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Indicaciones geográficas: De Darjeeling a Doha

Julio de 2007

Pregunta: ¿Qué tienen en común los petardos de Liuyang, las patatas de Idaho, el whisky escocés y los cuchillos de Aranyik? Respuesta: Todas estas denominaciones son indicaciones geográficas protegidas y señalan a los consumidores que poseen características especiales relacionadas con su lugar de procedencia.

Este artículo es el primero de una nueva serie de artículos sobre indicaciones geográficas, que la Revista de la OMPI publicará en respuesta a las peticiones de los lectores que desean una cobertura más amplia de temas relacionados con las indicaciones geográficas. En este artículo informamos sobre algunos aspectos abordados en el Simposio Internacional sobre Indicaciones Geográficas celebrado en Beijing en el año 2007, y sobre el uso estratégico de las indicaciones geográficas por parte de China para promocionar una amplia gama de productos especiales. En las próximas ediciones de la revista, a manera de seguimiento de algunos de esos temas, compararemos los caminos recorridos por los caficultores de Colombia y Etiopía; examinaremos los progresos de Sudáfrica en lo concerniente a la protección del té Rooibos; y analizaremos desde una nueva perspectiva el Sistema de Lisboa para la protección de las denominaciones de origen. 

La Bella Durmiente

“Se podría decir que las indicaciones geográficas son la Bella Durmiente del ámbito de la propiedad intelectual”, sugirió el abogado de la OMPI Marcus Höpperger al comienzo del Simposio de Beijing. Efectivamente, si bien las indicaciones geográficas existen desde hace mucho tiempo, en los últimos años se ha generalizado un renovado interés por su valor comercial. Pero, si bien la Bella Durmiente ya está despierta y danzante en muchas jurisdicciones nacionales, en el plano internacional los gobiernos todavía están buscando su camino a través de la espesura que los rodea. 

Los simposios bienales internacionales de la OMPI sobre indicaciones geográficas procuran aclarar algunas de las cuestiones más espinosas a través de reuniones en las que representantes de administraciones nacionales, fabricantes de productos protegidos por indicaciones geográficas, y otros especialistas, pueden realizar un franco intercambio de opiniones. En el multitudinario Simposio organizado en junio de 2007 por la OMPI y la Administración Estatal de China para la Industria y el Comercio (SAIC), 24 oradores procedentes de 14 países y cinco continentes, así como expertos de la OMPI y de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ofrecieron información detallada para contribuir de manera constructiva a las deliberaciones en curso.

El concepto básico subyacente en las indicaciones geográficas es maravillosamente simple y conocido por cualquier comprador que elige queso Roquefort en lugar de queso azul, o arroz Basmati en lugar de arroz precocido listo para servir. Pero cuando se trata de su protección jurídica, el panorama se vuelve complejo. Las indicaciones geográficas están protegidas mediante una amplia variedad de enfoques en distintos países y, a menudo, por una combinación de dos o más enfoques. Estos incluyen leyes sobre competencia desleal (atribución engañosa); leyes de protección del consumidor; regímenes de control de calidad agrícola; leyes sobre marcas, marcas colectivas y de certificación; y registro con arreglo a leyes específicas y sui generis sobre indicaciones geográficas. No hay acuerdo acerca de los “mejores” métodos para promover y proteger las indicaciones geográficas, y la OMPI apoya a los Estados Miembros, independientemente del sistema nacional que adopten, en el marco jurídico internacional pertinente.

Explicación de la terminología
¿Qué es una indicación geográfica? Expresado de manera sencilla y según se emplea el concepto en este artículo, es un signo utilizado para distinguir productos cuyo origen se encuentra en un determinado lugar geográfico, y poseen ciertas cualidades o una reputación específicas de ese lugar. Por lo general, una indicación geográfica incluye el nombre del lugar de origen de los productos. Sin embargo, la definición es compleja debido a las diversas terminologías utilizadas en los tratados internacionales pertinentes: 

Tanto el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial como el Arreglo de Madrid relativo a la represión de las indicaciones de procedencias falsas o engañosas en los productos, utilizan el término indicaciones de procedencia. Ninguno proporciona una definición, pero la formulación utilizada en el Arreglo de Madrid aclara que una indicación de procedencia se refiere simplemente a un país, o un lugar de dicho país, como el lugar de origen de un producto, por ejemplo, chocolate suizo o arroz tailandés. 

El término indicación geográfica se introdujo en elAcuerdo sobre los Aspectos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde se define que “indicaciones geográficas son las que identifiquen un producto como originario del territorio de un Miembro o de una región o localidad de ese territorio, cuando determinada calidad, reputación, u otra característica del producto sea imputable fundamentalmente a su origen geográfico”.  

