En noviembre de 2025 se celebra el centenario del Sistema de La Haya para el Registro Internacional de Dibujos y Modelos Industriales. En los últimos 100 años, esta estructura de registro de diseños industriales ha evolucionado para satisfacer las cambiantes necesidades de los diseñadores y su crecimiento continúa.
«No estoy seguro de que los arquitectos del Arreglo de La Haya lo reconocieran hoy», afirma Grégoire Bisson, director del Registro de Dibujos y Modelos Internacionales de la OMPI. Lo que comenzó con solo 11 signatarios (más la Ciudad Libre de Danzig) cuenta actualmente con 82 Estados miembros y organizaciones intergubernamentales de 99 países.
El Sistema de La Haya permite a los diseñadores garantizar la protección de los dibujos y modelos en todo el mundo mediante una única solicitud. También prevé la gestión centralizada y la renovación de los registros de dibujos y modelos.
No obstante, la cobertura geográfica no es el único cambio que se ha producido en los últimos 100 años. A medida que el sistema ha ido creciendo, se han producido importantes cambios jurídicos que han dado lugar a una mayor flexibilidad y a más oportunidades para los diseñadores. En 2024 se presentaron 27 161 dibujos y modelos mediante el Sistema de La Haya, lo que supone un aumento del 6,8 % con respecto a 2023.
La evolución del Sistema de La Haya también refleja el papel cambiante del diseño. Un siglo de registro de diseños (1925-2025), un nuevo libro publicado por la OMPI, recoge 100 diseños que se han beneficiado del sistema a lo largo del siglo pasado, desde los tejidos para sombreros de señora de los años veinte hasta las interfaces gráficas de usuario (IGU), los robots y los aviones eléctricos. Estos ejemplos muestran la flexibilidad del Sistema de La Haya para proteger una amplia variedad de diseños y, al mismo tiempo, ilustran los cambios ocurridos en el comercio y la tecnología desde los años veinte.
Historia del Sistema de La Haya
El Arreglo de La Haya entró en vigor en cuatro países en junio de 1928. Por aquel entonces, según Bisson, era «un sistema muy sencillo». Las solicitudes de registro de diseños se presentaban ante las BIRPI, predecesoras de la OMPI, las Oficinas Internacionales Reunidas para la Protección de la Propiedad Intelectual, fundadas en 1893. Una vez registradas, sus solicitudes surtirían efecto automáticamente en todos los países miembros del Arreglo de La Haya, a menos que se realizara una renuncia expresa. La lengua utilizada era el francés.
Se podía depositar una reproducción del diseño o una muestra, pero los diseños no se publicaban. «Si se quisiera hacer valer el derecho sobre el diseño, la BIRPI enviaría una muestra al tribunal nacional», dice Bisson.
El Acta de 1925 fue sustituida por el Acta de Londres de 1934, que entró en vigor en junio de 1939, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, no se produjeron cambios considerables en el sistema hasta la adopción de la segunda Acta de La Haya en 1960. Entró plenamente en vigor para 11 Estados miembros en 1984.
El Acta de 1960 (y el Protocolo de Ginebra, que entró en vigor en 1979) introdujo una serie de reformas, entre ellas, el derecho de las oficinas de PI a denegar las solicitudes basándose en un examen de fondo, es decir, a examinar si el dibujo o modelo cumple los requisitos sustantivos.
Para ello, fue necesario publicar reproducciones de las solicitudes de diseños y poner en marcha el Boletín de Dibujos y Modelos Internacionales, que se enviaba mensualmente por correo a todas las oficinas nacionales participantes. En 1999, el boletín se sustituyó por un CD-ROM.
A pesar de estos cambios, el Sistema de La Haya no prosperó durante este período. El número de solicitudes anuales oscilaba entre 3000 y 4000 antes de descender por debajo de las 2000 tras la introducción del diseño comunitario registrado (actualmente denominado diseño registrado de la Unión Europea) en 2003. Este registro permitía proteger los diseños en los 15 Estados miembros de la Unión Europea, cifra que aumentó a 27 en 2007 y a 28 en 2013.
El nuevo Sistema de La Haya
Todo cambió con la adopción del Acta de Ginebra en 1999, que entró en vigor en diciembre de 2003. Bisson lo describe como «una mejora muy necesaria». El Acta de Ginebra permitió fundamentalmente la adhesión de organizaciones supranacionales como la Unión Europea y la OAPI, y ofreció más flexibilidad a las oficinas, en particular a las encargadas de examinar la novedad. También introdujo la posibilidad de aplazamiento de hasta 30 meses, simplificó el proceso de renovación, amplió la duración mínima de la protección de 10 a 15 años y utilizó el término «designación» en lugar de «depósito».
«El Acta de Ginebra diluyó el sistema único, pero era una reforma necesaria para que el sistema sobreviviera», dice Bisson. La fotografía digital y el diseño asistido por computadora (CAD) también despegaron en esa época, y los solicitantes los utilizaban para reproducir diseños.
A finales de la década de 2000 se produjeron otros cambios importantes: en 2008 se puso en marcha la presentación electrónica, en 2010 se llevó a cabo la renovación electrónica y ese mismo año se introdujo el español como tercera lengua de trabajo, junto con el francés y el inglés.
