Alamy Stock Photo/TCD/Prod.DB

Más allá de los derechos musicales: cómo las comunidades de aficionados del k-pop se unen en torno a la propiedad intelectual

Por Ana Clara Ribeiro, abogada de propiedad intelectual, Curitiba (Brasil)

15 de abril de 2025

Compartir

Los aficionados del k-pop (pop coreano) no son meros consumidores, son investigadores de la PI que rastrean las bases de datos para conocer los próximos movimientos de sus ídolos. Y mientras eso ocurre, el sector de la música amplía su estrategia de PI para sacar provecho de estos aficionados tan comprometidos.

Hoy en día, en el sector de la música, la comunidad de aficionados lo es todo. “Superfan” es la última palabra de moda, ya que los artistas y las discográficas se han dado cuenta de que los aficionados fieles pueden ser más valiosos que las canciones de éxito.

Esto es algo que ya se sabe desde hace tiempo en la República de Corea. A través de retransmisiones en directo, programas de telerrealidad y eventos exclusivos para aficionados, las empresas del k-pop han fomentado durante mucho tiempo una cultura diseñada para convertir a los oyentes ocasionales en seguidores entregados y reforzar el vínculo entre ellos y sus ídolos (que son los artistas del k-pop, ya sean solistas o miembros de un grupo).

Los sellos discográficos sostienen esta cultura con la ayuda de estrategias de propiedad intelectual (PI) que van más allá de los derechos de autor de la música, los logotipos de marca y los diseños de productos promocionales, mientras que todo el sector de este género musical está atento a la PI que protege los activos de las comunidades de aficionados.

Y luego están los propios aficionados. Gracias a su conocimiento de cuestiones relacionadas con la PI, como los derechos de autor y la titularidad de marcas, los seguidores del k-pop pueden conocer mejor los próximos lanzamientos de sus ídolos y celebrar sus logros. Los aficionados llegan incluso a defender los derechos de PI de sus ídolos cuando detectan una infracción de estos.

El apoyo apasionado de los aficionados se traduce a menudo en un deseo de proteger a sus ídolos

Las actuaciones de k-pop suelen realizarse tras una cuidadosa planificación e inversión de grupos multinacionales como SM Entertainment, Hybe Corporation, JYP Entertainment y YG Entertainment, los principales actores del mercado. Estas empresas operan como sellos discográficos, agencias de talentos, productoras musicales, empresas de gestión de eventos y producción de conciertos, y editoriales.

Los sellos celebran audiciones y seleccionan talentos para formar nuevos grupos en función de sus objetivos creativos y comerciales, antes de formar a sus artistas con miras a prepararlos para el estudio y el escenario. Son abiertos y explícitos en el uso que hacen de la PI en todo momento.

Los cinco miembros de NewJeans posan en una alfombra azul con trajes a juego de cuadros inspirados en motivos escolares: dos de ellos sonríen y los demás muestran expresiones neutras o reservadas.
Alamy Stock Photo/Image Press Agency
Las integrantes de NewJeans Hyein, Hanni, Minji, Danielle y Haerin en el evento de 2024 de Billboard Women in Music celebrado en Inglewood (California).

Hybe IPX y JYP Three Sixty, filiales de Hybe y JYP Entertainment, respectivamente, tienen sucursales dedicadas a la concesión de licencias de PI. Algunas empresas incluyen capítulos sobre PI en sus informes para inversores, como en SM 3.0: IP Monetization Strategy de SM Entertainment. Hybe realiza declaraciones públicas sobre sus políticas de PI y las actuaciones que emprende contra quienes infringen sus derechos y los de sus artistas en este ámbito.

Las empresas de k-pop también publican avisos de etiqueta para aficionados en los que figuran normas sobre el conocimiento de la PI y se anima a los aficionados a ayudar en la detección de infracciones en esta esfera. En 2023, SM Entertainment puso en marcha KWANGYA 119, un servicio a través del cual los aficionados pueden denunciar infracciones en el ámbito de la PI. Según uno de los abogados de la empresa, el servicio recibe una media de 400 denuncias al mes.