Las denominaciones de origen también son indicaciones geográficas, pero se entiende que el término “denominación” es más limitado que “indicación”. Se mencionan en el Convenio de París desde 1925 y se definen en el Arreglo de Lisboa para la Protección de Denominaciones de Origen y su Registro Internacional de 1958 como “la denominación geográfica de un país, de una región o de una localidad que sirva para designar un producto originario del mismo y cuya calidad o características se deben exclusiva o esencialmente al medio geográfico, comprendidos los factores naturales y los factores humanos”. La definición de indicaciones geográficas proporcionada en los ADPIC deriva de esa formulación.

 

** Bayas de Xianju, cerezas grandes de Dalian Jinzhou, castañas de Qianxi, cambroneras rojas de Ningxia y duraznos de Pinggu. (Cortesía de la Oficina de Marcas de China)

 

Las  indicaciones geográficas y los ADPIC:  ¿Dónde está el problema?

El debate multilateral respecto de la protección internacional de las indicaciones geográficas sigue centrándose en el Acuerdo sobre los ADPIC de la OMC. La Sra. Lang Tran Wasescha, consejera de la OMC, recordó a los participantes en el Simposio que las disposiciones de los ADPIC sobre las indicaciones geográficas reflejan el delicado compromiso alcanzado en lo concerniente a una de las áreas más complejas, durante la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales que condujo al Acuerdo sobre los ADPIC. La sensibilidad fue consecuencia de varios factores, entre los que cabe mencionar el hecho de que las indicaciones geográficas representaban un aspecto relativamente nuevo de la P.I. para la mayoría de los Estados miembros de la OMC, aunque estaban profundamente arraigadas en los sistemas de muchos países europeos (cuestión planteada a veces como una división entre el Nuevo y el Viejo Mundo); la divergencia de opiniones en cuanto a los sistemas de protección más apropiados; los altos riesgos económicos y comerciales; y los grandes intereses comerciales en juego. Además, las cuestiones relativas a las indicaciones geográficas se convirtieron en una compensación contra las concesiones en otra esfera sumamente delicada de las negociaciones de la Ronda Uruguay, a saber, la agricultura. 

Esta medida de equilibrio, en particular, originó lo que la Sra. Tran Wasescha llamó “ambigüedad constructiva” en algunas formulaciones de los ADPIC sobre las indicaciones geográficas, así como en algunas cuestiones inconclusas que los miembros de la OMC han estado tratando de abordar dentro de la actual Ronda de negociaciones comerciales de Doha. Pero esa esfera sigue siendo políticamente delicada, y las relaciones establecidas con otras negociaciones siguen demorando los progresos. 

Las actuales deliberaciones en la OMC incluyen dos temas controvertidos, a saber:

a) Las negociaciones sobre el establecimiento de un sistema multilateral de notificación y registro de las indicaciones geográficas para los vinos (previsto en el artículo 23.4 de los ADPIC). Los oradores destacaron las divergencias entre, por un lado, la UE, Suiza y algunos países en desarrollo, que desean un registro integral con un efecto vinculante para todos los miembros de la OMC, y por otro lado, un grupo de países que abogan por un sistema voluntario basado en la creación de una base de datos internacional (entre ellos, Australia, Nueva Zelandia, Estados Unidos y varios países de América Latina y Asia pertenecientes al Grupo de Cairns de países exportadores agrícolas); en este contexto, la RAE de Hong Kong propone una solución intermedia.

 

b) La extensión, a otros productos, del nivel más alto de protección que actualmente ofrece el Acuerdo de los ADPIC ( artículo 23) a las indicaciones geográficas para vinos y licores (donde, por ejemplo, no es preciso demostrar que el uso de una denominación geográfica por parte de un productor no autorizado es engañosa para el público). Quienes están a favor de ampliar la protección adicional, sostienen que las disposiciones vigentes discriminan a los fabricantes de productos que no sean vinos y licores.

 

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Entre los tipos de té incluidos como especialidades chinas en la lista de indicaciones geográficas figuran el Taipu Hoku y el Anxi Tikuanylu >> (Foto: OMPI/EM)

Plantear las diferencias

En el simposio de Beijing, los participantes pudieron superar los obstáculos que generalmente suponen las posiciones formales de negociación, a fin de analizar, explicar y comparar sus diferentes perspectivas.

