unidad compuesta por un ventilador y un calefactor que utiliza la invención, montada sobre una plataforma o remolque y enganchada a un tractor, según figura en la patente Nº 5.934.013 de los Estados Unidos de América

Investigación y desarrollo

Un año más tarde el Sr. Lazo intentó proteger su huerta mediante un sistema casero que consistía en encender hogueras con bidones de petróleo que, aunque no dio resultado, sirvió para convencerle de que el aire caliente, si se aplica sobre el terreno de manera especial y teniendo en cuenta la aerodinámica, podía crear una barrera térmica temporal contra las heladas. El Sr. Lazo probó varias opciones, incluida la posibilidad de usar helicópteros para mezclar el aire frío del suelo con aire más caliente proveniente de arriba y, finalmente, comenzó a experimentar con la aplicación de aire caliente sobre el terreno.

Tras cuatro años experimentando, en 1996 consiguió desarrollar un primer prototipo, el Lazo Frost Control Machine (Lazo FCM), que superó las pruebas. El Lazo FCM consiste en un gran ventilador centrífugo con un calefactor que es remolcado por la plantación por medio de un tractor. Funciona gracias a cuatro cilindros de gas licuado que proporcionan una autonomía de cinco horas. Los ventiladores expulsan aire caliente por dos salidas laterales, una por cada lado, que tienen un alcance de 100 metros cada una. Al introducir una capa de aire caliente en la masa de aire frío que rodea las plantas se consigue proteger las frutas y las verduras de las heladas.

Las ventajas principales del Lazo FCM son su movilidad (no es un dispositivo fijo), lo económico que resulta su funcionamiento (5 dólares EE.UU. por ha; al menos tres veces más barato que los demás sistemas), su flexibilidad (permite controlar tanto las heladas por radiación como las heladas por advección), es respetuoso con el medio ambiente (utiliza gas propano) y es eficaz (crea una capa duradera de aire caliente).

Financiación y registro de la P.I.

Tan pronto como el prototipo del Lazo FCM hubo superado las pruebas, el Sr. Lazo solicitó la ayuda de “Innova Chile”, un organismo gubernamental encargado de fomentar la innovación (por aquel entonces se llamaba Fondo Nacional de Desarrollo Tecnológico y Productivo (FONTEC)), y recibió 170.000 dólares EE.UU. con los que poder hacer realidad la idea que quería comercializar, y fabricar más máquinas. “En solo cuestión de meses comenzaron a llegar pedidos de agricultores chilenos, y yo pensé: esto solo sucede una vez en la vida. Me gané la lotería y es hora de patentar la invención”, recuerda.

En 1997, con la ayuda de un experto en propiedad intelectual (P.I.), inició el proceso para la obtención de una patente en el extranjero. El primer país en conceder unapatente para su invención fue los Estados Unidos de América.

En Chile, el Departamento de Propiedad Industrial concedió en 2002 la, patente Nº 41 776 para una máquina para el control de las heladas que funciona mediante un ventilador centrífugo de dos salidas y con un calefactor, y que se desplaza por la plantación montada sobre un tractor agrícola. La invención también se encuentra protegida mediante patente en otros países, entre ellos la Argentina, Australia, China y la Unión Europea.

La empresa tiene además una marca registrada en el Departamento de Propiedad Industrial de Chile.


Dibujo que se incluye en la patente Nº 5.934.013 de los Estados Unidos de América, mediante la que se protege el método de calefacción para control agrícola del Sr. Lazo

Comercialización y resultados empresariales

En 1997 el Sr. Lazo comenzó a comercializar su invención en Chile. Un año después se comenzó a exportar la tecnología del Lazo FCM a los Estados Unidos de América mediante la concesión de una licencia de fabricación a la empresa Agtec Crop Sprayers (que en la actualidad se llama Superb Horticulture), que comercializó el producto con el nombre Lazo Frost Dragon. En los tres primeros años se vendieron más de 500 máquinas en América del Sur y en los Estados Unidos de América.

En 1999 el Sr. Lazo obtuvo el Premio Nacional a la Innovación Agraria que otorga el Ministerio de Agricultura de Chile. Un año después el producto se comenzó a distribuir y a comercializar en Europa a través de la empresa belga Agrofrost N.V., que vende y distribuye las máquinas en Europa con el nombre Lazo Frostbuster. Más recientemente la tecnología se ha exportado asimismo a Nueva Zelandia y Australia.

El espíritu innovador del Sr. Lazo no se detuvo después del éxito que supuso la comercialización de su invención. Basándose en el Lazo FCM, comenzó a desarrollar una solución para el control térmico de plagas que permite controlar las plagas y las enfermedades propias de la producción agrícola sin necesidad de utilizar pesticidas. Este sistema único y patentado utiliza aire caliente para modificar el microclima del cultivo y ha sido probado con buenos resultados en casi todos los cultivos frutales y vegetales. Actualmente hay una serie de agricultores selectos en Europa, América del Norte, América del Sur, África, Nueva Zelandia y Australia que están abriendo el camino a unas tecnologías para el control térmico de plagas que no son tóxicas ni químicas y que son respetuosas con el medio ambiente.

La adversidad alimenta la creatividad y la innovación

No cabe duda del infortunio que supuso para el Sr. Lazo la pérdida de la cosecha en la helada de 1991, pero este hecho le sirvió como estímulo para realizar dos invenciones revolucionarias que han servido para aumentar la seguridad alimentaria al aportar una solución económica para controlar las heladas y reducir la contaminación gracias al control térmico de plagas. Las patentes protegen las invenciones del Sr. Lazo y facilitan la transferencia de tecnología por medio de acuerdos de concesión de licencias que, a su vez, ayudan a financiar nuevas innovaciones.


Last update:

4 de marzo de 2010


Country/Territory:
Chile, Estados Unidos de América

Company name:
Florencio Lazo Barra

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