Inversión en innovación agrícola: ¿cómo puede ayudarnos en la consecución de los ODS?

17 de abril de 2024

Intan Hamdan-Livramento

17 de abril de 2024 ・ 5 minutes reading time

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Imagen: Getty Images Plus/iStock/lamyai

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas establecen diecisiete planes de acción centrados en una serie de ámbitos de transcendencia estratégica para la humanidad y el planeta.

Es posible alcanzar 15 de los 17 ODS a través de la inversión en agricultura

El impulso del sector agrícola puede contribuir a la consecución de quince de estos diecisiete objetivos. Entre ellos figuran la promoción del crecimiento económico y el aumento del nivel de vida, que a su vez inciden en nuestras posibilidades de acceso a la sanidad y la educación y en el logro de la igualdad. Asimismo, contribuye a la sostenibilidad del medio ambiente.

Los datos relativos a la propiedad intelectual asociada al sector agrícola evidencian un aumento del número de tecnologías agrícolas en todo el mundo. Esto pone de manifiesto el potencial de transformación que estas tecnologías pueden tener en lo que cultivamos y cómo lo cultivamos, en lo que comemos y en cómo garantizamos la sostenibilidad del sector.

El auge de la innovación agrícola amparada por la PI

Total de solicitudes presentadas en virtud de sistemas de protección de patentes y modelos de utilidad, patentes de plantas y obtenciones vegetales equivalentes (2000-2021)

Fuente: Informe mundial sobre la PI de 2024, capítulo 3.

No obstante, las cifras reflejadas en el gráfico anterior solo representan un subconjunto de la innovación agrícola en todo el mundo.

Para que el sector agrícola satisfaga las necesidades de una población mundial cada vez más numerosa, los responsables de la formulación de políticas deben proseguir sus inversiones en I+D agrícola. Por otra parte, tendrán que poner en marcha políticas que faciliten al sector privado la difusión y la comercialización de las innovaciones agrícolas.

Pero ¿por qué? A continuación, enumeramos los motivos.

La inversión en agricultura reporta beneficios

Los gobiernos que hacen inversiones sustanciales en agricultura registran un mayor crecimiento económico, menores índices de pobreza y un mejor estado nutricional.

Habida cuenta de que tres cuartas partes de la población pobre del mundo viven en zonas rurales y su principal fuente de ingresos es la agricultura, un impulso al sector agrícola contribuiría a mitigar la pobreza y elevar los niveles de renta. En un estudio se estima que un aumento del 1 % en los ingresos procedentes de la agricultura incrementaría la renta total de un país en una proporción entre tres y cuatro veces mayor que si se diera un aumento semejante en sectores no agrícolas.

Los beneficios derivados de la innovación agrícola son lucrativos

La inversión en innovación agrícola sale rentable.

Según cálculos de los economistas que analizan los efectos del gasto público destinado a la investigación y el desarrollo (I+D) en el sector agrícola, la tasa interna de rendimiento oscila entre el 6 % y casi el 80 %.

En pocas palabras, cada dólar invertido en tecnología agrícola genera seis dólares más al año, según estimaciones prudentes, y 80 dólares al año, de acuerdo con un cálculo más generoso.

La amplitud de esta horquilla obedece a la enorme variedad de proyectos de I+D en el sector agrícola, así como a la dificultad que entrañan las estimaciones al respecto.

Algunas de estas dificultades radican en el desfase que hay entre la conclusión de la investigación, la implantación de la innovación y la obtención de sus frutos (un juego de palabras muy apropiado, ¿verdad?).

Por otra parte, también se plantea el desafío de recabar las ganancias que obtienen los consumidores gracias a la asequibilidad de los productos agrícolas. La estimación de estos datos es sumamente complicada, máxime si los consumidores residen en la otra punta del mundo.

Sirva como ejemplo la Revolución Verde. Concebida en los años sesenta, todavía hoy se perciben los beneficios derivados de la Revolución Verde. En el marco de la Revolución Verde, se propagaron tecnologías agrícolas que incrementaron el rendimiento de los cultivos de arroz y trigo en todo el mundo. Gracias a estos avances, se consiguió que estos cereales tuvieran un precio asequible para numerosas poblaciones y se contribuyó a paliar el hambre en muchas partes del mundo.

Las mejoras en la agricultura pueden ser sostenibles

Además de todo lo anterior, la agricultura es fundamental para garantizar la sostenibilidad del desarrollo y del medio ambiente, ya que atañe a numerosos ámbitos vinculados a los seres humanos y al entorno. La dependencia del sector de los recursos naturales de la tierra, el agua y el ecosistema medioambiental en su cadena de valor de producción conlleva la necesidad de garantizar la sostenibilidad de estos escasos recursos a perpetuidad. Paradójicamente, el crecimiento del sector es una de las principales causas de la contaminación y la degradación del medio ambiente. Las actividades agrícolas representan el 22 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a escala mundial.

No obstante, la llegada de una nueva ola de tecnologías digitales contribuye a una mayor sostenibilidad de las prácticas agrícolas. Cada vez son más los agricultores de todo el mundo que recurren a las tecnologías de precisión en aras de una gestión más eficaz y sostenible de sus recursos.

¿Qué pueden hacer los responsables de la formulación de políticas?

Habida cuenta de que el sector agrícola está presente en todas las economías, los responsables de la formulación de políticas tienen ante sí la posibilidad de avanzar hacia la consecución de los ODS mediante la inversión en innovación agrícola.

Para empezar, pueden proseguir sus inversiones en el fortalecimiento de las capacidades innovadoras locales en beneficio del ecosistema de innovación de su industria agrícola. En este sentido, conviene invertir en las universidades e instituciones de investigación, impartir formación a la próxima generación de innovadores agrícolas e incentivar la colaboración interdisciplinar, entre instituciones de investigación e incluso con el sector privado.

En segundo lugar, los responsables de la formulación de políticas deben estimular la participación del sector privado. Mediante la creación de unos incentivos apropiados para el sector privado, se puede contribuir a garantizar el dinamismo y la sostenibilidad de la industria agrícola.

Por último y, sobre todo, es imprescindible la formulación de políticas inteligentes que tengan en cuenta las capacidades locales.

Para saber qué más pueden hacer los responsables de la formulación de políticas y conocer más detalles al respecto, inscríbase para participar en el acto de presentación del Informe mundial sobre la propiedad intelectual 2024: Diseñar políticas de innovación para el desarrollo.

Inscríbase para asistir al lanzamiento

 

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