Por Edward Harris. 23 de octubre de 2014
GINEBRA (Suiza): ¿Qué tendencias de la propiedad intelectual impulsan la innovación empresarial y qué puede seguir fomentando el crecimiento del sector privado?
Si nos atenemos a las opiniones de tres representantes de Google, Intel y Microsoft, un sistema mundial de P.I. fuerte pero equilibrado es esencial para promover la actividad empresarial mundial mientras que los problemas vienen de la mano de distintos entornos jurídicos y reglamentarios y de los denominados “secuestradores de patentes.”
“La propiedad intelectual se halla desde luego en una posición muy distinta a la que existía quizás incluso solamente hace 20 años”, dijo Francis Gurry, Director General de la OMPI, en el discurso de apertura del simposio “International Series 2014: Geneva”. “Como todos ustedes saben, en ese período la P.I. ha pasado de la periferia del sistema económico al centro mismo de dicho sistema.”
“Esa evolución es por supuesto consecuencia, me atrevería a decir, de la mayor concienciación del valor de la innovación en nuestra sociedad y economía y de las aportaciones de la innovación y de la función de la propiedad intelectual para captar el valor añadido de la innovación y garantizar las ventajas competitivas derivadas de esta última”, dijo el Sr. Gurry a las docenas de personas presentes en Ginebra para tomar parte en la reunión de dos días.
El simposio “International Series 2014: Geneva” estuvo organizado por la Federal Circuit Bar Association estadounidense, con el apoyo de la OMPI, la Organización Mundial del Comercio y la Oficina Europea de Patentes.
En un debate en grupo denominado “Los desafíos de la innovación en la propiedad intelectual”, los representantes de tres de las empresas estadounidenses de alta tecnología más famosas del mundo dijeron que la innovación se halla en el centro mismo de sus empresas.
“La innovación lo es todo”, dijo Tina Chappell, Directora de política de propiedad intelectual de Intel Corp. “Se trata de un empeño mundial.”
La innovación depende de sistemas sólidos pero equilibrados para la presentación de solicitudes de patente que eviten el uso de prácticas de redacción ambigua con arreglo a las cuales las empresas alegan retroactivamente que un elemento satisfactorio de un producto estaba amparado de hecho por una patente anterior que no había sido bien definida, afirmó la Sra. Chappell.
En opinión de Andy Culbert, Consejero Jurídico Adjunto de asuntos jurídicos y empresariales de Microsoft Corp., los organismos reguladores antimonopolio deben prestar atención a las prácticas normativas, que con frecuencia dan lugar a que organizaciones competidoras actúen en “connivencia desleal” para sacar provecho en beneficio propio. Las empresas promueven frecuentemente normas que fomenten sus carteras de patentes para exigir a continuación regalías “exorbitantes”.
El Sr. Culbert dijo que la fragmentación de sistemas jurídicos en todo el mundo aumenta las posibilidades de que entablen litigios entidades inactivas denominadas “secuestradores de patentes”, empresas cuyos modelos operativos no están basados en la invención sino en el ejercicio de los derechos de patente en contra de otras empresas; los comentaristas afirman que esas empresas tratan de obtener habitualmente acuerdos extrajudiciales con los demandados que desean evitar costosos procesos judiciales. Según el Sr. Culbert, esta práctica es especialmente prevalente en los Estados Unidos, país en el que es más difícil que los demandados recuperen las costas judiciales, entre otros factores.
Si bien la mayor parte de las ventas de Microsoft tienen lugar fuera del país, la amplia mayoría de los 200 litigios judiciales de patentes en los que estuvo involucrada la empresa entre 2004 y 2013 ocurrieron dentro de los Estados Unidos, dijo el Sr. Culbert.
Catherine Lacavera, Directora de Litigios de Google Inc., dijo que su empresa ha participado en 500 litigios judiciales de patentes durante la última década, y que todavía están pendientes de resolución 200 litigios. La Sra. Lacavera dijo que la actividad de los secuestradores de patentes tuvo su punto álgido en 2012 y que a partir de entonces ha disminuido en cierto modo a medida que se ha tomado conciencia del problema.
La Sra. Lacavera dijo que responder a las demandas de revelación de documentos y pruebas en los litigios planteados por los secuestradores de patentes quita tiempo a los ingenieros que se ocupan de contestar a las demandas jurídicas en lugar de inventar nuevos productos, a la vez que consume fondos que podrían utilizarse para la investigación y el desarrollo.
“¿Es esta la manera en que este sistema debería incentivar la innovación?”, preguntó la Sra. Lacavera.