Alcance mundial del sistema internacional de registro de diseños
En los años siguientes, la adhesión de varios países grandes provocó una nueva transformación del sistema, que pasó de ser europeo a ser verdaderamente internacional. La República de Corea se adhirió en 2014, los Estados Unidos y el Japón en 2015, la Federación de Rusia, Canadá y el Reino Unido (que se incorporó independientemente de la Unión Europea tras la votación del Brexit) en 2018, e Israel y México en 2020. Le siguió en 2022 China, primer país del mundo en solicitudes de registro de dibujos y modelos.
En la actualidad, el Sistema de La Haya está presente en seis continentes y representa alrededor del 40 % de los expedientes de no residentes en todo el mundo. Los últimos países en incorporarse son Brasil (2023); Saint Kitts y Nevis (2024); y Arabia Saudita y Uzbekistán (2025).
El hecho de que haya miembros con diferentes culturas sobre el alcance de la protección y la divulgación de los dibujos y modelos ha complicado el sistema. Sin embargo, Bisson afirma que la plataforma eHague hace que la gestión de los diseños internacionales sea clara y eficiente.
«El Sistema de La Haya es muy popular entre los diseñadores y las pequeñas empresas que necesitan asegurarse inmediatamente los derechos de diseño para su distribución y concesión de licencias, o para tranquilizar a sus colaboradores financieros», afirma Bisson. «Se puede asegurar el mercado rápidamente mientras el diseño siga siendo novedoso desde el punto de vista jurídico y comercial».
Según los últimos datos, la media de miembros designados es de 3,4, lo que significa que muchas solicitudes solo tienen una o dos designaciones. La Unión Europea es el miembro de La Haya más popular (designado en cerca del 70% de las solicitudes), seguida del Reino Unido, Estados Unidos, Suiza y China.
Un siglo de protección de diseños: de la papelería a los patinetes
La evolución del Sistema de La Haya refleja el cambio económico impulsado por la tecnología y la aparición de nuevos mercados. Como ilustra «Un siglo de registro de diseños (1925-2025)», en los primeros años, los sectores industriales más importantes eran los de artículos de papelería y material de oficina, relojes, ropa y productos textiles. En la actualidad, estos sectores han disminuido y los más importantes son los equipos de grabación y comunicación, las máquinas, los medios de transporte o elevación y los artículos de viaje.
Bisson ha sido testigo de primera mano de muchos cambios interesantes e inesperados: un considerable aumento de los diseños de electrónica de consumo, un auge de los diseños de patinetes y un repunte de los diseños de mascarillas y dispensadores de gel durante la pandemia de COVID-19. En «Un siglo de registro de diseños (1925-2025)» se recogen muchos diseños conocidos, como la PlayStation de Sony (1994), la navaja suiza Spartan de Victorinox (1999), el KitKat (2008) y las sandalias Birkenstock Arizona Big Buckle (2017), así como dos patinetes: el Ninebot Balance (2015) y el Xiaomi Electric (2019).
El libro también incluye dos ejemplos de diseños de IGU, del Galaxy Z Fold4 de Samsung (2022) y del HarmonyOS de Huawei (2024). Los diseños de IGU son cada vez más populares entre los solicitantes, por lo que se ha pedido que la protección de los diseños se extienda también a las interfaces animadas.
La reciente reforma del diseño de la Unión Europea amplió la definición de «diseño» para incluir la animación (tanto de movimiento como de transición), pero algunos países no aceptan los diseños animados. Según Bisson, la protección de las animaciones «abriría una serie de interrogantes», como el requisito de novedad y el alcance de la protección. «Es importante que el Sistema de La Haya no actúe como un filtro», afirma. «No especifica qué se puede proteger. Supone un reto técnico para la OMPI, pero también legislativo para nuestros miembros».
En el Grupo de Trabajo sobre el Desarrollo Jurídico del Sistema de La Haya se está debatiendo si este aceptará formatos de archivo 3D o de vídeo. En su reunión más reciente, celebrada en octubre de 2025, el Grupo de Trabajo acordó seguir estudiando el tema.
El Tratado de Riad sobre el Derecho de los Diseños puede dar paso a una nueva era
Tras la adopción del Tratado de Riad sobre el Derecho de los Diseños en noviembre de 2024, el sistema internacional de registro de diseños podría iniciar una nueva era. Cuando entre en vigor, agilizará los procedimientos necesarios para lograr la protección de los dibujos y modelos en los Estados participantes. Bisson cree que esto beneficiará al Sistema de La Haya, ya que la eficiencia y las ventajas de presentar una única solicitud aumentarán sin duda a medida que los sistemas nacionales se armonicen. «Si se pueden allanar las diferencias de procedimiento, el Sistema de La Haya será aún más eficaz», afirma.
Si algo ha quedado claro en el siglo pasado es que el Sistema de La Haya puede adaptarse a los cambios. Como escribe el director general de la OMPI, Daren Tang, en el prólogo del libro: «Para superar el próximo siglo, necesitaremos la misma previsión y devoción que caracterizaron los primeros cien años del sistema. De este modo, el diseño seguirá inspirando y dando forma al mundo, sustentado en un sistema de protección verdaderamente mundial y accesible».
El aniversario del Sistema de La Haya se celebrará con un simposio en La Haya el 6 de noviembre de 2025 titulado «100 años de protección de los diseños». Inscríbase en línea para participar en persona o a distancia, o para acceder a la grabación.