Transformar los conocimientos en tecnología: seguir el progreso de los ecosistemas de innovación
5 de agosto de 2025
5 de agosto de 2025 ・ minutes reading time

Para medir el rendimiento de un ecosistema es necesario seguir el rastro, a lo largo del tiempo, de la manera en que el conocimiento fluye entre las universidades, las empresas y las instituciones gubernamentales. Cuando esas conexiones se fortalecen, ponen de manifiesto los patrones de colaboración eficaces y destacan las estrategias que crean crecimiento a largo plazo. Este análisis da a los encargados de la adopción de políticas herramientas concretas para crear entornos de innovación más dinámicos y competitivos, presenta un método para medir la eficiencia en la transferencia de conocimientos y explora cómo esa información específica puede orientar las decisiones políticas.
Cómo trazar un mapa de la eficiencia en la transferencia de conocimientos
Los ecosistemas de innovación prosperan cuando logran transformar con éxito los conocimientos científicos y las capacidades productivas en tecnologías que generan valor. Este proceso se basa en las conexiones entre las instituciones de investigación, las empresas y los encargados de la adopción de políticas. Las sinergias entre las instituciones de investigación, las empresas y los encargados de la adopción de políticas son fundamentales para lograrlo. En los ecosistemas de innovación que funcionan correctamente, estas conexiones son sólidas y pueden utilizarse como estándar para la eficiencia en la transferencia de conocimientos entre todos los demás ecosistemas.
Al compararse con los ecosistemas de vanguardia, otros ecosistemas pueden reconocer sus brechas, priorizar reformas y orientar las inversiones para realizar a pleno su potencial. Si bien es posible que algunas regiones necesiten mejorar la colaboración entre la ciencia y la empresa, otras tal vez deban centrarse en mejorar la calidad y la pertinencia de sus resultados.
Por ejemplo, Chile y España muestran dos caminos diferentes, ambos exitosos, para mejorar su eficiencia. Chile ha logrado avances significativos al reducir las brechas tanto en el ámbito científico como en el de la producción, aunque aún no ha realizado todo su potencial. La actividad de patentamiento del país está convergiendo hacia los niveles esperados en función de sus resultados científicos y de producción, lo que indica que los flujos de conocimiento entre los científicos, las empresas y los inventores chilenos están mejorando de manera constante. España representa una etapa más avanzada, habiendo alcanzado un rendimiento de vanguardia en la sinergia entre sus sectores productivo y tecnológico.
La ciencia y la producción pueden arrojar luz sobre el potencial tecnológico que aún está sin explotar.
Evolución del potencial tecnológico de los ecosistemas de innovación
Aprovechar la información específica para mejorar las políticas
La capacidad de un ecosistema de innovación para transferir conocimientos de manera eficiente evoluciona con el tiempo, y su seguimiento proporciona información específica vital para los encargados de la adopción de políticas. Al medir la mejora de la eficiencia en la transferencia de conocimientos de los artículos científicos y las exportaciones de productos a las patentes, los países pueden comprender mejor qué políticas han contribuido a estos avances y qué áreas exigen más atención.
Sin embargo, algunos ecosistemas de innovación aún enfrentan desafíos que obstaculizan esa eficiencia:
- La falta de conexiones entre los actores clave. Cuando los investigadores, las empresas y los encargados de la adopción de políticas no están bien conectados, el conocimiento no puede fluir sin tropiezos, lo que retrasa la transformación de los resultados científicos en tecnologías viables.
- La calidad insuficiente de los resultados tecnológicos. Si la calidad de los resultados tecnológicos no es lo suficientemente alta, es posible que estos no resulten competitivos en el mercado internacional, y su potencial se limitará a llegar a los mercados locales.
- Fuga de cerebros y escape de conocimientos. A veces, el talento científico y las innovaciones de un país terminan beneficiando más a otros ecosistemas que a su propia región, lo que significa que el país no está aprovechando al máximo los beneficios económicos de sus propias inversiones en investigación.
Para los encargados de la adopción de políticas, la principal conclusión es que este indicador puede servir como una poderosa herramienta para evaluar su situación actual y reconocer las posibles causas de ineficiencia. Al reconocer los eslabones faltantes y las debilidades del sistema, los gobiernos pueden formular políticas específicas para intensificar el flujo de conocimientos, mejorar la calidad de sus resultados y fomentar un ecosistema de innovación más conectado y resiliente.
Si entienden y controlan de manera continua la eficiencia en la innovación de su ecosistema, los países pueden afinar sus estrategias de innovación, crear políticas más eficaces y, en última instancia, impulsar su competitividad global.




