Como parte de sus estudios, Jorge Alonso Delgado Sáenz, un estudiante de ingeniería ambiental, participó en una visita de campo a una empresa fabricante de aceite de palma en Ucayali, en el extremo oriental del Perú, en 2015. En compañía de otros estudiantes de la Universidad Nacional de Ucayali se sorprendió enormemente del costo medioambiental de la industria del aceite de palma. “Me produjo gran asombro el observar el gran impacto que causaba el inadecuado manejo de aguas residuales al medio ambiente,” recuerda.
Jorge comenzó a investigar prácticas de tratamiento de aguas residuales y se sintió descorazonado al ver los resultados. “En América Latina y el Caribe se generan más de 290 millones de m3, de los cuales el 80% son vertidos todos los días al ambiente sin ningún tratamiento, afectando a los ecosistemas acuáticos y reduciendo la disponibilidad del agua accesible para el consumo humano.” Para Jorge, esta situación era inaceptable: “Fue entonces cuando decidí hacer algo al respecto.”
Proceso bioabsorbente de tratamiento de aguas residuales
En la búsqueda de soluciones, descubrió varias tecnologías, entre ellas, el filtrado y la biodegradación. La invención de Jorge, STARI YAQUA, desarrollada a lo largo de dos años de investigación, combina las dos tecnologías para transformar las aguas residuales en agua limpia, abono y biomasa de insectos rica en proteínas.
En primer lugar, las aguas residuales pasan por un filtro bioabsorbente, que retiene los sólidos de menor tamaño, aceites y grasas. Estos residuos orgánicos se descomponen gracias a una combinación de bacterias, hongos, larvas de mosca soldado negra y lombrices de tierra, un proceso que produce abono y biomasa de insectos en calidad de valiosos productos derivados. Mientras tanto, el agua pasa por un fitofiltro, que se sirve de plantas para eliminar los sólidos restantes. El agua limpia resultante puede reutilizarse en la agricultura. Este sistema no solo limita la contaminación, sino que reduce la presión sobre las reservas de agua de Sudamérica, provocada por la creciente dependencia del riego para la agricultura.
Jorge sabía que su invención podía cambiar las cosas. Con todo, mientras trabajaba en ella, descubrió que otros ingenieros estaban tratando de robarle la idea y sacar provecho de su invención. Entonces se dio cuenta de que necesitaba patentar su STARI YAQUA.
Al hacer una búsqueda de patentes, comprobó aliviado que nadie había creado un filtro bioabsorbente que trabaje con lombrices de tierra y larvas de mosca soldado negra. Esto significaba que podía presentar una solicitud de patente para su sistema exclusivo de purificación de aguas residuales en el Perú.
Asesoramiento jurídico de expertos para el patentamiento de la tecnología de tratamiento de aguas residuales
Fue por esa época cuando Jorge se enteró de la existencia del Programa de Asistencia a Inventores (PAI) de la OMPI. El PAI, una colaboración entre la OMPI y las oficinas nacionales de patentes, pone en contacto a los inventores como Jorge con un abogado o agente de patentes voluntario que presta servicios gratuitos de redacción y tramitación de solicitudes de patente. Gracias a su red mundial de voluntarios, el PAI ayuda a inventores del Perú y de otros nueve países participantes, Chile, Colombia, Ecuador, Kenya, Marruecos, Pakistán, Filipinas, Singapur y Sudáfrica, a patentar y comercializar sus innovaciones en su país y en el extranjero.
“El PAI es un programa muy beneficioso para toda persona que no conozca el proceso de patentes,” dice Jorge. “Nos apoya en todo el proceso, desde la búsqueda de invenciones similares a la tecnología o proceso que queremos patentar hasta la redacción adecuada de la solicitud de patente y la obtención de la patente. El programa ofrece asimismo apoyo en caso de que los examinadores de patentes formulen observaciones.”
Jorge fue emparejado con Gino Raphael Ramírez Vásquez, director del bufete de abogados Estudio Del Pacífico y experto en Derecho de propiedad intelectual (PI). “Al ser voluntario del PAI, puedo proporcionar asistencia técnica jurídica a personas que desean proteger sus invenciones”, afirma Gino. “El programa me aporta valor como especialista profesional en patentes, ya que me permite ayudar a muchas personas a que patenten sus invenciones. Es un honor formar parte del PAI.”
“Gino fue de gran ayuda en el proceso de tramitación de la patente,” recuerda Jorge. “Me ayudó a presentar varias solicitudes nacionales de patente y una solicitud internacional en virtud del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), junto con especialistas pro bono de la Asociación Interamericana de la Propiedad Intelectual (ASIPI)”. La ASIPI es uno de los patrocinadores del PAI, y sus especialistas ayudaron a Jorge a ampliar la protección de la patente de su invención al Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras y México. Las fases nacionales de la solicitud PCT en Colombia y Ecuador contaron con el apoyo de otros dos voluntarios del PAI: Luis Felipe Castillo Gibsone, asociado de Castillo Grau Abogados, y María Cecilia Romoleroux Armijos, asociada de CorralRosales.
La solución de tratamiento de aguas residuales que ha obtenido premios
La concesión de la patente ha tenido un efecto transformador en la empresa de Jorge, Ecoproducts S.R.L. Gracias a la tecnología patentada de tratamiento de aguas residuales ha logrado ganar varios premios como el de la categoría Patente Verde del XX Concurso Nacional de Invenciones y el Ecoreto 2023 Premios de Sostenibilidad, así como varios fondos concursables no reembolsables de Startup Perú y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros. Gracias a la patente, la empresa fue seleccionada para el Programa Aceleradora de Financiamiento Climático del Perú y varias incubadoras de negocios.
Las ventas de Ecoproducts se han duplicado en los últimos años, gracias a esos logros y a la ventaja competitiva proporcionada por la patente. Jorge y su equipo están ampliando sus actividades, ofreciendo nuevos servicios, ingresando en nuevos mercados y validando la tecnología en otros sectores productivos. Una cosa no ha cambiado: la misión de Jorge de transformar la gestión de aguas residuales y reducir su repercusión medioambiental. “El camino es largo y lleno de obstáculos que nos hacen dudar de lo que estamos desarrollando,” dice. “Sin embargo, es importante tener paciencia y ser perseverantes para lograr los objetivos que nos hemos fijado. Es muy importante tener convicción, porque será la clave para seguir avanzando. Nunca hay que darse por vencido.”
