La movilidad de tracción humana está aquí para quedarse

A medida que avanzaba el siglo XX, los carros tirados por caballos o bueyes y las bicicletas de tracción humana se transformaron en automóviles, trenes y aviones que podían transportar a las personas de manera cómoda y sin hacerlas sudar.

Ahora bien, conforme nos adentramos en el siglo XII, está volviendo la propulsión humana.

Las Naciones Unidas estiman que, en 2050, dos de cada tres personas vivirán en zonas urbanas. No solo en ciudades, sino en megaciudades, que cuentan con más de 10 millones de personas.

En esas ciudades tan congestionadas, será complicado moverse en grandes automóviles o autobuses. Caminar o ir en bicicleta para recorrer distancias cortas puede ser más sencillo. “Se prevé un aumento de la micromovilidad, como las bicicletas y patinetes eléctricos, y la movilidad de tracción humana”, dice Nikolas Badminton en el Informe de la OMPI sobre tendencias de la tecnología de 2025, relativo al futuro del transporte.

Si bien no existe consenso sobre el momento exacto en el que se inventó la bicicleta, en 1818, Karl Freiherr von Drais recibió un privilegio del Gran Ducado (equivalente a la patente actual), con una vigencia de diez años, por su “Laufmaschine”, una máquina andante o bicicleta de equilibrio que en ocasiones se denomina “draisiana” en español. Tal vez haya visto a niños muy pequeños montando en este tipo de bicicletas, que actualmente se denominan “prebicis” o “bicicletas sin pedales”.

De esta máquina andante se pasó al velocípedo, patentado en 1866, y más tarde a las bicicletas tándem, que siguieron mejorando hasta llegar a las bicicletas actuales, que son eléctricas o de tracción humana y cuentan con controles informáticos, muchas prestaciones de seguridad y diseños más nuevos.

Si bien el diseño básico de las bicicletas no ha cambiado desde que se inventaron por primera vez, ahora son más seguras, más cómodas para quien las utilizan, adaptadas para llevar carga (o niños) y eléctricas.

La bicicleta seguirá utilizándose en el futuro, aunque tal vez tenga un aspecto y un funcionamiento bastante distintos.