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Publicar en el mercado digital

Agosto de 2016

Por Catherine Jewell, División de Comunicaciones de la OMPI

Penguin Random House (PRH) es la editorial comercial más grande del mundo.  Da trabajo a más de 12.000 personas, es propietaria de 250 sellos en todo el mundo y publica 15.000 títulos nuevos cada año para lectores de todas las edades.  Su presidente, John Makinson, comparte sus puntos de vista sobre el impacto de las tecnologías digitales en su sector.

El presidente de Penguin Random House, John Makinson, considera que Internet ha sido beneficioso para las editoriales. En particular, dice, las redes sociales mejoran la detectabilidad y facilitan que los lectores se relacionen entre ellos, así como los autores con sus lectores. (Foto: iStock.com/Dan Dumitru Comaniciu).

¿Está cambiando el papel del editor en el entorno digital?

El papel del editor no ha cambiado demasiado;  lo que ha cambiado son los medios de distribución.  La tecnología digital no ha supuesto un cambio importante en los contenidos editoriales.  Al editor no le preocupa demasiado si la obra va a publicarse en formato digital o en papel, pero en cambio sí ha sido muy importante la transición a los canales digitales de distribución, sobre todo Amazon, y lo mismo puede decirse de la oportunidad de mejorar los procesos de edición con la ayuda de las tecnologías digitales.

“El derecho de autor es el fundamento de la edición. El derecho de autor hace posible el reconocimiento y la protección de los derechos de nuestros autores sobre sus obras.”

¿Qué nuevas tendencias u oportunidades comienzan a surgir como resultado de las tecnologías digitales?

El auge de la autoedición ha sido un fenómeno interesante y probablemente la tendencia reciente más destacada, pues ha proporcionado a muchos autores una vía distinta de las tradicionales para llegar hasta los consumidores.  Pero no ha supuesto un cambio profundo en el negocio tradicional de la edición.  El compromiso de Penguin Random House consiste en ofrecer a sus lectores libros seleccionados y preparados por nuestros 250 sellos y sus experimentados editores y comercializadores.  La mayor oportunidad que ofrece la tecnología digital hay que buscarla en nuestro enfoque centrado en el lector y en nuestra estrategia de comercialización directa al consumidor.  Estamos muy atentos a los nuevos modelos operativos que surgen en el entorno digital –como la suscripción y la venta de microcontenidos– pero su repercusión ha sido mucho menor en el ámbito de los libros que en el de la música o las películas.

¿Cómo influyen las tecnologías digitales sobre la creatividad?

Algunas personas usan las nuevas tecnologías de formas muy creativas y positivas;  otras, lamentablemente, las usan para robar el trabajo de los demás.  O sea que sus efectos han sido dispares.

Ha mencionado las suscripciones.  ¿Es viable el modelo de suscripción en el sector editorial?

Estamos abiertos a todo tipo de modelos en el campo editorial y no dejamos de explorar y evaluar distintas posibilidades.  Hasta el momento, no hemos encontrado ninguna propuesta de modelo de suscripción que nos parezca viable para todas las partes interesadas en nuestro negocio.

También ha mencionado el auge de la autoedición.  ¿Supone eso una amenaza para el sector?

La gente comienza a darse cuenta de que no es tan fácil escribir, editar, publicar, comercializar y distribuir un libro por cuenta propia.  En este sentido, la autoedición refuerza el papel y el valor de la edición a cargo de especialistas.  La autoedición sirve a un mercado distinto del nuestro, tal vez se solapen un poco pero no he visto ningún caso de “canibalización” entre los contenidos editados por especialistas y los que son producto de la autoedición.  El mercado ha crecido para dar espacio a ambos modelos.

¿Y qué me dice de Amazon? ¿Cómo va la relación con ellos?

Trabajamos activamente con libreros de tamaños y tipos muy diversos, y tratamos de mantener las mejores relaciones con todos.  Tenemos una buena relación de trabajo con Amazon y ellos han contribuido mucho a incrementar las ventas, tanto de libros impresos como electrónicos, así como a fomentar la detectabilidad.

En líneas generales, ¿ha sido beneficioso Internet para el sector editorial?

Sí.  La gente está enganchada, la gente lee.  Las redes sociales permiten una mayor detectabilidad.  Internet, y las redes sociales en particular, ofrecen además una plataforma para que los lectores se relacionen entre ellos, y para que los autores se relacionen con los lectores.

¿Ha muerto el libro de tapa blanda? ¿Cree que los libros electrónicos pasarán pronto por delante de los libros en papel?

La edición en formato rústica está en buena forma.  La demanda de libros en papel es sólida, sobre todo para títulos de literatura infantil y libros de cocina.  El sector de la edición en rústica que se ha visto más afectado es el que se conoce con el nombre de libros “de bolsillo” –libros producidos en grandes tiradas y a bajo coste, pertenecientes a géneros como la novela romántica o la ciencia ficción–, donde el nivel de sustitución del libro en papel por el electrónico ha sido alto.  El proceso de adopción del libro electrónico sigue adelante, aunque en muchos mercados su cuota se mantiene estable o incluso se ha reducido.  En los últimos tiempos los libros en papel han experimentado una cierta recuperación en los mercados estadounidense y británico.

La demanda de libros en papel se mantiene sólida. Según John Makinson, “el papel de la editorial no ha cambiado demasiado; lo que ha cambiado son los medios de distribución”.(Foto: iStock.com/Ivan Strba).

¿Qué me dice de los audiolibros? ¿Cómo influye sobre ellos la llegada de los libros electrónicos?

