OMPI

Examen de patentes, marcas y diseños: el arte de los examinadores de PI

James Nurton, escritor independiente

13 de noviembre de 2025

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Los examinadores desempeñan un papel fundamental en el sistema de propiedad intelectual (PI), ya que son los encargados de evaluar las solicitudes de patentes, marcas, indicaciones geográficas y diseños industriales para determinar si pueden ser concedidas, así como de verificar que se cumplen los requisitos establecidos por las leyes y los acuerdos internacionales. Cada año, revisan, estudian y deciden de manera rigurosa la concesión de más de 20 millones de solicitudes de propiedad intelectual. Pero muchos de ellos hacen mucho más que eso.

Dado que gran parte del trabajo de los examinadores de PI es confidencial y técnico, a veces no se comprende bien. Para saber más sobre su trabajo, la Revista de la OMPI se reúne con examinadores de cinco oficinas de PI procedentes de cuatro continentes para hablar sobre su papel en el sistema y la evolución de su función.

El papel del examinador de propiedad intelectual

La tarea fundamental de los examinadores de PI consiste en garantizar que los derechos de PI se conceden cuando está justificado y que la ley se interpreta de forma justa. Se trata de una gran responsabilidad, como explica Saima Kanwal, examinadora de patentes en Pakistán: «Mi trabajo consiste en conceder la protección que se merece y proteger el dominio público, evitando monopolios innecesarios en el mercado».

Para las oficinas que llevan a cabo el examen sustantivo de las solicitudes de patente, esto significa utilizar la experiencia del examinador y las herramientas más modernas para juzgar si la invención descrita en la solicitud es novedosa, no obvia y cumple otros criterios que permiten patentarla.

«Somos privilegiados porque conocemos la innovación antes de que se publique».

En el caso de las marcas, esto significa evaluar si son distintivas y si afectan a los derechos de terceros. Ana Isabel Varona Guzmán es examinadora de marcas colectivas en Colombia. «Aprendí a tener un ojo crítico para, por ejemplo, ver si las marcas inducían a confusión o si un signo que alguien quiere proteger como marca podía afectar a los derechos de terceros o a una denominación de origen».

Incluso en las oficinas que solo examinan las formalidades y no llevan a cabo un examen en profundidad de la novedad, la actividad inventiva y otros criterios, los examinadores desempeñan un papel importante. «El examen de forma no solo significa que aceptamos todo», afirma Eno-Obong Usen, examinador principal de patentes de la Oficina de Patentes, Marcas y Diseños de Nigeria. «Examinamos estos documentos y luego interactuamos con los solicitantes. Primero les explicamos mejor qué es la propiedad intelectual y luego ayudamos a quienes no saben cómo empaquetar o estructurar sus reivindicaciones».

Una persona, sentada en un escritorio de oficina moderno, revisa cuidadosamente unos documentos. Viste un chaleco oscuro sobre camiseta azulada y la luz natural se filtra por el espacio.
Getty Images/Portra

Gran parte del trabajo de los examinadores requiere mucha curiosidad y minuciosidad, así como un amplio conocimiento de la legislación. «Buscas cosas; investigas mucho», dice Xia Wu, responsable de la evaluación de diseños industriales en la Oficina Canadiense de Propiedad Intelectual (CIPO). Por fortuna, no tienen que hacerlo solos.

Trabajo en equipo: por qué la cooperación es clave

Los examinadores no trabajan únicamente de forma independiente, sino que la colaboración es vital. Para Usen, cada semana comienza con una reunión a las 9 de la mañana a la que asisten los seis examinadores de patentes de la oficina, donde revisan las nuevas solicitudes y se reparten el trabajo. Su equipo también interactúa con los examinadores de marcas y diseños para poder ayudar mejor a los solicitantes que no sepan qué derecho de PI les conviene.

«Si vemos algo que no hemos visto nunca, lo compartimos con el equipo».

Margarita Alonzo, examinadora de patentes especializada en recursos genéticos y bioquímica, forma parte de un equipo de cuatro personas del departamento de patentes del Ministerio de Economía de Guatemala. «Solemos debatir cuando elaboramos informes para el Ministerio de Sanidad o el de Agricultura, porque tenemos que hacerlo a diario», afirma. «Queremos estar seguros de que la información que compartimos es correcta y de que no estamos violando los derechos de nadie, pero también tenemos que cerciorarnos de que no estamos concediendo más derechos de los debidos».

Dos personas están sentadas frente a frente en un despacho, enzarzadas en una discusión, ante un escritorio de mármol con un ordenador portátil, papeles y material de oficina alrededor.
Getty Images/Antonio_Diaz

«Celebramos reuniones periódicas de equipo para compartir información y buenas prácticas que garanticen la coherencia y calidad de nuestro trabajo», afirma Wu del equipo de la CIPO. «Si vemos algo que nunca hemos visto, lo compartimos con el equipo y elaboramos un planteamiento coherente para abordarlo».

