The Budapest System Explained
Transcripción
Imaginemos que ha creado una invención que tiene que ver con un microorganismo — algo que podría revolucionar la medicina o la producción de energía — y decide solicitar protección por patente. Un requisito fundamental, cuando se solicita una patente, es que se pueda proporcionar información suficiente como para que la invención pueda ser reproducida por un experto, de ser necesario.
Cuando se trata de microorganismos, por lo general, no alcanza
una descripción escrita — es posible que necesite depositar una muestra en una colección de cultivos. Si tiene la intención de presentar solicitudes en múltiples jurisdicciones, en principio, debería realizar varios depósitos, uno para cada país.
Es ahí que entra en juego el Tratado de Budapest, administrado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. En el marco del Tratado de Budapest, necesitará depositar su microorganismo solo una vez en una autoridad internacional de depósito. Esas autoridades son instituciones especializadas que almacenan microorganismos bajo estrictas normas de calidad y seguridad, y emiten certificados de depósito, que son documentos vitales para su solicitud de patente.
El depósito único en una de esas autoridades está reconocido por todos los miembros del Tratado de Budapest, lo que agiliza considerablemente el procedimiento en materia de patentes. También asegura que las oficinas de patentes y las personas autorizadas puedan acceder a su muestra si lo necesitan.
Al permitir este mecanismo de reconocimiento, el Sistema de Budapest simplifica la presentación de solicitudes de patentes en todo el mundo, da aliento a la innovación y ayuda a los inventores a llevar de modo más eficiente sus invenciones al mercado.
Imaginemos que ha creado una invención que tiene que ver con un microorganismo — algo que podría revolucionar la medicina o la producción de energía — y decide solicitar protección por patente. Un requisito fundamental, cuando se solicita una patente, es que se pueda proporcionar información suficiente como para que la invención pueda ser reproducida por un experto, de ser necesario.
Cuando se trata de microorganismos, por lo general, no alcanza
una descripción escrita — es posible que necesite depositar una muestra en una colección de cultivos. Si tiene la intención de presentar solicitudes en múltiples jurisdicciones, en principio, debería realizar varios depósitos, uno para cada país.
Es ahí que entra en juego el Tratado de Budapest, administrado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. En el marco del Tratado de Budapest, necesitará depositar su microorganismo solo una vez en una autoridad internacional de depósito. Esas autoridades son instituciones especializadas que almacenan microorganismos bajo estrictas normas de calidad y seguridad, y emiten certificados de depósito, que son documentos vitales para su solicitud de patente.
El depósito único en una de esas autoridades está reconocido por todos los miembros del Tratado de Budapest, lo que agiliza considerablemente el procedimiento en materia de patentes. También asegura que las oficinas de patentes y las personas autorizadas puedan acceder a su muestra si lo necesitan.
Al permitir este mecanismo de reconocimiento, el Sistema de Budapest simplifica la presentación de solicitudes de patentes en todo el mundo, da aliento a la innovación y ayuda a los inventores a llevar de modo más eficiente sus invenciones al mercado.
20 de mayo de 2025