Al describir las indicaciones geográficas como un “logro ejemplar de la agricultura europea”, el Sr. Raimondo Serra, miembro de la Comisión Europea, informó al simposio acerca de los cambios ocurridos en 2006 en la legislación sui generis de la U.E., e hizo un llamamiento en favor de un mayor afianzamiento de la protección de las indicaciones geográficas en el plano internacional. La Secretaria General de la Organización para una Red Internacional de Indicaciones Geográficas (OriGIn), que representa a los productores, dijo que en los últimos años, 13 países asiáticos y 12 países latinoamericanos habían adoptado sistemas sui generis como reflejo de la creciente demanda para que la protección específica de las indicaciones geográficas coexista con los regímenes de marcas. 
 
No tan rápido, advirtió David Morfesi, abogado de la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos de América (UPSTO), que destacó, junto a otros oradores, las ventajas de utilizar marcas colectivas o de certificación para proteger las indicaciones geográficas. “Las marcas de certificación crean un equilibrio perfecto para el control [de calidad] y la colectivización [es decir, permiten a los productores agruparse para vender sus productos eficientemente a mejor precio], y por lo tanto representan una manera efectiva y relativamente económica de proteger las indicaciones geográficas”, añadió. Un representante australiano manifestó su preocupación por los potenciales costos y cargas administrativas que ocasionaría la extensión a otros productos, de la protección prevista en el artículo 23 de los ADPIC para vinos y licores. El Sr. Ajay Dua, del Ministerio de Comercio e Industria de la India, subrayó que era necesario trabajar para aclarar conceptos tales como “calidad” y “reputación”, y explicar el funcionamiento de los mecanismos de inspección. Funcionarios de China, la India, Sudáfrica, Suiza y Tailandia describieron los enfoques adoptados en sus respectivas legislaciones nacionales.
 
Oradores de La Habana S.A. y Pernod Ricard reseñaron sus experiencias como productores, en el uso de una combinación de indicaciones geográficas y marcas para dotar de una identidad más sólida al producto y luchar contra su falsificación. Productores de café colombiano, patatas de Idaho y vino Cricova de Moldova se refirieron a otros casos ejemplares y a ciertos problemas actuales relacionados con la observancia y las disputas internacionales. En una intervención vehemente, el representante de la India ante la 
Asociación Internacional para la Protección de la Propiedad Intelectual (AIPPI), criticó duramente a los “depredadores que se han apropiado indebidamente de las indicaciones geográficas de mi país”, y citó unas líneas de Cyrano de Bergerac: “Alma mía, gratifícate con flores, con frutas e incluso con malezas; pero recógelas en el único jardín que puedas considerar como propio”.

 

Área de crecimiento

Independientemente de los diferentes enfoques, todos los oradores subrayaron el valor esencial de las indicaciones geográficas, correctamente administradas, para: 

  • ayudar a los productores a obtener mejores precios por sus productos;
  • garantizar a los consumidores la calidad de los productos;
  • desarrollar la economía rural;
  • proteger el conocimiento local y fortalecer las tradiciones locales.

No hubo ningún desacuerdo en cuanto a la importancia de establecer mecanismos legales adecuados para evitar el aprovechamiento ilícito de la reputación de los productos locales por parte de terceros. En sus observaciones finales, el Subdirector General de la OMPI, Sr. Ernesto Rubio, se refirió al número sorpresivamente elevado de puntos de vista concordantes. Señaló que si bien era previsible que surgieran diferencias en la actual etapa de negociaciones de la OMC, el intercambio de opiniones en los simposios de la OMPI fortalecía el entendimiento mutuo. “Hemos sido testigos de un claro consenso que revela que las indicaciones geográficas son un aspecto creciente del sistema de P.I. y representan un instrumento muy eficaz para la creación de riqueza y la evolución social”, concluyó.  

Éxito de degustación en China
El mensaje del Gobierno de China a los participantes del simposio de 2007 fue fuerte y claro: China participa sistemáticamente en la explotación de las indicaciones geográficas como un medio para añadir valor a sus productos agrícolas y estimular su economía rural. La Viceprimera Ministra Wu Yi, a quien la revista Forbes calificó el año pasado como la tercera mujer más poderosa del mundo, asistió personalmente a la ceremonia inaugural del simposio para destacar el compromiso de su gobierno con esos objetivos. Durante los tres días del simposio, altos representantes gubernamentales se ocuparon de reafirmar ese mensaje.

