Los métodos alternativos de solución de controversias (en sus siglas en inglés ADR, Alternative Dispute Resolution) ofrecen una serie de ventajas para resolver disputas relativas a la propiedad intelectual. La Decisión de Experto en particular es especialmente indicada en cuestiones en donde es necesario determinar temas de naturaleza técnica, científica o relativa a negocios. Entre los ejemplos de cuestiones que pueden beneficiarse de una decisión de experto se incluyen:
- La evaluación de activos en materia de propiedad intelectual o la determinación de tasas de regalías;
- La interpretación de reivindicaciones en materia de patentes;
- La extensión de los derechos cubiertos por una licencia.
La implicación del experto depende de un acuerdo entre las partes. En función de dicho acuerdo, la decisión de experto puede ser vinculante o puede tener efecto de recomendación. En comparación, un arbitraje es un procedimiento que normalmente consiste en un proceso legal más estructurado, con frecuencia abarca un ámbito más amplio de la controversia, y el resultado es un laudo arbitral firme y ejecutable.