Hay una convivencia de productos.  Los lectores escogen distintos formatos en función del tipo de libro:  no se deciden por uno u otro y ya está.  Pero el mercado de los audiolibros se ha beneficiado enormemente de la transición del producto físico (casetes o CD) a las descargas.

¿Hay versión electrónica de todos los libros en papel?

Es el autor quien determina, de acuerdo con el editor, los formatos en que se publica su obra.  Por regla general, todos los libros que publiquemos estarán disponibles en formato electrónico.

Algunos editores han señalado que la detectabilidad es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector editorial actual.  ¿Está de acuerdo?

Sin duda se pierde algo de detectabilidad cuando la mayoría de las ventas tienen lugar en Internet y no en una librería.  No obstante, muchos vendedores de libros electrónicos crean otras vías de detección con arreglo al historial de compras, y las redes sociales también contribuyen a facilitar la detección.

¿Por qué es importante el derecho de autor para el sector editorial?

El derecho de autor es el fundamento de la edición.  El derecho de autor hace posible el reconocimiento y la protección de los derechos de nuestros autores sobre sus obras.  Por muchas vías distintas, permite que los editores apoyen a los escritores y les proporcionen el tiempo y los recursos que necesitan para crear.  Las editoriales contribuyen a que los escritores puedan convertir la escritura en un trabajo a tiempo completo.  Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las editoriales es evitar la piratería.  Y una de las principales responsabilidades que tenemos como editores es trabajar asiduamente en nombre de nuestros autores para proteger sus obras amparadas por el derecho de autor.

¿Es preciso introducir algún cambio en el sistema actual de derecho de autor para adaptarlo al mercado digital?

No, deberíamos seguir ateniéndonos a las reglas que durante largo tiempo han ofrecido el equilibrio necesario para promover y apoyar la creación y la creatividad.  En la medida en que se hayan introducido excepciones dirigidas a fomentar diversos tipos de comercio electrónico, será preciso tapar los agujeros que estas hayan podido abrir a los piratas.

¿Qué lugar ocupan las licencias dentro del negocio de PRH?

La negociación de licencias es muy importante.  A través de una licencia adquirimos los derechos para publicar nuestros libros.  Por otro lado, tenemos una línea de negocio conexa de gran éxito que consiste en producir libros basados en marcas de alcance mundial como Lego, Star Wars, Plaza Sésamo o Disney, para disfrute de millones de lectores de todas las edades, sobre todo niños, y que constituye una fuente importante de ingresos tanto para nosotros como para el licenciante.

¿Cuál es la política de PRH en materia de edición accesible?

Penguin Random House se enorgullece de colaborar con Bookshare, la mayor biblioteca accesible en línea para personas con dificultad para acceder al texto impreso.  En conjunción con otras 500 editoriales internacionales, contribuimos a que Bookshare logre sus objetivos mediante la donación de nuestros archivos digitales para que sus contenidos se hagan accesibles a las personas de todo el mundo con dificultad para acceder al texto impreso, igual que lo son ya para las demás.

¿Es optimista respecto al futuro de la edición? ¿Cuál será el próximo gran avance dentro del sector?

¡Sí! El próximo gran avance será el próximo gran libro.  La edición sigue girando en torno a los relatos que escriben nuestros autores.  Nuestro trabajo consiste en llevar estos relatos hasta el mayor número de personas.

Por último, ¿qué está leyendo en este momento?

Libros importantes para la P.I. y el derecho de autor:  Parásitos, de Rob Levine, Googled (Googleados), de Ken Auletta, y El círculo, de Dave Eggers.  Todos ellos tratan temas que se debatieron en la última Conferencia de la OMPI sobre el mercado mundial de contenidos digitales, celebrada en abril de 2016, y de cuyos peligros nos advierte El círculo.

Acerca de Bookshare

Penguin Random House es una de las 500 editoriales internacionales que colaboran con Bookshare®, la mayor biblioteca accesible en línea para personas con dificultad para acceder al texto impreso.  Bookshare abre el mundo de la lectura para estas personas.  En los Estados Unidos de América opera en virtud de una exención de la normativa de derecho de autor –la Enmienda Chafee– que permite a las organizaciones sin ánimo de lucro producir libros en formatos accesibles para personas con dificultad para acceder al texto impreso sin necesidad de autorización del editor.

Fuera de los Estados Unidos de América, Bookshare obtiene permiso de los editores para proporcionar libros a sus miembros.  Más de 500 editores estadounidenses e internacionales apoyan la labor de Bookshare mediante la donación de sus archivos digitales, a fin de que los contenidos estén disponibles para las personas con dificultad para acceder al texto impreso igual que para las demás.  Bookshare también cuenta con colaboraciones importantes de los editores en la elaboración de su colección.

Más de 360.000 personas de cerca de 50 países tienen acceso a la colección de Bookshare, que incluye más de 350.000 títulos.

Gracias a los fondos que aporta la Oficina de Programas de Educación Especial del Departamento de Educación de los Estados Unidos de América, Bookshare es gratuito para todos los estudiantes estadounidenses que cumplan con los requisitos pertinentes.  Los demás particulares que cumplan con los requisitos deben pagar una tasa anual para ser miembros.

Bookshare ofrece libros en el formato de archivo DAISY (siglas en inglés de sistema digital de información accesible).  Los lectores pueden acceder a los textos en las pantallas de sus computadoras personales y otros dispositivos de lectura con la ayuda de unos programas especiales que pueden descargarse gratuitamente del sitio web de Bookshare.  También pueden descargarse los archivos en un dispositivo especial de lectura que convierte los archivos DAISY en voz sintetizada.  Bookshare puede proporcionar archivos digitales en braille para que sus miembros puedan leerlos en un dispositivo digital braille o bien mandarlos a imprimir en una impresora braille.

El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.