 

Desde la incorporación de las indicaciones geográficas en el sistema nacional de marcas de China se registraron en el país más de 250 indicaciones geográficas, y aún quedan pendientes unas cien solicitudes. Hacia fines de 2004 la Administración Estatal de Industria y Comercio (SAIC) y el Ministerio de Agricultura de China iniciaron una campaña concertada para difundir el conocimiento y el uso de las indicaciones geográficas entre los agricultores y las empresas de las zonas rurales. Esto se complementó con medidas jurídicas muy promocionadas, en el marco de las cuales los organismos encargados de la aplicación de la ley investigaron y procesaron judicialmente casi 300 infracciones contra, por ejemplo, el pickle en conserva de Fuling, el arroz de Xiaozhan y la pera aromática de Kurle.

“Las indicaciones geográficas ofrecen a los campesinos dedicados a la producción individual, que carecen de los recursos económicos y las capacidades para crear marcas, la posibilidad de compartir los beneficios de las marcas sin necesidad de crear una marca ni de producir en serie”, dijo el Sr. Li Dongsheng, Viceministro de la SAIC. Además, detalló de qué manera China está aplicando diversas políticas destinadas a promover el uso de las indicaciones geográficas como un medio para “acelerar la construcción de un  nuevo  agro socialista” y desarrollar el comercio internacional.

Los anfitriones chinos del simposio exhibieron 30 productos con indicaciones geográficas registradas y alentaron a los participantes a degustar las cualidades del jamón de Xuanwei, las castañas de Qianxi, las bayas de Xianju y el té verde de Taiping-Houkui. Dos estudios de casos mostraron además la fructífera aplicación de la estrategia de indicaciones geográficas en relación con los duraznos de Pinggu y las cebollas de verdeo de Zhangqui.

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Los duraznos de Pinggu son famosos por su tamaño, su sabor dulce y su color, cualidades debidas a las óptimas condiciones climáticas y del suelo. (Cortesía de la Asociación de la Industria Frutícola del Distrito de Pinggu)

¿Cuándo un durazno es más que un durazno?

El distrito de Pinggu, a 70 km al nordeste de Beijing, se autoproclama la granja de duraznos más grande del mundo. Las plantaciones de duraznos se extienden tanto como la vista permite ver, sobre un área de unos 145 km2, y proporcionan empleo a 150.000 personas de las aldeas vecinas. Los factores geográficos, entre ellos, la distribución de las colinas circundantes, la baja contaminación, la tierra arenosa, el abundante suministro de agua y la amplia variación térmica entre el día y la noche determinan condiciones ideales para el cultivo del durazno. Los duraznos de Pinggu, dice la Asociación de la Industria Frutícola del Distrito, “tienen hermosos colores, un alto contenido de azúcar, un sabor especial y un gran tamaño”.

La Administración de Beijing para la Industria y el Comercio calcula que tras el registro del Durazno de Pinggu como indicación geográfica y las campañas de promoción conexas, el valor de mercado de esa fruta subió de 1,5 a 4 yuanes por kilo, lo que aumentó considerablemente los ingresos de los agricultores locales.

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Los cocineros del famoso restaurante Quanjude Roast Duck de Beijing utilizan sólo cebollas de verdeo de Zhangqui para preparar su plato insignia, el “pato a la pequinesa”. (Foto: OMPI/EM)

El rey de los chalotes

Desde 680 a. de C., en la zona de la ciudad de Zhangqui, en la Provincia de Shandong, se han cultivado chalotes (también conocidos como cebollas de primavera o de verdeo), apreciados por su tamaño, dulzura y valor nutritivo. La altura media  de la planta es de 1,5 metros, pero el año pasado la planta más alta midió 2,29 metros. Durante la dinastía Ming, el Emperador Shizong elogió las cebollas de Zhangqui bautizándolas “el Rey de los Chalotes”, y esa reputación aún perdura. En 1999, el chalote Zhangqui se convirtió en la primera hortaliza de China protegida con indicación geográfica mediante el sistema de certificación de registro de marca.

Además de las condiciones favorables de precipitaciones, temperatura y composición del suelo, las técnicas utilizadas en el cultivo y la reproducción de las cebollas se mejoran constantemente. El Instituto de Investigaciones Científicas sobre el Chalote de Zhangqui, titular de la marca de certificación, supervisa la “gestión científica” de la producción de la cebolla. Esto incluye la capacitación técnica de los productores locales para garantizar que las cebollas de cultivo ecológico reúnan las normas de calidad del producto establecidas por el Instituto.

El presidente del Instituto, Sr. Li Yuquan, señaló un aumento anual del precio promedio de los chalotes de Zhangqui del 20 al 30 por ciento, y concluyó: “La industria del chalote de Zhangqui brilla con una nueva fuerza vital… Y con la indicación geográfica llevaremos la marca al resto del mundo”.

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