BTS Army contra Lalalees en el litigio sobre la marca Borahae

Los aficionados suelen informar al propietario de la PI al tiempo que denuncian al infractor. En 2021, BTS Army, la base oficial de aficionados de la boy band (grupo vocal de cantantes masculinos jóvenes) BTS, descubrió que la empresa de cosméticos Lalalees había presentado una solicitud de marca para la expresión “I purple you” (coreano: “보라해” o “borahae”). La palabra “borahae” convierte “púrpura” en un verbo que significa “amar” y forma parte de la lengua vernácula de los aficionados de BTS. Cuando los aficionados descubrieron que Lalalees intentaba sacar provecho del término, inundaron sus páginas en las redes sociales con comentarios al respecto y comunicaron el problema a Hybe, la empresa de gestión de BTS. Lalalees retiró su solicitud y emitió una disculpa a la comunidad de aficionados.

Este incidente ejemplifica un patrón más amplio de la cultura k-pop. El apasionado apoyo de los aficionados se traduce a menudo en un deseo de proteger a sus ídolos, por lo que las infracciones de PI son un tema frecuente de debate. Estos debates pueden conllevar reclamaciones de grupos o empresas que se “copian” mutuamente sus conceptos, disputas sobre sampleo musical o incluso acusaciones de plagio.

Derechos de autor de las canciones de k-pop: más allá de la música

Como en todo el sector musical, los derechos de autor protegen los productos principales del k-pop: las canciones y los álbumes. El negocio musical coreano es uno de los más prósperos del mundo. En 2023, la Korean Music Copyright Association (Asociación Coreana de Derechos de Autor de la Música o KOMCA, por sus siglas en inglés) ocupaba el noveno puesto mundial en recaudación de regalías por obras musicales, con unos 279 millones de euros.

Según las estadísticas anuales publicadas por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés), el k-pop fue el género líder mundial en ventas de música física y digital en 2024. En la IFPI Global Album Sales Chart 2024, 17 de los 20 primeros álbumes pertenecían a este género musical.

Las acusaciones de los aficionados sobre los parecidos entre canciones, videos musicales y estética han provocado polémicas

Aparte de la música, los derechos de autor también protegen otros bienes esenciales para la comunidad de aficionados del k-pop. La relación entre los aficionados y sus ídolos se fomenta en plataformas y aplicaciones específicas, como Weverse de Hybe y LYSN de SM (con la aplicación Bubble), que utilizan contenidos de la empresa y programas informáticos protegidos por derechos de autor. Sobre la base de las plataformas convencionales de medios sociales, estas redes ofrecen una forma particular de que los ídolos interactúen con los aficionados y de que estos se sientan íntimamente conectados, también dentro de la comunidad de aficionados.

Los seis miembros de Ive actúan en un escenario muy iluminado y posan a mitad de coreografía con coloridos trajes deportivos sobre un fondo vibrante de estilo bokeh.
Alamy Stock Photo/Aflo Co. Ltd.
Ive actúa en el K-Culture Festival 2022 en Seúl.

Otra parte integrante del k-pop es el baile, lo que convierte a las coreografías en un tema relevante y ocasionalmente controvertido. A este respecto, algunos casos notables son los de la coreografía de la canción de Secret de 2011, “Shy Boy”, que fue reconocida como obra protegida por derechos de autor por el tribunal de distrito de Seúl el año en que se presentó la canción.

Más recientemente, en 2024, una polémica sobre un supuesto parecido coreográfico entre dos grupos de chicas desató el debate sobre los derechos de autor del baile en Corea. El productor de NewJeans, Min Hee-jin, afirmó que en la rutina de baile de “Lucky Girl Syndrome” de Illit se copiaban varias coreografías del grupo. Muchos aficionados de NewJeans apoyaron la acusación y señalaron similitudes también en otros movimientos de baile de Illit. Las acusaciones de los aficionados sobre parecidos entre canciones, los vídeos musicales y la estética de grupos como NewJeans, Illit y Le Sserafim también generaron polémicas entre las discográficas de los grupos, las cuales publicaron posteriormente declaraciones públicas y emprendieron actuaciones judiciales por difamación e información falsa.