Formar a las actuales y futuras generaciones de examinadores de PI

Además de examinar las solicitudes, los examinadores deben dedicar tiempo a formar y tutelar a los jóvenes, ya que, sin ellos, el sector se estancaría.

En Canadá, por ejemplo, hay un programa de formación para cada nueva promoción de examinadores. «A lo largo de mis 18 años aquí, he formado a muchos becarios», dice Wu, que recibió el Premio al Mérito del Director General por su labor de formación y tutoría. «Pero el programa ha evolucionado con los años. Ahora, tienen varias semanas de formación presencial para familiarizarse con la legislación, seguidas de muchos meses de orientación y tutoría por parte de examinadores con más experiencia.

Muchas oficinas se benefician de la formación externa de la Academia de la OMPI, así como de la de otras oficinas de PI ya consolidadas y de especialistas. Kanwal recuerda la formación de 15 días que recibió al inicio de su carrera en Pakistán por parte de examinadores de IP Australia, así como la formación más reciente impartida por la Oficina Danesa de Patentes y Marcas, centrada en biotecnología. También elogia la «formación personalizada y específica» impartida por un miembro de la División de Cooperación Internacional del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) de la OMPI.

En Guatemala, Alonzo destacó la formación en línea impartida por la Academia de la OMPI, de la que se han beneficiado muchas oficinas latinoamericanas. En Nigeria, Usen destaca la formación impartida por examinadores de Japón, China y Estados Unidos, así como por la Oficina Europea de Patentes (OEP) y la OMPI. «Creo que los cursos de aprendizaje en línea aportan mucho», dice, «y los hemos hecho obligatorios para los examinadores más jóvenes, para que conozcan en profundidad en qué consiste el trabajo».

Los examinadores jóvenes no son los únicos que se benefician de la orientación. La formación continua es importante para los examinadores de todos los niveles, ya que, aunque los principios básicos de su trabajo se han mantenido constantes, su día a día ha cambiado en las dos últimas décadas, en parte debido a las nuevas tecnologías y en parte a las reformas legales.

En un aula moderna y luminosa, un grupo de adultos se sienta en pupitres con ordenadores portátiles. En primer plano, una persona toma notas mientras escucha atentamente.
Getty Images/FatCamera

Para Alonzo, los mayores cambios han sido la adopción de la base de datos PATENTSCOPE y la adhesión de Guatemala al PCT en 2006. En su campo, la biotecnología, afirma que el próximo gran cambio será la aplicación del Tratado sobre Propiedad Intelectual, Recursos Genéticos y Conocimientos Tradicionales Asociados, aprobado el año pasado.

En Nigeria, Usen afirma que el número de solicitudes de patente ha pasado de unas 500 al año en 2006 a más de 2000 en la actualidad. Para poder hacer frente a la carga de trabajo, los examinadores han tenido que familiarizarse con la informatización y las herramientas en línea, muchas de las cuales requieren formación adicional.

Para los examinadores de dibujos y modelos, la tecnología no solo ha mejorado su capacidad de búsqueda del estado de la técnica, sino también la rapidez de sus exámenes, algo esencial para muchos diseñadores cuyos productos tienen una vida corta. «Hace muchos años trabajábamos con archivos en papel y, para las solicitudes que contenían 300 dibujos, literalmente colocábamos las páginas sobre la gran mesa de la sala de juntas», explica Wu. En la actualidad, las solicitudes se presentan y las respuestas se envían por vía electrónica, y pueden recibirse al instante. «El tiempo de respuesta se ha reducido significativamente».

Accesibilidad: promover la PI para todas las personas

Además de examinar las solicitudes y de impartir formación, los examinadores de PI suelen trabajar para dar a conocer el sistema de PI y hacerlo más accesible a diferentes grupos.

En Nigeria, los examinadores de patentes han ayudado a desarrollar capacidades en las universidades mediante la creación de Centros de Apoyo a la Tecnología y la Innovación (CATI) y se reúnen una vez al mes para debatir sobre divulgación y analizar los resultados. «Hablamos con algunas universidades que no tienen la propiedad intelectual en su plan de estudios o como parte del curso de su facultad de Derecho», dice Usen. «También ayudamos a crear clubes de PI en distintas universidades. El objetivo es concienciar a la comunidad universitaria y conseguir que más abogados ofrezcan PI como asignatura optativa en sus universidades, al tiempo que se educa a los estudiantes de ciencias e ingeniería en esta materia».

«La PI no consiste solo en proteger los derechos de las empresas multinacionales, sino también en apoyar a los inventores locales».

