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Mostrar al mundo el talento y las habilidades de los artesanos pakistaníes

En el Pakistán no faltan artistas y artesanos de talento. Sin embargo, algunos de ellos viven en zonas remotas, sin acceso a los mercados. Alizeh Gohar, una joven empresaria, decidió sacar a relucir ael talento de todos ellos y cocreó Hunarmund, una plataforma de comercio electrónico dedicado a productos artesanales del Pakistán.

Foto: Hunarmund

Tras pasar algunos años trabajando para una empresa, Alizeh se dio cuenta de que no podía tener la incidencia que quería en su país. “Decidí que quería hacer algo por el desarrollo de mi país”, dijo, “y dar a conocer nuestros productos e historias”.

Hunarmund, que significa “habilidoso”, fue cofundada en 2016 con Sohaib Sharih para que los artesanos y las microempresas pudieran acceder a los mercados en línea, lo que incrementaría sus oportunidades de obtener ingresos sostenibles y de mayor cuantía. El principal objetivo de Hunarmund es conseguir que los artesanos que viven en zonas rurales y remotas entren en su plataforma para que esta pueda mostrar al mundo sus habilidades y sus productos. De acuerdo con Alizeh, al promocionar sus productos y contar sus historias, Hunarmund pretende fomentar la sostenibilidad en lo que respecta a la generación de ingresos.

Habiendo registrado recientemente su marca, Hunarmund entiende la necesidad de proteger la PI. Se anima a los artesanos a que saquen a la luz su creatividad y otros elementos esenciales que sean difíciles de reproducir para evitar imitaciones. La OMPI está ayudando a Hunarmund con una estrategia de imagen de marca que beneficiará a la empresa y a las familias de los artesanos. 

Foto: Hunarmund

Además de presentar productos artesanales del Pakistán, Hunarmund trabaja para que se reconozcan plenamente las habilidades de los artesanos y sus esfuerzos por mantener vivos el arte y la cultura del país.

Con todo, la plataforma aún sigue siendo “una historia en evolución”. “No queremos ir demasiado rápido porque, según vamos incorporando artesanos, también tenemos que asegurarnos de su compromiso.”

“Queremos que entiendan por qué se embarcan en este proyecto y cómo deben respetar ciertos principios éticos para trabajar de forma eficiente con nosotros”, afirma la joven empresaria.

Foto: Hunarmund
Foto: Hunarmund
Photo: Hunarmund

Las devastadoras inundaciones dificultan la labor de los artesanos

Las devastadoras inundaciones que se produjeron en 2022 arrasaron muchas provincias e dejó inaccesibles muchas zonas remotas. “Muchos artesanos con los que había estado trabajando sufrieron la completa destrucción de sus productos y materias primas”. Por el momento, solo buscan cubrir sus necesidades básicas, afirma.

Antes de las inundaciones, Alizeh colaboraba con varias organizaciones, entre otras el Banco Mundial y WWF. Llegaron a cuatro regiones diferentes para cultivar plantaciones de añil. El colorante añil se obtiene de forma natural y las plantaciones creaban un subproducto para los agricultores, que podían vender el colorante y también productos artesanos de xilografía con este color. Unos 300 artesanos se unieron a Hunarmund gracias a ese proyecto, dice.

El proyecto de plantación de añil también ayudó a perseguir el objetivo de la empresa de fomentar productos sostenibles desde el punto de vista medioambiental.

Sin embargo, desde las inundaciones, “los artesanos ahora mismo no tienen dónde vivir”, señala. Hurnamund cuenta actualmente con 45 artesanos, frente a los 80 que tenía antes de las inundaciones.

Convertirse en artesano de Hunarmund

Los artesanos que deseen unirse a Hunarmund deben acreditar su identidad, crear un perfil en línea y enviar muestras de su trabajo. Cuando la empresa acepta despachar sus artículos, pide a los artesanos que proporcionen algunas existencias, que se guardan en los almacenes de Hunarmund. “Intentamos mantener algunas existencias en nuestro inventario. Los productos hechos a mano tardan mucho en fabricarse, pero los clientes no pueden esperar”, explica.

En el sitio web de Hunarmund se puede encontrar, entre otros, productos de cerámica de color azul pintados a mano, productos teñidos con añil, xilografía con tintes naturales y químicos profundamente arraigada en la cultura pakistaní, artesanía de madera y velas perfumadas.

El modelo de negocio de Hunarmund se sustenta en el cobro de tasas a organizaciones benéficas por los programas de formación de artesanos y de un pequeño porcentaje de cada venta. La empresa no tiene exclusividad sobre los productos y se anima a los artesanos a anunciar sus productos para la venta directa. “No queremos ser un obstáculo para ellos en todo lo que pueden conseguir. No sería justo para ellos que solo pudieran trabajar con nosotros”, dice Alizeh.

Foto: Hunarmund

Formación de artesanos

Hunarmund ofrece a los artesanos formación básica sobre tecnología y redes sociales, enseñándoles, por ejemplo, a configurar las herramientas de comercialización de Facebook, crear un perfil y anunciar sus productos. La empresa les anima a que se pongan en contacto con clientes potenciales a través de WhatsApp e Instagram. “Todo el mundo, incluso en las zonas más remotas, conoce Facebook”, afirma Alizeh.

También se ofrece formación en fotografía. “Los artesanos no se dan cuenta de la repercusión que tienen las fotos en la venta de sus productos.” “Dedican tanta energía a crear un producto hecho a mano que las fotografías son lo último en lo que quieren pensar”, afirma.

La hora de ir más allá del Pakistán

El principal mercado objetivo son las mujeres de entre 30 y 45 años, aunque los hombres también son clientes. Hunarmund vende principalmente en el mercado nacional, aunque también tramita algún que otro pedido internacional.

Según Alizeh, el mercado local se ha saturado y es hora de dar más visibilidad a los artesanos y entrar en el mercado internacional, donde aún no se encuentran esos productos. Hunarmund espera entrar en los mercados europeo, saudí y emiratí. Según dejan atrás las fronteras del Pakistán, Alizeh y su cofundador sienten que necesitan apoyo para proteger la empresa y a los artesanos de los infractores.

Foto: Hunarmund