Los aficionados hacen un seguimiento de los créditos de canciones k-pop en los que figuran sus creadores

Dada la naturaleza comercial y cuidadosamente controlada del k-pop, los ídolos no siempre participan en la composición y producción de su música. Con todo, el éxito de grupos como BigBang y BTS ha elevado a los ídolos a la categoría de autores y productores. En la actualidad, miembros de grupos de k-pop como Ive y Seventeen obtienen regalías en calidad de autores por los álbumes del grupo. Lo mismo ocurre con los siete miembros de BTS y los nueve de Twice.

Incluso cuando la música no la componen ni producen los grupos que la interpretan, los aficionados del k-pop están deseosos de saber más sobre las personas que están detrás de los éxitos. Cuando se publica la lista de canciones de un álbum, los aficionados buscan más información en créditos de canciones anteriores de los productores y autores. Blogs como The Bias List destacan el trabajo de autores y productores del k-pop, y los aficionados abogan por reconocer a los artistas y titulares los derechos de autor cuando comparten arte, imágenes y vídeos.

Los entusiastas del k-pop también utilizan las bases de datos oficiales de PI para averiguar a quién corresponde el mérito. Cuando un ídolo se convierte en miembro de pleno derecho de la KOMCA (uno de los requisitos para ello es recibir una cierta cantidad de regalías al año por sus canciones protegidas por derechos de autor), la noticia suele ser objeto de hashtags de celebración y otras formas de apoyo. Además, el seguimiento de los registros de canciones en la base de datos en línea de KOMCA permite a los aficionados descubrir música nueva de sus ídolos.

Marcas de k-pop: marcas de nombres de grupos musicales

Los aficionados del k-pop también consultan otras bases de datos de IP para mantenerse al corriente de la actualidad y obtener más información. A menudo recurren a la base de datos en línea KIPRIS (Korea Intellectual Property Information Search) para buscar solicitudes de marcas presentadas por empresas del k-pop.

En su ensayo sobre las marcas de las comunidades de aficionados, Ana Clara Ribeiro y Paula Giacomazzi Camargo muestran que las marcas son uno de los muchos activos que intervienen en las carreras de los artistas y en sus relaciones con sus seguidores.

En su forma más básica, las marcas protegen los nombres y logotipos de los grupos de k-pop. Algunas empresas registran el nombre del grupo como marca denominativa romanizada y también en hangeul, el alfabeto coreano. Por ejemplo, el nombre del grupo de chicas Aespa está registrado como marca tanto en romanizado como en hangeul (에스파), y en un tipo de letra estilizado.

Los siete miembros de BTS sentados en el escenario durante una aparición en directo en el programa TODAY de la NBC: algunos de ellos sostienen micrófonos y de fondo aparece una pantalla de colores.
Alamy Stock Photo/Sipa USA
BTS, durante una entrevista en directo en el programa TODAY de la NBC en Nueva York en 2020.

Registro de marcas de nombres de comunidades de aficionados

Registrar el nombre de un grupo es solo el principio. Las empresas de k-pop también registran otros nombres, como los de las comunidades de aficionados. Las discográficas de k-pop suelen crear estas comunidades junto con las marcas de sus grupos. Army (BTS), ReVeluv (Red Velvet) y NCTzen (NCT) son nombres de comunidades de aficionados registrados como marca por la Oficina Surcoreana de Propiedad Intelectual (KIPO). También se registran nombres de eventos, como S.M.ART Exhibition de SM Entertainment.