Kanwal ha dirigido proyectos para crear 48 CATI en Pakistán y ha trabajado en una plataforma para mujeres inventoras. «Tenemos una línea de ayuda específica para mujeres empresarias e inventoras, y a través de esa plataforma les proporcionamos tutoría», afirma. «En lugar de pasar el día sentado en un escritorio, ahora interactúo con colaboradores y partes interesadas de todo el mundo. La concienciación y la promoción son algunas de las responsabilidades de todos los examinadores de patentes de mi oficina».

También ha elaborado un marco para el fortalecimiento de la PI y la comercialización de los centros de enseñanza superior de Pakistán. Este trabajo contribuyó a que las solicitudes de patentes nacionales en Pakistán aumentaran del 20 al 50 por ciento aproximadamente. «A través de proyectos como el Programa de Asistencia a Inventores, podemos guiarles y ofrecerles tutoría individualizada», afirma Kanwal, quien subraya que la creciente concienciación demuestra que el sistema de patentes «no solo sirve para proteger los derechos de las empresas multinacionales, sino también para apoyar a los inventores y emprendedores locales».

En Guatemala, Alonzo también muestra un interés especial en el acceso a los recursos genéticos locales y la propiedad intelectual. «Vengo de una zona muy diversa, en la que interactúan la biodiversidad y la cultura maya». Explica que aprendió la importancia de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales gracias a los remedios naturales de su abuela.

Protección del patrimonio y la comunidad mediante los derechos de PI

La concienciación sobre la importancia de proteger el patrimonio local y su impacto en las comunidades es cada vez mayor. Durante la pandemia de COVID-19, Alonzo ayudó a crear la sección guatemalteca de la Organización de Mujeres Científicas para el Mundo en Desarrollo, en colaboración con científicas de la diáspora. La organización lleva a cabo actos gratuitos para promover la ciencia y ofrece charlas a niñas de todo el país. «Sé que soy una privilegiada, pero no quiero ser la excepción», afirma. «Quiero que todas las chicas, o al menos más chicas, tengan las oportunidades que yo tuve para ir a la universidad y estudiar carreras técnicas». También ha ayudado a las mujeres indígenas a aprender a proteger los tejidos.

Una mujer maya de San Antonio Palopó (Guatemala) sostiene un tejido azul brillante hecho a mano.
Getty Images/Kryssia Campos

Especializada en marcas colectivas, derechos de certificación y denominaciones de origen, Varona Guzmán ha trabajado codo con codo con las comunidades locales de Colombia. «Parte de mi trabajo ha consistido en sensibilizar a las comunidades y enseñarles herramientas útiles para proteger sus productos o servicios», afirma. «También implica una amplia lectura y contacto con otros organismos gubernamentales sobre cuestiones técnicas que, como abogado, no estoy capacitado para manejar ni comprender».

En los últimos trece años, Varona Guzmán ha sido testigo de la mejora de las disposiciones legales y de la accesibilidad, así como del aumento de la protección de los productos agrícolas y comunitarios. «Gracias a nuestro trabajo, hemos añadido valor a productos que, aunque conocidos, no gozaban de mucha reputación hasta que consiguieron una denominación de origen, por ejemplo. También hemos ayudado a las comunidades a entender que tienen derechos, pero también responsabilidades».

Aprovechar las ventajas del examen de PI

El trabajo de los examinadores evoluciona en consonancia con las tecnologías innovadoras, las nuevas tendencias empresariales y los cambios legales. Estas revisiones garantizan que sus funciones sigan siendo pertinentes y que sigan enfrentándose a retos y decisiones interesantes en su labor de defensa de la integridad del sistema de PI. Las ventajas de su trabajo son muchas y variadas, tanto para los solicitantes como para los propios examinadores.

Para Wu, los beneficios incluyen poder ver diseños que ha examinado en las tiendas. Para Kanwal, fue oír hablar de las vacunas que había examinado y que salvaron vidas durante la pandemia de COVID-19.

«Realmente valió la pena sentir que, de alguna manera, había contribuido a estas solicitudes antes de que salieran al mercado», afirma. «Somos privilegiados porque conocemos la innovación antes de que se publique», afirma Alonzo. «Pero también tenemos la responsabilidad de fomentar el sistema de innovación».

Por eso, aunque muchos de ellos no planeaban dedicarse a la PI, encuentran su trabajo satisfactorio y gratificante. Como dice Usen, como examinador siempre estás aprendiendo algo nuevo. «Como escuché decir una vez a un conferenciante: cuando se trata de la PI, cuanto más se acerca uno, más caliente se vuelve».

El proyecto Reconocimiento y empoderamiento de los examinadores de PI se puso en marcha en enero de 2025 y culminó con una celebración en honor a los examinadores de PI durante el mes de noviembre del mismo año. Todos los entrevistados formaban parte de la Galería de Impulsores del Cambio y fueron seleccionados por sus oficinas nacionales de PI.