La protección se extiende a su vez a los apodos de los grupos -como SuJu y Tubatu, utilizados para referirse a Super Junior y TXT, respectivamente- y a los nombres artísticos de ídolos del k-pop como BoA, NingNing y G-Dragon, así como a los títulos de las canciones.

Litigios sobre la propiedad de marcas en el k-pop

Como los grupos de k-pop son el resultado de una planificación estratégica y una inversión de grandes grupos empresariales, estos son los propietarios de las marcas. Con todo, puede que la situación esté cambiando. En 2022, GOT7 llegó a un acuerdo con JYP Entertainment para transferir la marca de la empresa a los miembros de la banda. El acuerdo sentó un precedente, seguido en 2025 por el exartista de YG Entertainment, G-Dragon.

No todos los artistas han tenido tanta suerte. Tras un revés en su causa contra la discográfica Ador en marzo de 2025, NewJeans anunció que interrumpía sus actividades. La sentencia prohibía al grupo, que quería volver a llamarse NJZ, organizar sus propias actuaciones, hacer música o firmar contratos publicitarios durante su disputa.

Lightsticks y artículos promocionales de k-pop

Aunque en la actualidad gran parte de la cultura de aficionados se viva por Internet, una parte enorme del k-pop la constituyen los conciertos y las experiencias en persona. Uno de los productos más característicos de la cultura de los aficionados, en la que se combinan el registro de diseño y las patentes, son los lightsticks: dispositivos portátiles diseñados para aludir al nombre y la estética de un grupo de k-pop.

Estos dispositivos se sincronizan con la música en directo o grabada a través de Bluetooth, una tecnología que puede ser objeto de complejas patentes. SM Entertainment es propietaria de numerosas solicitudes y registros de diseños relacionados con los lightsticks de sus grupos, mientras que Hybe posee diseños y patentes de los suyos.

La relación de los aficionados con sus lightsticks va más allá de una compra de un articulo promocional: constituye un símbolo de la identidad de la comunidad de aficionados por el que se fomenta un sentimiento de unidad durante las actuaciones en directo. Es habitual que los aficionados del k-pop lleven sus lightsticks incluso a eventos que no están relacionados con este género musical.

Una persona sostiene un lightstick de k-pop entre la multitud de un concierto, rodeada de aficionados iluminados por la luz roja del escenario y puntos luminosos dispersos en el fondo.
Getty Images/sibway

Como ocurre con los derechos de autor y las marcas, los aficionados buscan en la base de datos de la KIPO registros de diseños y solicitudes de patentes presentadas por empresas del k-pop. Así es como BTS ARMY descubrió el siguente lanzamiento de un visor de diapositivas 3D personalizado en 2021. El descubrimiento creó mucho revuelo en las redes sociales y en Weverse, donde el producto se agotó rápidamente.

Está claro que los aficionados del k-pop son algo más que consumidores pasivos: son participantes activos en el ecosistema de este género musical. Y la PI desempeña un papel importante en la configuración de esta dinámica. Aprovechando la acción de los aficionados como parte de sus estrategias de PI, y utilizando esta propiedad intelectual con fines comerciales, las empresas de k-pop convierten a los entusiastas en defensores muy conscientes de lo crucial que es la PI para el sector. Desde la música y el contenido audiovisual hasta las coreografías, las actuaciones y los artículos promocionales, el k-pop es una poderosa combinación construida en torno a la propiedad intelectual, cuidadosamente custodiada tanto por las empresas como por los aficionados.

Sobre el autor

Ana Clara Ribeiro es abogada, escritora, jurista e investigadora. Ejerce en Baril Advogados en el Brasil, donde trabaja principalmente en marcas, derechos de autor y estrategias para los sectores de los medios de comunicación y el entretenimiento. Actualmente cursa un máster en Propiedad Intelectual e Innovación en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) del Brasil. La Sra. Ribeiro es también una escritora en el ámbito de la música internacional y ha publicado artículos en Rolling Stone, PopMatters, Remezcla, Consequence y muchos otros sitios web, siendo el k-pop una de sus especialidades.